De esta gama, tenemos Una novela criminal (Alfaguara, 2018) de Jorge Volpi, que reconstruye -sin ficción en palabras del propio autor- el caso de Florence Cassez e Israel Vallarta, dos personas acusadas de pertenecer a una banda de secuestradores en México.
La detención de ambos fue transmitida en vivo por televisión, pero pronto se descubrió que fue un montaje orquestado por la policía para dar la impresión de eficacia en la lucha contra el crimen.
A través de una investigación meticulosa, Volpi presenta testimonios de los involucrados, incluyendo víctimas, policías, abogados y periodistas, para exponer las irregularidades y abusos cometidos durante el proceso.
La obra destaca cómo los medios de comunicación y las autoridades manipularon la información para crear una narrativa que favoreciera sus intereses. Y en ello, muestra la fragilidad o el abuso en que puede caer el sistema judicial mexicano.
La novela no busca determinar la culpabilidad o la inocencia de los acusados –como incluso se indica en el texto en una de las entrevistas a Cassez, quien se supone accede a entrevistarse y a la publicación del texto si eso reafirma su inocencia–, sino más bien arrojar luz sobre las fallas del sistema judicial y la corrupción institucional. En un México que presume un estado de derecho en plena lucha contra la criminalidad, esto se convierte en un caso incómodo.
Volpi emplea una estructura que combina elementos de la crónica, el ensayo y la narrativa, desafiando las convenciones del género y ofreciendo una visión multifacética del caso.
La obra también aborda las implicaciones políticas y diplomáticas que surgieron a raíz del incidente, incluyendo las tensiones entre México y Francia, encabezados por sus presidentes, y como un supuesto acto criminal se convierte en una especie de arena donde los egos y las tensiones diplomáticas están a flor de piel.
Al final, Una novela criminal deja al lector con más preguntas que respuestas, invitando a reflexionar sobre la verdad, la justicia y el poder en la sociedad contemporánea. Volpi logra una inmersión profunda en los entresijos de un caso real, utilizando la literatura como herramienta para desenmascarar injusticias y cuestionar las estructuras de poder.
Un texto interesante, como casi todos los del autor mexicano Jorge Volpi, que además de aleccionarnos nos acerca a una triste realidad de nuestro sistema judicial y al papel de los medios de comunicación, donde los inocentes –víctimas o victimarios– parecen ser criminales con total aseveración.