lunes, 20 de enero de 2020

Una larga y duradera crónica…


Las Crónicas de Narnia han sido una de las series de libros más recodadas y reeditadas en el mundo. ¿Muchos la han leído? No sabría…

Su renombre se dio cuando se produjeron 3 filmes, que retoman en forma libre los 7 textos que confirman esta serie del autor inglés C. S. Lewis.

El primero volumen de la serie llamado “The magician’s nephew” (1955, 1994) explora el origen de este mundo, donde gracias a un objeto mágico se puede viajar de una dimensión a otra. En uno de esos viajes, el protagonista se topa con un viejo ser, lleno de conocimiento, pero con una gran ambición de poder.

Su transformación la lleva a creerse el ser más superior del universo… tanto que destruye su propio mundo. Y quiere conquistar todos para demostrar su superioridad.

Para lograr contenerla, se aloja en mundo mágico. Y ahí pacta con un león y los habitantes de este mundo.

El segundo tomo “The Lion, the Witch and the Wardrobe” (1950, 1994) explorará el enfrentamiento de la bruja-reina con los seres conocidos por todos: un grupo de hermanos que escapan de la guerra y van a dar a este mundo mágico: Narnia.

Los cuatro hermanos –dos hombres, dos mujeres- serán parte de esta aventura, ahora a través de un guardarropa que será en realidad una puerta de entrada al universo. Los hermanos conocerán a los personajes mágicos, al león y, claro, a la bruja.

Enfrentamientos, batallas, traiciones y pactos nutren esta segunda historia.

Es así como un estilo narrativo con pocos detalles, amplios diálogos y descripciones básicas, con un lenguaje sencillo y accesible, comienza a trazar aventura que durará años para uno y milenios para otros.

Las ediciones se acompañan con dibujos de Pauline Baynes, que van ilustrando a estos grandes personajes como el león, la bruja y las criaturas fantásticas que lo rodean. También acompañan mapas y una lista de personajes, que hacen de esta edición de Harper Trophy, una excelente forma de introducirnos a Narnia y disfrutar sus aventuras.

lunes, 6 de enero de 2020

Un cuarto propio: una visión literaria y social


De estos textos que uno sabe que debe leerlos. Y de pronto se topa uno con la edición en inglés y sin querer con la versión en español. Ambos de mi esposa, se habían traspapelado entre novelas y ensayos, pero finalmente los encontró y pude leer propuesta significativa de Virginia Woolf sobre el papel de la mujer en la literatura, y en sí, sobre una visión literaria y social de la mujer.

En casa tenemos la versión A room of one’s own (con prólogo de Mary Goldon, Harvest book, 1989) y Un cuarto propio (Colofón, 2002) versión traducida por Jorge Luis Borges.

Simplemente un texto erudito, de profundo conocimiento de autores y situaciones sociales, con un manejo irónico de los temas, mientras hace gala de comparaciones y situaciones que se enfrenta una mujer que quiere escribir en uno de los países más ilustrados del planeta.
Se narra que a la autora se le solicitó algunas conferencias sobre el tema de la mujer y la literatura; el resultado son 6 conferencias o sesiones que indagan la vida editorial del país y la revisión de las principales autoras de la época y, entre líneas, una fuerte crítica a la situación de la mujer.

Y es que, en uno de los países más cultos y revolucionarios de su época, la mujer está plagada de limitaciones: si quiere escribir debe ser en poesía, pues un género nuevo como la novela pareciera no ser propio; si quiere escribir, pareciera que debe imitar la voz de un hombre; debe estar casada y dedicarse al hogar; debe ser fiel a la tradición que indica incluso, el manejo nulo de sus bienes o derechos… aunque la ley ya lo permitiese en forma limitada.

Tener un cuarto propio y 500 libras anuales (en su momento, claro) parecieran ser la base para detonar la creatividad de toda mujer. Cómo se educa, cómo se enfrenta al mundo editorial, e incluso cómo es leída en la sociedad, son cuestiones que encienden los comentarios de la autora.
Su revisión lleva a planear que Shakespeare tuvo una hermana, que falleció joven. Y, de haber tenido la educación o la sensibilidad de su hermano ¿habría podido alcanzar el grado de genialidad de su hermano?
Habla también de una mujer de la época, en unas cartas encontradas por azar, donde señala que siempre quiso escribir poesía, pero la falta de educación o de un canal adecuado para sobresalir la hacen únicamente quejarse de su entorno y de la condena al silencio y al olvido de las mujeres.
Más adelante, hace mención de “estudios científicos” de la época, done un afamado autor indica que la capacidad intelectual de la mujer es biológicamente inferior a la del varón.

Estos tres puntos en general se van retomando a lo largo del texto: las mismas oportunidades educativas, culturales, económicas y políticas no son una realidad para el país de Woolf, ni así la oportunidad que los editores dan a una novela o una obra escrita por una mujer; ni las oportunidades que socialmente los compatriotas no están dispuestos a abrir.

También la fuerte crítica a visiones pseudocientíficas empeñadas a menospreciar a la mujer, sin considerar puntos de vista equilibrados o con fundamento realmente objetivo.

Revisar a las autoras famosas de su país, se convierte en otro de sus objetivos, indicando que la firmeza de texto como Brontë o Austen, representan pequeños ejemplos positivos en una situación francamente negativa.

Con esa demostración de conocimiento de primera mano, Virginia Woolf construyó un clásico sobre la posición femenina, demostrando que se requiere algo más que asignar un cuarto propio, es un cambio cultural total que se requiere para modificar esa posición de la mujer. En su época claro.

Y, lamentablemente, una situación que ha evolucionado, pero tal vez no lo suficiente. ¿Se debe evolucionar? Por supuesto, el acceso a las mismas oportunidad educativas y económicas es solo el comienzo. Un cuarto propio sería también básico, aunque un hogar fortalecido a su diálogo, respeto de opinión y respaldo total a sus ideas y sueños, podría ser otro complemento ideal.

Un texto que puede ser leído con una actualidad aplicable. A casi 100 años de su publicación, una visión sin duda vigente.