La antología de cuentos La novia del león de Elma Correa (Habitaciones Propias – Nitro/Press, 2024) perfecciona recursos narrativos para explorar temas como la narrativa de los cuentos de hadas originales y sus versiones edulcoradas, los personajes marginales como los cirqueros, los migrantes adaptándose a un mundo nuevo, las mujeres de distintos orígenes y tendencias de género, la gente del norte del país, la infancia, la sororidad y la traición a la misma, la inocencia y la perversión, el crimen y la posibilidad del amor.
La autora utiliza estos relatos para reflexionar sobre las relaciones de poder, la sexualidad, la locura y los vínculos afectivos entre humanos y con otros seres vivos, como los perros, así como con los ecosistemas.
A veces incómodos, otras impregnadas de un lenguaje directo, hacen que el lector se detenga y reflexione, pero a la vez que se obligue a terminar la historia.
La obra también destaca la importancia del espacio, especialmente la asimetría entre la costa de San Diego, California, y el valle agrícola de Mexicali, la relación ecológica y económica entre el Pacífico y el Golfo de California, el delta del río Colorado, la llanura arenosa de la Laguna Salada y los terremotos. El espacio no solo es un escenario, sino que se convierte en un personaje activo que influye en las historias y en la construcción de los personajes.
Cada cuento construye pequeños universos autocontenidos con una estructura de espiral ascendente, en la cual todos los elementos dispuestos en la narrativa cobran sentido al final de la historia. Esta técnica requiere de oficio y habilidad narrativa, y es un sello distintivo de los textos de la autora.
La obra refleja una raíz norteña, septentrional y fronteriza, que, aunque está ubicada en Mexicali, aborda temas universales que resuenan en diversas partes del mundo.
Destacan en la antología:
El cuento La novia del león narra la historia de
una acróbata que, tras la desaparición de una niña en las inmediaciones del
circo donde trabaja, se ve obligada a huir con el león esquelético que cuida.
La desaparición inicia un proceso judicial que mantiene varados a los miembros
del circo, y la protagonista busca escapar del calor de Mexicali y de los
manejadores del circo, quienes considera los verdaderos animales.
Siempre hemos vivido en la montaña es narrado desde la perspectiva de Dodo de los Aires, un niño que vive en una comunidad alternativa en las faldas del cerro sagrado del Cuchumá en Tecate, este cuento explora las relaciones filiales, el adultocentrismo y la supuesta inocencia infantil.
Niños muertos presenta una serie de muertes, posiblemente asesinatos, de infantes, mientras un policía intenta investigar… y mientras vivir una apasionada relación.
Casa de muñecas narra un regalo entre escabroso y asombroso –que nos recuerda aquel rompecabezas donde una viejita amante de éstos de pronto se ve a sí misma en el dibujo- regalo de una tía a una joven, una casa de muñecas, y el detalle que en ella se ve… al grado de encontrar el papel tapiz y otras asombras coincidencias mientras el vodka corre sin control.
Marea roja tiene poderosos diálogos, mientras conocemos la vivencia de una mujer, su huida, personajes intensos, verdades que a veces no queremos ver.
En definitiva, Elma Correa es una poderosa voz que en su brevedad vale la pena conocer y asombrarse.
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