lunes, 24 de junio de 2024

Entre la geometría y la memoria: Conjunto vacío

 

Conjunto vacío (Almadía, 2015) es la primera novela de Verónica Gerber Bicecci, artista y escritora mexicana.

 

La novela fusiona narrativa y arte visual que explorar la ausencia, el exilio y la memoria. La historia sigue a Verónica, una artista visual mexicana hija de exiliados argentinos, quien tras una ruptura amorosa regresa al departamento que compartió con su madre, quien desapareció misteriosamente. “Si pudiera podido elegir la ciudad donde nací, diría que soy de Garabato, una comuna en la provincia de Santa Fe, Argentina. Nunca he estado ahí, pero me encantaría tener ese gentilicio: garabatana, habitante de un pueblo mal trazado e ilegible.” (Gerber, 73)

 

La protagonista se enfrenta a la soledad y al vacío, utilizando la escritura, los diagramas de Venn y otros recursos gráficos para reconstruir su historia y comprender su identidad fragmentada. Aquí parte de su riqueza narrativa, esa visualización que nos adentra a la visión geométrica de la narradora. 

 

En este sentido, la novela se caracteriza por su estructura fragmentaria y su lenguaje visual, donde las palabras se combinan con imágenes, diagramas y espacios vacíos para representar lo inefable. “Es difícil que suceda algo importante cuando no sabes qué esperas.” (Gerber, 83)


Esta forma de narrar permite a la autora expresar las complejidades de la memoria, el amor, el desamor y la búsqueda de sentido en un contexto de exilio y desaparición. La protagonista se convierte en una "compiladora de historias irremediablemente truncas", tratando de encontrar coherencia en medio del caos emocional y existencia. “He estado buscando un árbol en el que marqué mi nombre cuando era niña. No sé qué fue lo que desapareció: la marca o el árbol ¿o ambos? Los árboles no se mueven de lugar, pero es muy difícil encontrarlos.” (Gerber, 159)

 

Conjunto vacío ha sido reconocida por su originalidad y profundidad, destacándose como una de las novelas más imaginativas de la literatura latinoamericana reciente. “El reflejo se hace infinito. Y el infinito es un conjunto eternamente vacío.” (Gerber, 201)

 

La obra ha sido premiada con el Premio Cálamo 'Otra mirada' en 2017 y considerada la mejor novela publicada en México en 2016.​

 

Texto interesante para conocer a la autora y una forma diferente de narrar historias. “Y si no empieza y no termina, ¿entonces qué?” (Gerber, 210)

lunes, 10 de junio de 2024

La versión de Barney: lo intelectual y lo socialmente aceptado

 


La versión de Barney (Sexto piso, 2011) de Mordecai Richler es una novela compleja, que va de la ironía a lo profundamente humana, narrada en primera persona por Barney Panofsky, un productor de televisión canadiense que rememora su vida mientras enfrenta el deterioro de su memoria. 

 

La historia se estructura como memorias personales, escritas en respuesta a una biografía poco halagadora escrita por un enemigo. A través de su estilo sarcástico y autocrítico, el el narrador protagonista Barney revisita sus tres matrimonios, su relación con sus hijos y su carrera profesional, marcada tanto por el éxito como por el caos. 

 

La voz narrativa es clave: está cargada de humor, resentimiento y emoción, lo que hace de Barney un personaje inolvidable, tan entrañable como contradictorio.


Uno de los ejes centrales de la novela es el misterio que rodea la desaparición de Boogie, su mejor amigo, por la cual Barney ha sido siempre sospechoso, aunque nunca se le haya probado nada. Este evento le da un matiz de intriga a una historia que, en esencia, es una meditación sobre el paso del tiempo, la culpa y la memoria. 

 

Barney también reflexiona sobre el mundo intelectual que lo rodea, la hipocresía social y los prejuicios que enfrenta como judío canadiense, todo mientras sufre el avance del Alzheimer, lo cual convierte al lector en un testigo de una mente brillante que comienza a fragmentarse.

 

Al final, la novela se convierte en una profunda reflexión sobre la subjetividad de la verdad y los límites de la memoria. La versión de Barney es precisamente eso: su intento por dejar su propia huella frente a la historia que otros quieren contar sobre él. 

 

Con un estilo agudo, cómico y a la vez trágico, Mordecai Richler logra construir una obra que es tanto un retrato íntimo como una crítica social, dejando al lector con la sensación de haber conocido a un hombre real, lleno de fallos, virtudes y una humanidad desbordante. 

 

Texto denso -cuya edición incluye epílogo y notas de Michel Panofsky- en su estructura y en su propuesta narrativa, lo cierto es que se convierte en una valiosa aproximación a la novela contemporánea.