domingo, 2 de junio de 2013

Otra mirada a la disciplina inteligente



Escuchar a Vidal Shmill es divertido y aleccionador: cómo una persona preocupada por educar mejor a sus hijos comparte sus experiencias y nos invita a aplicar nuevas formas de educar en un mundo que destruye formas tradicionales y se enfrenta a retos económicos y culturales. 

Leer a Vidal es también una forma entretenida y positiva de aprender y poner en marcha una de sus propuestas: una disciplina inteligente. 

Disciplina inteligente: Manual de estrategias actuales para una educación en el hogar basada en valores (2012) se conforma de grandes apartados: la propuesta de Schmill, múltiples citas y referencias a grandes autores y la inclusión de ejemplos que permiten ilustrar y prepararse mejor como padres en este mundo contemporáneo. 

El texto invita a reflexión si somos buenos padres y madres, en especial si estamos atentos al mundo moderno, si tenemos una disciplina eficaz y si nos enfrentamos a una disciplina estúpida; sí, porque hay propone una inteligente es que existe una forma que desgasta y que carece de resultados positivos. 

De ahí nos lleva a que venzamos miedos y ansiedades como padres: desde los sobreprotectores hasta los ignorantes, haciendo una interesante reflexión de los catálogos de culpas y de miedos que tenemos (no paso tiempo con mis hijos, no les puedo dar todo, quiero ser el mejor padre, debo ser la madre-compañera-amiga). 

En otro segmento adentra en al amaestramiento y la sobreprotección: realmente que llevemos a nuestros hijos a equilibrarse entre la benevolencia y la firmeza, evitar los extremos y las exageraciones en las que solemos caer, así como la necesidad de que nuestros hijos realmente estén incluidos en una familia. 

Su propuesta incluye que seamos muy concretos y desde los mismos padres, se tomen acuerdos para indicar los valores fundamentales de la familia. Ello ayuda a generar una disciplina inteligente y no estúpida. 

A fin de cuentas, Vidal mismo es papá, y su experiencia con fundamentación de otros autores, invita a esa reflexión desde la paternidad, de tal forma que seamos mas conscientes de nuestra labor y la necesidad de responsabilizarnos en forma concreta de la educación de nuestros hijos. 

Una recomendación para pensar en la disciplina desde formas mas flexibles y positivas.También en que pensemos bien las cosas, no llegar a los extremos y, a fin de cuentas, realmente disfrutar la oportunidad de ser padres de familia...

Entre padres ausentes e hijos desconectados... una reflexión fundamentada para padres



Jesús Amaya Guerra y Evelyn Prado Maillard son conocidos por sus reflexiones sobre las generaciones actuales tanto de padres y de hijos... desde los tiranos hasta los obedientes.

Una de sus entregas mas recientes se llama Padres ausentes, hijos desconectados y vacíos: Patologías del siglo XXI

La obra combina los resultados de diversas investigaciones en el mundo, Estados Unidos y México, así como investigaciones propias de los autores, para mostrarnos los fenómenos actuales de nuestro mundo: la aparente maduración exprés que tienen los niños y la falta de maduración de los padres de familia. Aquellos que vienen de una rigurosidad en la educación buscan ser mas flexibles con sus hijos, y esta situación ha provocado llenar de regalos a los hijos, quienes desconocen el valor del esfuerzo y del sacrificio medido. 


Plantean en el texto cuatro grandes epidemias familiares del milenio: Hijos desconectados (provocada por la tecnología que los padres ofrecemos: juegos y conexiones múltiples en el carro, en la casa, en el súper, en cualquier lugar); Hijos vacíos (se creen capaces de todo y solo buscan su beneficio); Hijos inútiles y viviendo en la abundancia (reciben premios y regalos todo el tiempo con el mínimo esfuerzo o con grandes chantajes, desconocen la planeación y el sacrificio); Adicciones (resultado del contexto social en el que los padres mismos viven, siendo el alcohol, la drogas reguladas o las ilegales).

Ante estas epidemias, se presentan habilidades para sobrevivir: oportunidades para convivir mejor en familia, ser mas duros como padres para realmente educar directamente (y no dejarlo en manos de personas de servicio o de las escuelas), aprender y enseñar a esperar (que no todo sea exprés), incluso aprender a decir ¡No!.

Con abundantes referencias bibliográficas y un lenguaje comprensible para todos, el texto también aborda las problemáticas de los hombres fracasados ante el éxito femenino, o las mujeres exitosas que enfrentan retos en l personal, así como aprender a ser responsables como padres de familia y ejercerla en forma firme. 

El libro es de fácil lectura y de una amplia reflexión: que dejemos de ser padres desconectados y que realmente busquemos conexiones con nuestros hijos en tiempos donde la tecnología nos acerca y nos aleja a la vez.

De China a Cuba, una migración por contar...



Cristina García regaló en Soñar en cubano la historia de tres generaciones de mujeres en la Cuba pre y postrevolucionaria. 

En El cazador de monos (2003) retoma la vida en la isla caribeña, pero ahora contándonos una de las migraciones mas ignoradas de nuestra modernidad: la de miles de chinos a Cuba. 


A través de varias generaciones, conocemos la vida en la milenaria nación en los últimos años del imperio, el difícil viaje hacia América, el trato de esclavos en la isla, las diferentes guerras que se vivieron como la Independencia de España y la Revolución comunista, la migración a Estados Unidos, y de ahí, la guerra de Vietnam y la vida post-revolucionaria en China. 

En cada época hay una voz principal: Chen Pan como el migrante chino, Domingo como el americano que a la guerra asiática, o Chen Fang como la hija de Lorenzo que es educada como hombre para tener un mejor futuro.

Chen Pan –la pieza integradora de esta novela- va sobreviviendo a una y otra prueba, a sabiendas de que es perseguido por los espíritus y que tiene una razón de vivir. Originalmente respetado en su aldea, retoma las grandes anécdotas de su abuela, incluyendo aquella de un rey mono, y de cómo él mismo tiene que cazarlos para sobrevivir... 

También nos adentramos en el misticismo de la curación china, y también en los perseguidos políticos de la Revolución de Mao, así como los grandes estereotipos chinos: la comida, el vestimento, las creencias espirituales.

Con un lenguaje fresco y ágil, Cristina García recrea la visión china del universo, y después la visión de los mulatos con su propia espiritualidad. Llena de referencias históricas, intextextos de poemas o cuentos chinos cortos, la novela adquiere un ritmo dinámico. 

Además, se divide en tres grandes apartados y a su vez en capítulos, donde cada personaje narra sus vivencias y reflexiones, hay saltos temporales a la historia de otro narrador y poco a poco vamos viendo la similitud de la vida entre un continente y otro. 

Una excelente novela que invita a indagar mas sobre este migración que abrió una raza híbrida: los chinos-mulatos que eran señalados por su forma de pensar y de hablar, que parecían no encajar en ninguno de los mundos donde habitaba.