sábado, 15 de octubre de 2011

La literatura ayuda a comprender la locura del mundo (Alberto Manguel)

Dice Alberto Manguel que en este mundo, todos estamos locos. Y como los locos hacen locuras, de alguna manera se tiene que sobrevivir y encontrar soluciones para acercarse a la cordura. La herramienta que propone el reconocido ensayista, escritor y traductor argentino, es la Literatura.

“Tal vez el rasgo más distintivo del mundo humano sea la demencia”, con esta aseveración inició su charla el reconocido escritor Alberto Manguel, quien participó como invitado del Congreso de Ética y Ciudadanía: una cultura ética y ciudadana para el México de hoy, en el Tecnológico de Monterrey, Campus Guadalajara.

Manguel construyó una aguda crítica a los valores de la sociedad y la cultura actuales, es decir, a la demencia del comportamiento humano y que poco a poco fue compartiendo con el público en la conferencia “La ética del lector”, impartida el pasado 22 de septiembre.

Como ejemplo citó la creación de lo que llamó "milagrosos dispositivos" con los que se ha tratado de entender mejor al mundo y a las personas. Pese a ello, aseveró que en nuestra época el arte por excelencia es la propaganda comercial, política o religiosa.

"Los creadores pueden darnos una interpretación recreada de nuestra experiencia, y esa es una de las revelaciones que la lectura hace a todo lector: saber que alguien que no conocemos, algún loco iluminado en un tiempo lejano del nuestro, en un lugar lejano, ha sabido captar en sus palabras nuestra propia intimidad, nuestros deseos más profundos. Esto nos permite decir que en una biblioteca hay un libro, una página, una frase que fue escrita para usted".

Desgraciadamente, agregó, el valor que predomina en nuestra destructivamente loca sociedad, es el de la ganancia financiera, lo que forzosamente cambia nuestra relación con todas las actividades creativas. "Hoy los libros en una librería tienen el equivalente de esa fecha límite de venta que se pone a los huevos", apuntó Mangel, y "las obras que no ofrecen una gratificación económica inmediata, por ejemplo la literatura, esta obras que requieren procedimientos largos y difíciles y que no generan beneficios comerciales, deben ser descartadas o al menos recibir muy poca atención".Esto ha fortalecido la capacidad de crear desde cero lo efímero y lo perecedero.

"Si el objetivo es la ganancia, la creatividad sale siempre perdiendo. Cada era desarrolla su propio género artístico para su propia clase de locos", pronunció.

Para conocer la nota completa, visite: http://www.itesm.edu/wps/wcm/connect/snc/portal+informativo/por+tema/educacion/litearuralocura12oct11


Referencia
PORTAL INFORMATIVO DEL TEC DE MONTERREY / AGENCIA INFORMATIVA / CARLOS GONZÁLEZ ANGULO. 5.10.2011. URL: http://www.itesm.edu/wps/wcm/connect/snc/portal+informativo/por+tema/educacion/litearuralocura12oct11

martes, 11 de octubre de 2011

Interesante reflexión sobre la lectura; El nuevo reto es ser lectores, afirma Rector del Tecnológico de Monterrey


El sistema educativo mexicano ha logrado abatir el analfabetismo, el nuevo reto implica crear lectores que puedan ayudarnos a crecer como sociedad, afirma David Noel Ramírez Padilla, Rector del Tecnológico de Monterrey durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro Monterrey 2011.

“Ninguna institución universitaria puede entenderse hoy si no ayuda a sus alumnos y a la comunidad que la rodea a entender la razón de vivir como ciudadanos cabales en una sociedad que está hambrienta de gente que participe en su construcción y no de la indiferencia, de la frivolidad y de la apatía que a veces abunda en la sociedad mexicana”, dijo el profesor David Noel Ramírez Padilla durante la inauguración de la edición número 21 de la Feria Internacional del Libro Monterrey 2011.

Al dirigirse al público presente en la Arcada de Cintermex el 8 de octubre, el Rector consideró que sin duda las autoridades mexicanas han realizado grandes esfuerzos por reducir el analfabetismo, por lo que ahora el 90 por ciento de la población sabe leer y escribir, por lo que ahora hay nuevos desafíos. “El reto ahora no es saber leer, no es saber escribir. Es ser lectores. Que la lectura nos ayude a crecer como seres humanos y a crecer como sociedad”, afirmó el profesor Ramírez Padilla.

Para conocer la nota completa, visite: http://www.itesm.edu/wps/wcm/connect/snc/portal+informativo/por+tema/educacion/filinauguracion10oct11


Referencia
Agencia informativa Tec. INSTITUCIÓN Educación Lunes 10 de octubre de 2011. URL http://www.itesm.edu/wps/wcm/connect/snc/portal+informativo/por+tema/educacion/filinauguracion10oct11

sábado, 8 de octubre de 2011

España desde una visión "fubtolera"

Rafael Reig es un escritor español reconocido, que ganó el VI Premio Tus Quets Editores de novela con la novela totalizadora Todo está perdonado (2011)

En la novela se plantea la realidad española desde dese una visión futbolera: la Selección Nacional de España -la Furia roja- ha logrado pasar una etapa tras otra en las elimnatorias y ha logrado colarse prácticamente a la final de la Europa. Todo un logro nacional, junto con el desarrollo económico, democrático y social, una aventura igual de difíl pero que se aspira a llegar.

Mientras el pueblo español festeja las victorias de un puñado de connacionales que demuestra su patriotismo en cada partido, se da un asesinato y la misteriosa muerte de diversas personas, en ellas la hija de un prominente político.

La búsqueda del asesino se va combinando con las eliminitarios, y de la misma forma, nuevos personajes van entrando a la cancha.

Así, la novela hace un giro en su contenido, para enfrentarnos a un texto total: es la historia ficticia de un Madrid lleno de fuentes y de lagos, que en franca analogía nos invita a navegarla poco a poco. Pero en este trayecto, nos enfrentaremos al régimen franquista y sus archienemigos los anarquistas, serenos testigos de la transición a la democracia monárquica y a la búsqueda de un nuevo estado, e incluso, a la recuperación de una ciudadanía compartida que si lo político no ha conseguido, tal vez lo hará el soccer.

En paralelo, conocemos la vida de los Gamazo: una abuela que considera Franco y su forma de actuar son lo único válido, un hombre -Perico para sus amigos e inversionistas- dispuesto a sacrificar a su propio hijo con tal de hacer negocios, una esposa que prácticamente no figura y una niña, quien perderá su virginidad a los 13 años en manos de su mejor amigo, y posteriormente, el encargado de ir a reconocer su cuerpo más de 20 años después, cerca de la final de la Eurocopa, después de haber sido envenenada con una hostia.

Y es que en esta España de ficción se venden hostias en un dispensador automático y el feligrés marca a un 01 900 para tener confesión y absolución inmediata; junto a ella, la realidad de los grupos subersivos dispuestos al terrorismo, la ineficiencia de los aparatos burocráticos de investigación, y el poder que otorga los grandes contratos entre estado e inversionistas privados.

Todo está perdonado, incluye diálogos y descripciones, un lenguaje a veces elegante, a veces popular, postales comunes de Madrid, intertextos de diarios y revistas que retratan la vida nacional, y un férreo retrato de la sociedad española: reflexiones abundantes de religión y sociedad, familian antifuncionales, travestismo, amor incondicional, e incluso, un dios que es capaz de enviar un helicóptero para eliminar a una abuela demente.

Una narrativa fraccionada y atemporal buscan retratar el ascenso de los empresarios, la dureza de los criados que pueden llevar al terrorismo, el comunismo y los supuestos males que promueve, e incluso la bisexualidad y la entrega total por amor.

Un texto denso que entre la ficción y la realidad nos obligan a vivir la tensión en la cancha verde, y a la vez conocer y perdonar, sobre todo, a perdonar todo.

sábado, 1 de octubre de 2011

Más allá de la literatura y el desierto

David Toscana es un reconocido escritor del norte de México, que poco a poco ha dejado huellas tangibles en sus cuentos y novelas.

En El último lector (2004) nos ubicamos en Icamole, una tierra azotada por una sequía, que ha obligado a sus habitantes a migrar o simplemente a condenarse en vida.

La vida en Icamole -población real del estado de Nuevo León- de pronto rompe su tranquilidad cuando el viejo de la carreta jalada con burros que distribuye agua les comenta que una niña, de unos 13 años, está perdida en el municipio vecino de Villa de García. Esto provocará que los personajes rompan su monotonía desértica.

Remigio, el único habitante cuyo pozo tiene agua, lanza su bote y no escucha el sonido característico, descubriendo ahí un cuerpo, el mismo de la niña perdida. Esto le lleva a tratar de esconder el cuerpo.

Eso nos lleva a recuperar la memoria regional, donde años atrás el mismo Porfirio Díaz se conviertió en el "Llorón de Icamole" al perder una significativa batalla, que para muchos quedaría en los anales de la historia, aunque en realidad se ha perdido en ella.

Icamole también se va perdiendo en la historia, pues las migraciones y la sequía hace que hasta las vacas y las gallinas se mueran, un éxodo va dejando el pueblo vacío. "¿Me amarás toda la vida? ... Eso es fácil ... porque la vida ya es muy poca." (76). En esa soledad, se debate Remigio con su secreto.

Recurre para ello al último lector del pueblo, a su padre, Lucio, quien le ayudará a ocultar el cuerpo, como lo hizo un personaje ruso en una de las novelas que ha leído. Este personaje -que prácticamente se convierte en el protagonista- nos lleva a conocer la vida de una biblioteca rural, de la burocracia cultural del gobierno, la censura a la literatura y la franca decadencia de los lectores en el país: "Le temía al polvo y a los años, no a los inexistentes lectores." (60)

La novela mantiene el suspenso de la ineficiente investigación oficial, y del terror psicológico que rodea a Remigio. El lenguaje claro y directo se mezcla con múltiples referencias a personajes y textos literarios -entre ficticios y reales- que nutren los diálogos, las reflexiones culturales, las aventuras literarias.

Un texto que, a fin de cuentas, habla no solo de una niña perdida y de un crimen por ocultar, habla de la literatura y de la vida misma. "Nunca sabrá nada de eso porque escribir no es vivir, porque leer tampoco lo es." (58)