Falcó, un nuevo antihéroe

Confieso que uno de mis autores favoritos es el español Arturo Pérez-Reverte. Desde que leí El Club Dumas me envolvió su narrativa rápida, sus personajes identificables, sus situaciones límite, y claro, su obsesión por los detalles históricos.

En este espacio ya he comentado las novelas El asedio, el quiebre de la España Imperial (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2017/07/el-asedio-el-quiebre-de-la-espana.html), Una mirada el mundo del narcotráfico: La reina del Sur (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2014/03/una-mirada-el-mundo-del-narcotrafico-la.html) y Desde un ebook: Alatriste y sus aventuras / Arturo Pérez-Reverte (El puente de los asesinos http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2013/05/el-puente-de-los-asesinos-2011-de.html) 

También el texto histórico Ojos azules - literatura breve (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2010/01/ojos-azules-literatura-breve.html) y la antología de ensayos Sobre hombres y damas: cómo proyectarnos en pocas palabras (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2014/01/sobre-hombres-y-damas-como-proyectarnos.html)

En cada experiencia narrativa Pérez-Reverte nos lleva a otro mundo: sus personajes son capaces de recrear el lenguaje de la época y sus descripciones nos envuelven en el ambiente adecuado.

Falcó (2016, Alfaguara) no es la excepción. De hecho, cuando lo leí pensé... aquí hay un personaje para otras historias. Y sí, recientemente se anunció una nueva aventura para el personaje. 

Y es que éste da para ello: los trazos del protagonista nos llevan a lo indispensable: saber su carácter, su forma de hablar, sus obsesiones. Y solo pinceladas del pasado que poco a poco salen a la luz.

En el argumento, Falcó debe infiltrarse en un grupo extremista que pretende liberar a uno de sus líderes. Y como su instinto dice, algo puede salir mal, y saldrá.

El contexto: España sobrelleva su guerra civil aislada de la guerra en Europa, pero no libre de la influencia de los bandos.

Se combina la aventura, el amor, la solidaridad, la lealtad y sobre todo, el fuerte sentimiento de patria o muerte. Todos los personajes están dispuestos a traicionar, a matar, a dar la vida con tal de cumplir el objetivo.

También profundizamos en la situación de la guerra: hambre, miedo, temor al vecino, el saber espiado, el querer cuidar a la familia... o así mismo. 

Nos enfrentamos a un personaje que no quiere ser héroe oficialista, anarquista, monarquista... solo quiere sobrevivir. Y hará cualquier cosa para hacerlo.

Un ritmo ágil, que va guardando el secreto de las decisiones, acompaña a este personaje que, sin duda, se posicionará como un nuevo antihéroe de la literatura española. Aunque, también debo confesar, quisiera que también Alatriste regresara de las sombras...