lunes, 30 de septiembre de 2013

Entre la pasión y la locura




Laura Restrepo, colombiana, ya era famosa en su país cuando su novela Delirio ganó el Premio Alfaguara 2004. De ahí nos ha llegado a México prácticamente toda su obra, donde estacan La novia oscura, La multitud errante y Hot Sur, su entrega más reciente. 

La obra que hoy comento es un ejemplo de investigación periodística, intextextos, diálogos precisos, descripciones sumarias, historia ágil y sencilla de leer: La isla de la pasión (2005). 

Esta novela nos plantea la historia casi inverosímil del Coronel Ramón Arnaud y su esposa Alicia. Ramón es un militar en la época porfiriana, que después de una baja deshonrosa decide volver al ejército y cumplir adecuadamente con su cometido. Su oportunidad se presenta al ser nombrado gobernador de Isla Clipperton, antes llamada Isla de la Pasión, descubierta por Magallenes en uno de sus viajes, y olvidada por el mundo civilizado. Hasta que Francia la reclama a México y comienza un arbitraje estratégico. 

De ahí Ramón y Alicia van con un pequeño destacamento de soldados y adelitas, conviviendo con un alemán (gringo loco como le sueñen llamar) y su puñado de trabajadores que explotan el guano acumulado por centurias en la isla. 

Todos tratan de llevar una vida civilizada, mientras los barcos tardan más de 3 meses en llegar, los alimentos escasean, los huracanes atacan y la locura de avecina con el escorbuto y el delirio. 

En esta ágil novela, Restrepo recrea la época porfiriana con sus costumbres y sus lujos, plantea la revolución de Madero y la traición de Huerta, mientras los personajes de debaten entre el deber patriota y el deber moral. 

Además, la autora va dando saltos temporales: lo que pasa en la isla, la voz de un narrador-testigo que investiga a los sobrevivientes o sus parientes, los extractos de periódicos y reportes que pareciera no haber sido por nadie previamente, y va dando voz a los hombres y las mujeres que estás dispuestos a todos por luchar por su patria y, en especial, por sobrevivir. 

Esa locura que aparentemente llevó a su descubridor a olvidarla, a los piratas a usarla de guarida, a los mexicanos dispuestos defender de los invasores este pedazo de tierra… 

Una historia que vale la pena la leer. Un poco de historia y un dejo de pasión, la mezcla ideal.

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