domingo, 27 de diciembre de 2015

Entre la música y la guerra: Fuga en mí menor



Sandra Lorenzano nos ofrece Fuga en mí menor (2013) una novela singular: la historia de un hijo que busca la identidad de su padre que ha muerto durante la guerra, y el propio padre, músico, que se busca a sí mismo en una época de cambios y en el acabose del romanticismo. 

La narración es fraccionada, contada con tempo lento, y donde las partituras se mezclan con el texto para crear una aproximación diferente: en las notas y en las letras se encierran significados más allá de lo sentimientos expresados. 

Hay fragmentos de cartas, de un padre a su hijo, que se vuelve una comunicación tradicional en un trepidante mundo de computadoras y correos electrónicos. Pero se darán cuenta que esa forma es la que permitirá abrir un canal entre ambos
.
También hay un libro, subrayado, de un autor italiano Pavese, que también será puente de comunicación entre lectores. 

La historia se mezcla con el contexto histórico, donde no se sabe a ciencia cierta qué es lo que pasarpa. “El naufragio intuye el rastro, no las voces de la tormenta” (28). Así podemos estar en el final siglo XIX, los inicios de la segunda guerra mundial, o en la época contemporánea, mientras los narradores van mezclando sus historias y sus silencios. Como en la música, también tienen un significado. Y como indica el autor, “el silencio es anterior a la escritura.” (55) 

Para Leo, el padre es una fotografía que se desvanece. Sabe que fue músico, pero fue héroe partisano o fue un cobarde. Él mismo, qué es lo que busca, qué es lo desea en realidad… “Eso tienen de inquietante las fotos viejas: la presencia de lo que ya no existe.” (24) 

Cada personaje añora a otro, pero el tiempo invita a recordar o a olvidar. “Algo de todo eso trató de reproducir con su propio hijo. No quería quedarse nunca sin rostro para él.” (37) 

A ritmo lento, la novela va mezclando a Nina, primero mujer, después madre, que se convierte en una especie de vaso comunicante, y junto con las partituras se hace un leitmotiv narrativo. 

En la novela va dominando los sentimientos humanos sobre el contexto, la introspección sobre el diálogo, la reflexión sobre la narración. El lenguaje es propio de cada persona, conocedora de la música y de la literatura, sin caer en excesos. 

En sí, un buen texto de una narradora argentina-mexicana que invita a ser un lector activo, tal vez con un poco de conocimiento musical para reconocer una fuga o un crescendo. Recomendada.

viernes, 4 de diciembre de 2015

We should all be feminists: una propuesta de género




El feminismo ha sido atacado, seguido, idolatrado, rechazado. Ha sido radical y ha sido incluyente, también ha evolucionado y se ha mantenido vigente por caso 100 años. Y hoy, simplemente, se vuelve necesario.

A pesar de la evolución del siglo, continua habiendo limitantes en el trabajo, en el hogar, en países con diversas creencias religiosas, incluso, en tribus donde no tienen voz ni voto. En sí, en todos los países y en todas las creencias parece seguir existiendo una limitante a aceptar a la mujer como tal.

Y esa visión nos la ofrece Chimamanda Ngozi Adichie en una versión de su discurso en TEDx llamada We should all be feminists (2014)

En un excelente texto que arranca con una visión de una joven nigeriana que se enfrenta a un mundo moderno. La novelista comienza una revisión de cómo es una apasionada de la historia y las tradiciones, pero en su tribu no puede entrar a las decisiones familiares. Cómo su vida laboral ha visto ascender a hombres menos capacitados que las mujeres, palabras duras y palabras accesibles, experiencias directas y otras indirectas. En todo hay una vivencia que construye su visión del feminismo.

Pero también una experiencia teórica: ella misma ha leído a las feministas retóricas y tradicionales, y concluye que tampoco es el camino para lograrlo.

Plantea en sí que el problema no es el feminismo, sino hablar de género. Es una discusión larga, pero necesaria en cuaquier sociedad, a cualquier edad. Habrá diferencias fundamentales que por naturaleza can a seguir así, pero también otras actitudes y costumbres que hombres y mujeres pueden cambiar.
Los invito a leerlo: un texto breve, ágil y lleno de sentido.  Al final, todos somos feministas y es una invitación sincera que podemos seguir.