Las novelas de suspenso no son “mi fuerte”, pero Robert
Galbraith me ha gustado. Por un lado por una forma inteligente de escribir
dentro del género. Y por otro, por ser conocido como el pseudónimo de J. K.
Rowling.
Previamente comentamos The cuckoo’s calling (2013, en http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2014/09/la-llamada-del-cucu-retomando-la-novela.html)
como una buena revelación dentro del género.
En The Silkworm (2014) vuelve a hacer de las suyas. El ahora famoso detective Cormoran Strike,
exmilitar, lisiado en una de las misiones y quien resolvió el crimen de la
supermodelo Lula Landry.
Nombrado por un gigante de la literatura clásica, el
detective se acompaña de Robin, su fiel asistente que ha dejado pasar otras
oportunidades de buenos trabajos temporales para permanecer con su “famoso”
jefe. Motivada por aprender más del negocio, la asistente se ve envuelta en un
fuerte conflicto emocional con su prometido.
Pero esta es una línea secundaria de la novela. Así como los
diversos clientes que pagan bien por desenmascarar a un socio o a la pareja con
su amante.
En esta novela, conocemos a otros familiares de Strike que
le ayudan en la resolución del crimen, y de un Londres y sus alrededores donde
la nieve impide los traslados y da una sensación de frialdad y aislamiento en
la historia.
Si en la primera aventura Galbraith exploró el mundo del
modelaje, ahora explora las esferas literarias: amistades y traiciones,
negocios y amores, mercadotecnia y rencores… todo mezclado con personajes
dentro y fuera de la ficción.
Así conocemos a Leonora, quien contrata a Strike para buscar
a su caprichoso marido novelista, un autor de ficción fantasía-sexual, que es
un poco más famoso por sus arranques que por su talento literario. La búsqueda
del paradero se convierte en la búsqueda del asesinato de Owen Quine. La principal
sospecho, por mucho, su esposa.
Una hija con capacidades especiales, personajes excéntricos,
viejos amores y amistades, todo se combina en un libro que habla sobre los
gusanos de seda (de ahí el título del libro) y cómo éstos deben arder y ser
aplastados para obtener lo mejor de ellos, la seda. En el símil, un autor
también debe sufrir para lograr el mejor trabajo literario posible…
Historia lineal, personajes bien definidos, narración ágil,
manejo adecuado del misterio, giros inesperados y algunos puntos predecibles
dan una excelente novela del género. Buena para disfrutar y conocer un poco más
de “la gente” detrás de las obras literarias.
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