miércoles, 30 de abril de 2014

A propósito del día del niño... yo leo, tú lees ¿ellos leen?



Cada vez hay más campañas para mejorar nuestros índices lectores. Además del tristísimo 0.8 libros que leemos los mexicanos en promedio, hay una crisis en el tipo de lectura que tenemos… preferimos el selecciones (con todo respeto a los lectores de éste, por supuesto) y el libro vaquero (a estos asiduos lectores, que hay y muchos, también una disculpa) o de plano las revistas de chisme televisivos.

En este Día del niño (30 de abril en México), pregunto ¿qué leen nuestros niños? Primero, la televisión nos gana, y ni qué decir de las tables que “embrujan” a seguir caricaturas y películas que a veces a nosotros mismos nos da miedo y nos dejan con cara de “no entiendo lo que pasa”.

En casa la gran victoria ha sido que nuestras hijas prefieran un libro a un juguete. Como decimos Laura y yo, para eso sobra presupuesto =) (para todo lo demás no jejeje) Y claro, queremos ser tíos que impulsan la lectura, por eso tratamos de siempre de regalar un libro. Sencillo o pequeño, pero siempre un buen libro de acuerdo con la edad, el idioma, el gusto.

¿Yo qué recomiendo? De entrada…
·         El principito (y para los no tan niños también lo recomiendo) Una de mis lecturas favoritas, que encierra demasiadas enseñanzas en sus hojas. Es un regalo que me encanta dar. Y mejor cuando lo leen.
·         Fonchito y la luna, de Mario Vargas Llosa. Una historia de amor que te arranca lágrimas.
·         Los preferidos de mis hijas…
o   Caperucita roja como se la contaron a Jorge, de Luis Mario Passetti. Una revisión del clásico, siempre regalada con mucho gusto.Por cierto, un gran autor, 101% recomendable.
o   La peor señora del mundo, de Francisco Hinojosa. Una divertida historia para grandes y chicos.
o   Marcianos en calzoncillos, de Editorial Bruño. no más el título y mis hijas se ríen. Una fábula moderna de extraterrestres que se vuelven aficionados a la ropa interior. ¡Increíble haber encontrado uno de los peluches en remate y que hija exija el suyo, con todo y calzoncillo!
o   Isol: autora de excelentes libros llenos de imágenes y de sabias enseñanzas. Algunos títulos: secreto de familia, cosas que pasan, vida de perros, intercambio cultural, un regalo sorpresa y muchos más.
o   Oliver Jeffers: autor de historias sencillas y llenas de simbolismos, toda una recomendación para la biblioteca infantil. Los preferidos en casa: Cómo atrapar una estrella, de vuelta a casa, atrapados, perdido y encontrado.

Hay libros basados en cuentos de grandes autores, con una aproximación hermosa a la literatura infantil. En este caso, las versiones ilustradas de:
·         La luz es como el agua, de Gabriel García Márquez. Una historia de dos hermanos que inundan su departamento de luz…
·         El hombre que aprendió a ladrar, de Mario Benedetti. De esas fábulas modernas que vale la pena para invitar a la reflexión.
·         Discurso del oso, de Julio Cortázar. Otra fábula moderna que gran valor reflexivo.

Del otro lado, ya en español:
·         El expreso polar, de Chis Van Allsburg. Un nuevo clásico navideño.
·         Donde los monstruos viven, de Maurice Sendak. Una historia algo difícil a la primera lectura, pero cargada de enseñanzas.
·         Los fantásticos libros voladores del señor Morris Lessmore, de William Joyce. Un viaje fantástico de libros y hojas por una ciudad contemporánea. Un hermoso cuento, un extraordinario cortometraje.
·         Dr Seuss. Toda su obra… El lórax, Horton, Cómo el Grinch robó la navidad…

Siempre es bueno buscar y reencontrar versiones infantiles de obras clásicas, desde las princesas hasta el mago de Oz. Hay para todos los presupuestos y los gustos.

Hay de personajes (miles) que son medio buenos, no necesarios pero sí buenos para incentivar la lectura, y a veces a precios accesibles o en oferta.

Para los más “babys”… toda la serie de Baby Einstein… ¡imprescindibles!

Debo reconocer que cada vez más Fondo de Cultura Económica, Alfaguara, Ediciones Castillo y algunos otros procuran ofrecer nuevas opciones educativas, muchas de ellas en excelentes ediciones.

Y en las escuelas y por diferentes iniciativas hay más ferias literarias, ferias del libro… lo importante es que haya más opciones para leer, para enfrentarse a los libros y superar la batalla frente a la ignorancia. Como digo y mis amigos se burlan ¡arriba los libros! (arriba del closet, de la televisión, del parabrisas del coche, adentro de la mochila o la bolsa, no importa, mientras lo lean)

Hay que reconocer también que cada vez más opciones en las librerías o en las bibliotecas. Y ni hablar de las opciones en libro digital que cada vez inundan nuestras tablets o teléfonos inteligentes.

Claro, estas son mis recomendaciones ¡pero seguro tú conoces muchas más! ¿Nos compartes?

Mientras tanto, no hay pretexto, hay lecturas infantiles para todos los gustos y todos los bolsillos. Cerraría con una frase dominguera: no digamos que nadie lee, mejor demos el ejemplo y enseñemos a leer a nuestros niños.

Tres fiestas, una historia, una novela total

Los invito a leer una breve revisión que hice de La fiesta del chivo de Mario Vargas Llosa, publicada en la revista electrónica eLe del Tecnológico de Monterrey.

http://recursosva.itesm.mx/ele/no_86/los_expertos.html

Está disponible en: http://recursosva.itesm.mx/ele/no_86/los_expertos.html

lunes, 28 de abril de 2014

De Gabo y otras realidades lectoras…


Se nos fue Gabo. Falleció el patriarca, como han clamado los medios de comunicación. Ya no está Gabriel García Márquez, han clamado los lectores.

Efectivamente, ya no está en presencia el gran escritor de la América Latina, aquel que fue a recibir el Premio Nobel de Literatura vestido en su blanco típico, destacando en los trajes de alta costura de la sociedad sueca.

Pero nos dejó sus mariposas amarillas, sus hamacas, la locura de sus personajes. Novelas, cuentos, obra de teatro, guiones cinematográficos, ensayos, discursos y muchas, muchas, muchas notas periodísticas para la posteridad.

¿Cuándo leí por primera vez a este autor colombiano? Fue tal vez el año 1991 o 1992, cuando leí aquella novela que mi papá había comprado y que dejó en la mesa del comedor –y, debo confesar, continua siendo una de mis favoridas- El general en su laberinto. ¿Qué me gustó de ese texto? La forma en cual retrató a Simón Bolívar, poseedor de siete nombres, libertador de América y desterrado por jugarretas políticas. De ser un hombre alto y lleno de gloria, terminó bajo, delgado y con dos dobleces en su camisa de manga larga.

Después, ya entrado en materia, leí Cien años de soledad que me prestó -en una edición de pasta suave de los cuadros concéntricos en la portada- el profesor Jorge May, leyenda del Centro Universitario Montejo. Apoyado por un árbol genealógico trazado en una media carta y un lápiz con poca punta, casi toqué el hielo, la ceniza en la frente de los hijos del coronel Aureliano Buendía, sentí el olor de la sangre que recorría la arena por muchas cuadras, encontré a las hormigas y señalé con el dedo las cosas a mi alrededor. Todo cambió para siempre. Ahora llevo 3 lecturas, pero me falta leer la versión conmemorativa con todo y ensayos.

A disfrutar el texto, a releer un fragmento, a tener la luz prendida pasada media noche para terminar el capítulo, a seguir la aventura de los alquimistas y los adivinos literarios.

Obsesionado con las primeras novelas (otra confesión, no me gustan mucho). Devorando los cuentos de la mamá grande o de los ojos de perro azul, para enfrentarme después a los peregrinos y aquellos cuentos que aquí y ahí han quedado en la biblioteca universal.
Buscando “lo raro” en la Biblioteca del Campus Monterrey, leí una edición con pasta verde, pequeño, casi edición de bolsillo del guion cinematográfico llamado El secuestro, una narrativa no publicada en México que tendría que pasar más de 25 años para tenerla en mis manos en un cambio de aviones en Dallas, Texas (La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile), y una pieza teatral (Diatriba de amor para un hombre sentado) que curiosamente encontraría en el mismo viaje y después ofrecería como preciados tesoros de coleccionista. 

Tal vez solo vino a hablar por teléfono, o a develar otros demonios, pero nos dejó mucho más… El material periodístico, los libros de cómo escribir un guion cinematográfico. Aquí ya hay varias versiones de los cinco tomos de la obra periodística, y varias ediciones de tres narrativas casi mayéuticas para construir guiones, buenos guiones.

Negado a leer El amor en los tiempos del cólera ¡quién puede olvidar esa bandera amarilla que durará toda la vida! (tanto que la leí dos veces) Y la magistral Crónica de una muerte anunciada… que leí finalmente agobiado por ser de las pocas novelas sin leer en mi haber… cada vez que podía la recomendaba para una monografía del BI o alguna lectura exigente.

El otoño del patriarca fascinante, El coronel no tiene que le escriba, demasiado triste.

Claro, entre Memoria de mis y Yo no vine a decir un discurso, prefiero jubilar a la ortografía que a la creatividad...

Un solo tomo de su vivencia alcanzó a contarnos, pero fue suficiente para saber que vale la pena vivir para leer.

¿Y si tuviera que escarbar en mi libreta de frases… qué encontraría? (ojo, el orden es estrictamente cronológico de acuerdo con mi lectura)

De Relato de un náufrago:
  • El cielo se puso rojo, como al atardecer. Y ese fue otro factor de confusión: entonces no supe si era un nuevo día o un nuevo atardecer. (137)
  • Había escogido la muerte, y sin embargo seguía vivo, con el pedazo de remo en la mano, dispuesto a seguir luchando por la vida. A seguir luchando por lo único que ya no me importaba nada (137)

De El amor en los tiempos del cólera:
  • ¿Y hasta cuándo cree usted que podamos seguir en este ir y venir del carajo? La respuesta la tenía preparada desde hace 53 años, 8 meses y 7 días con sus noches. - Toda la vida.
  • El que no tiene memoria se hace una de papel (50)
  • Sólo Dios sabe cuánto te quise … (53)
  •  Lo único que me duele de morir es que no sea de amor (186)
  • Es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites (378)

De 12 cuentos peregrinos:
  • ·       “Si alguien nos quiere encontrar  será muy fácil,” dijo con su encanto natural. “Sólo tendrá que seguir el rastro de mi sangre en la nieve.” (229-230)

De Noticia de un secuestro:
  • Mientras hay vida, hay esperanza.
De Diatriba de amor para un hombre sentado:
  • También el silencio es una respuesta (13)
  • Si no fuera por los amaneceres, seríamos jóvenes toda la vida… uno no envejece al amanecer (19)
  • Como si la vida fuese de vidrio (24)
  • Pero era feliz porque no encontraba nada más que desear (41)
  • Cuando una mujer amanece callada no hay que mirarla siquiera (51)  

De La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile:
  •        Me sentía tan ligado a ellos, que decidí guardarlas por el resto de mi vida, como una reliquia de tantas experiencias duras que la memoria pondría a hervir a fuego lento en las cocinas de la nostalgia (158) 

De Vivir para contarla:
  • Epígrafe: La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla.
  • Ni mi madre ni yo, por supuesto, hubiéramos podido imaginar siquiera que aquel cándido paseo de sólo 2 días iba a ser determinante para mí, que la más larga y diligente de las vidas no me alcanzaría para acabar de contarlo (11)
  • Aprendí para no olvidarlo nunca que sólo deberían leerse los libros que nos fuerzan a releerlos (168)
  • Porque no hay nada de este mundo ni del otro que no sea útil para un escritor (265)
  • Me dejas el corazón partido por la mitad, pero me queda al menos el orgullo de ayudarte a ser lo que te dé la gana (286)
  • Novela y reportaje son hijos de una misma madre (315)
  • Se preservaba el tiempo para las cosas que seguían teniendo la edad original mientras los siglos envejecían (372)
  • Los libros … también yo los olía, como hago siempre con todo libro nuevo (421)
  • Lo primero que un escritor debe escribir son sus memorias, cuando todavía se acuerda de todo (480)

Continuamente me han preguntado si vale la pena leer las 450 páginas de las novelas o los cuentos raros donde a los personajes les sale sangre verde, son perseguidos por una abuela desalmada o estás en un eterno monólogo desde tu ataúd. La respuesta cada vez es más clara. Sí.

Siempre me ha llamado la atención que en México editan unas obras, en Colombia y en Europa otras; curiosamente Todos los cuentos que también está en ebook (y fue el primero ebook que compré) no tiene los cuentos completos… pero lo importante es saber buscar, disfrutar y devorar esas obras que están en más de 40 idiomas, en versiones de lujo o electrónicas, en un libro propio o prestado; no importa, hay que enfrentarlo y degustarlo, como un buen vino, con el tiempo se hace mejor. 

No quisiera elaborar un amplio ensayo sobre la adjetivación abundante, la fundación de la América Latina, el realismo mágico de sus personajes e historia, de la soledad y la muerte como leitmotiv del obra, de las estructuras circulares, de los universos totales, del narrador omnisciente con complejo de superioridad que no deja hablar a los personajes, de lo repetitivo de algunos textos, simplemente les diré, léanlo, les invito un café, y discutimos cualquiera de estos temas… o más. 

Mientras cada quien decide qué leer, el primero de la especie está amarrado a un árbol, y al último…

Compartiendo noticias: Recibe el Premio Internacional Alfonso Reyes Fernando del Paso



Reconocimiento que se otorga por la distinción a la trayectoria, los méritos y las aportaciones dentro de la investigación literaria, el Premio Internacional Alfonso Reyes celebró la excelencia de la obra de Fernando del Paso, como el poemario ‘Sonetos de lo diario’ y sus novelas ‘Palinuro de México’, ‘José Trigo’ y ‘Noticias del Imperio’.

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Agradecido, risueño y de buen humor, así recibió Fernando del Paso el Premio Internacional Alfonso Reyes, y aseguró que la mejor forma de celebrarlo es comprometiéndose a seguir escribiendo.

Fue en el Palacio de Gobierno de Nuevo León donde se llevó a cabo la ceremonia, en la cual el novelista estuvo acompañado por su esposa Guadalupe Frías, así como sus hijas Adriana, Alejandra, Socorro y Paulina del Paso.

El autor de “Palinuro de México” -una de las novelas más influyentes de la narrativa mexicana del siglo XX- no perdió detalle de los mensajes que se dieron en torno a su obra y tampoco, la oportunidad de expresar su gusto por Monterrey y su Cerro de la Silla.

Este Premio lo otorgan el Tecnológico de Monterrey, así como diversos organismos e instituciones educativas, tales como: el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la Sociedad Alfonsina Internacional, la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Universidad de Monterrey, Universidad Regiomontana y el Gobierno del Estado de Nuevo León a través del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE).

Adriana del Paso, a nombre de su padre, leyó ante los presentes un discurso escrito por su padre a quien dijo, su infarto cerebral (el cuál sufrió el año pasado), no afectó su capacidad para escribir discursos largos como sus novelas y monólogos. En este discurso, además de hablar sobre Alfonso Reyes, agradeció, muy a su estilo, este reconocimiento.

“¿Cómo recibir este Premio? Sentirse halagado con aquellos lectores a los que uno quiso llegar y agradecido profundamente con el Jurado y con las instituciones que participan. Presumirlo, un poco, no demasiado; es decir, tomarlo con modestia, pero también hay que recibir los premios con orgullo, agregarlos al currículum vitae y celebrarlos, es lo que me propongo hacer con mis seres queridos y mis amigos, a los que desde hoy agrego a Alfonso Reyes, pero desde luego un premio es algo que no se echa en saco roto, hay que honrarlo, lo menos que puedo hacer es seguir escribiendo”, dijo.

En el pódium diversas autoridades compartieron lugar con del Paso, entre ellos el Presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), Rafael Tovar y de Teresa; la Directora General del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García; Alicia Reyes, nieta de don Alfonso Reyes; como David Noel Ramírez Padilla, Rector del Tecnológico de Monterrey, así como directivos de instituciones educativas de la entidad que también conforman el comité organizador del Premio.

El Gobernador del Estado de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, presidió la ceremonia y dirigió unas palabras al novelista, en las cuales destacó que es incuestionable su contribución a la literatura y el lenguaje.

Por su parte el Rector del Tecnológico de Monterrey, David Noel Ramírez, señaló que para el Tecnológico de Monterrey es fundamental formar parte de este reconocimiento.

“Esto implica que nosotros como institución siempre fomentaremos y apoyaremos la cultura tanto a estudiantes como a profesores. El tener este acercamiento con estas personalidades que han sido protagonistas de la literatura en este país y a nivel América Latina, nos hace sentir muy honrados”, destacó.

Los presentes felicitaron por partida doble al escritor ya que la ceremonia coincidió con su cumpleaños número 79. Al momento de la entrega del Premio, los presentes ovacionaron de pie a del Paso, quien agradeció levantando sus brazos cono en señal de victoria.

Posteriormente, el novelista se tomó fotografías con los presentes y se dio tiempo también para firmar algunos libros. Con esta entrega, del Paso forma parte de un selecto grupo de escritores que han recibido este Premio, como Octavio Paz, Jorge Luis Borges, Alejo Carpentier, Mario Vargas Llosa, Eduardo Lizalde, entre otros.

Aportación a la cultura

Fernando del Paso se ha destacado como novelista, publicista, locutor, dibujante y pintor a lo largo de su trayectoria profesional.

Publicó su primer libro en 1958, el poemario “Sonetos de lo diario”. Sus novelas “José Trigo”, “Palinuro de México” y “Noticias del Imperio” -resultado cada una de más de diez años de trabajo- lo colocan como uno de los ensayistas y narradores más importantes del país y de toda Latinoamérica.

Ha escrito novela, teatro, cuento, poesía y ensayo. También ha colaborado con algunas de las revistas y suplementos más importantes en la historia cultural de México


Referencia
INSTUTUCIÓN. CULTURA. AGENCIA INFORMATIVA DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY. GABRIELA BRIONES. 28.04.2014