Años después, lo reencuentro en Revólver de ojos amarillos (2010) donde sigue manteniendo su estilo narrativo de fragmentos o viñetas, donde va arrancando pedazos de la realidad para que, a través de un lenguaje nuevamente sobrio y sin pretenciones, nos diga cómo son los sueños, las pesadillas, las ilusiones y, a veces, las tristes realidades que a cada uno de nosotros nos toca.
Esta colección de 16 cuentos, abre con el homónimo, una historia que entremezcla la fantasía y la realidad; lo mismo sucede en otras historias: Los protagonistas no saben si lo que han vivido es cierto y es simplemente una pesadilla.
Mi relato favorito fue Tan amable, educado y limpio, donde Servín hace gala de su "ocurrencia" fantástica: El protagonista tiene un aparante desdoblaje, y su "otro yo" es la pareja ideal para su esposa... e irónicamente, éste lo acepta.
Narrados algunas veces en primera persona y otros en forma de narrador omnisciente, se entremezclan situaciones tan simples como el amor obsesivo, los trabajadores que quieren sacar provecho a su empleador medio alcohólico, los mudos testigos de un camión urbano, los celos entre hermanos, los deseos sexuales ocultos, la venganza y sus límites, la policía corrupta, entre tantas otras situaciones "arrancadas" de lo cotideano.
Otro relato que destaca es La maldición de Caín, donde dos hermanos opuestos -cual figuras bíblicas- se convierten en la representación de la ironía del destino: Uno es chavo banda dispuesto a golpear y matar por la raza; y el otros es uno dedicado al trabajo y al estudio... un quinceaños se convertirá en la maldición de ambos.

En algunos de los relatos, descubrimos una inspiración de la oscuro y misterios de Poe, al enfrentarnos a gatos o elefantes, a diversos seres que pueden estar junto al buró de la recámara o en el refrigerados.
En fin, en los cuentos se redescrubre a un escritor mexicano dispuesto a entretener y dar cátedra de literatura breve.
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