lunes, 9 de enero de 2023

Tejer la oscuridad: el futuro, el presente, las coordinadas de lo humano

¿Qué nos permite ser humanos? ¿Dónde reside nuestra historia? ¿Qué da sentido a nuestra vida? Estas son algunas de las preguntas que nos silenciosamente se hacen los protagonistas de esta novela.

Polifónica y con diversos recursos narrativos, Tejer la oscuridad (Literatura Random House, 2020) del mexicano Emiliano Monge nos presenta 3 grandes historias a manera de diarios. Uno arranca en 2029, otro en 2033 con horas y un diario de viaje que a través de coordenadas va retratando el viaje hacia lo desconocido, hacia la esperanza.

¿Qué los motiva a moverse? A ciencia cierta no saben. Pero debe haber alguna intensión. “La intensión es un deseo vacío, una camisa de fuerza…” (208) Este es el vacío que se llega a sentir.

Entre diálogos y poemas, la historia retrata zonas áridas, vacías, donde no hay refugio ni presente. Las reflexiones sobre las figuras, sobre los símbolos, sobre lo que no conocemos, hace que el viaje sea no solo para buscar una mejor geografía, sino para entender lo que nos hace ser humanos. “Y una idea / no es nada si no / puedes / vivir dentro / de ella.” (209)

Los sabios parecen seguir ahí y permitirán que las siguientes generaciones conozcan lo que somos. Que conozcan los límites y qué nos ha traído a ellos.

Este “road-book” se convierte en un texto completo, pero a la vez digno de vislumbrar cómo el presente es a la vez nuestro futuro.

Un buen ejemplo para entender al autor y preguntarnos cómo fragmentos de textos prehispánicos (señalados por el propio autor) siguen teniendo una mítica vigencia, a la vez que tratamos de entendernos como humanos frente a lo desconocido y a la oscuridad.

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