lunes, 17 de abril de 2017

Se habla español: Voces latinas en USA

 Si bien la influencia latina en Estados Unidos es cada vez más creciente, los estudios, la vida diaria, las decisiones políticas y el establecimiento de nuevas formas sociales, va obligando a revisar esta influencia intercultural. De hecho, con el actual clima político que se vive en el país del norte, todo lo relacionado con estas influencias va construyendo un tema de reflexión y de miedo para unos, de orgullo y perversión para otros.

Lo cierto, es que todos los ámbitos de la vida diaria quedan influenciados por estas voces, y la literatura no queda exenta. Coordinado por Edmundo Paz Soldán y Alberto Fuguet Se habla español: Voces latinas en USA (Alfaguara, 2000) no pierde vigencia, al contrario, pareciera que obtiene nueva relevancia: no es solo saber cómo se escribe ahí o aquí, ni de qué se vive aquí o ahí, lo vigente es la vivencia que cada cuento o narración tienen a más de 17 años de haberse escrito.

Con muchos textos originales y otros recopilados, los autores nos dicen en el prólogo que se invitó a muchos, casi todos dijeron que sí, pero otros dijeron que no tendrían ni una razón para escribir de ni sobre esta situación.

Lo cierto es que hay de todo: viajes, vivencias, percepciones, amores y desamores, cada autor aquí invitado tienen diferentes estilos narrativos y argumentos a presentar.

Dividimos por temas geográficos o zonas comunes, la travesía va desde Miami hasta California, desde el tiempo estándar del centro hasta Nueva York. En cada historia destaca una voz, una visión.

A mi gusto destacan:
  • Las palmeras detrás, de Rolando Menéndez, presenta la historia de 3 voces, 3 personajes que buscan salir de una isla en busca del sueño americano. Sus vivencias, a tres voces, se convierten en vasos comunicantes de un sentir recurrente.
  • Pequeño diccionario Spanglish ilustrado, de Gustavo Escanlar, es un texto que, como evoca, busca numerar algunas palabras propias del lenguaje “chicano”, que fortalece la visualización de un fenómeno de interculturización que incluye el lenguaje y las costumbres.
  • Esperando en el Lost and Found, Santiago Vaquera-Vázquez. Es una revisión de un día común, la remembranza del pasado, la espera del mañana. A los ojos de un estudiante, de alguien que busca conocer, se llena de situaciones comunes.
  • La manera correcta de citar, Pablo Brescia. En ocho viñetas, unas más cortas que otras, construye un argumento de la introducción al cierre, pasando por el conflicto y verbos en infinitivo que nutren la historia.
  • Chichicastenango Supermarket, de Ricardo Armijo, narra la historia de tres personajes: un dueño de supermercado, su esposa, y un ayudante. Qué ocurre para que una persona crezca, otra aproveche la oportunidad y qué sucede entre el inventario y la cortina de metal, es un excelente cuento.
  • Seven veces siete, de Francisco Piña. Un nutrido diálogo que mezcla lenguajes y recursos literarios, presenta una visión entre lo chicano y lo mexicano, un encuentro de varios mundos, mucho más que dos.
  • Instrucciones para citas con trigueñas negras, blancas o mulatas, Junot Díaz. Un personaje emite recomendaciones a otro: qué decir, que hacer, cómo actuar. El resto de la historia, llena de humor.
  • El intérprete, Jordi Soler, una historia sencilla, un encuentro, la exploración de lo humano.
  • Northern Ladies, de Silvana Paternostro. Un anuncio de periódico, el sueño americano de “transformarse” –en forma literal- con una cirugía estética. Una historia divertida y aleccionadora.
  • Xerox Man, Ilan Stavans, un caso periodístico de un múltiple asesino, y una persona que atiende sacando copias que puede formar parte del caso. Un excelente cuento “noir”.
  • No quiero quedarme sola y vacía, de Ángel Lozada. La locura, la televisión, la cultura pop, la visión moderna, y unas mayúsculas que acentúan el sentir.

También se presentan historias de Edmundo Paz Soldán, Mario Bellatín, Sergio Galarza, Alejandra Costamangana, Mauricio Montiel Figueiras, Rosina Conde, Alberto Fuguet, Iván Thays. Ignacio Padilla, Martín Rejtman, Alfredo Sepúlveda Julio Villanueva Chang, Celso Santajuliana, Jorge Volpi, Álvaro Enrigue, Ricardo Chávez Castañeda, Ernesto Quiñónez, Jorge Franco Ramos, Maura Santos-Febres. Homero Carvalho, Roberto Quedada, Naief Yehya, Lina Meruane, Rodrigo Rey Rosa, Giannina Braschi.


Una excelente antología para conocer autores famosos y otros que ya son famosos, también para tener visiones naturales y artificiales de Estados Unidos y los latinos, y en sí, una forma de ver que ya no existen muros sino una nueva cultura. 

lunes, 3 de abril de 2017

Las alusiones perdidas, Monsiváis premiado

Uno de los autores mexicanos más auténticos y reconocidos es, sin duda, Carlos Monsiváis.

En esta ocasión, el texto sobre singular importancia: el discurso pronunciado por “Monsi” a raíz del Premio Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2006, la presentación del mismo hecha por otros de los grandes autores mexicanos de todos los tiempos: José Emilio Pacheco, y una introducción de Jorge Herralde: Las alusiones perdidas (Anagrama, 2007). 


La introducción nos plantea, en forma simple, que ambos autores solían ser detallistas: si bien un discurso que se transforma en texto, lo dicho debe ser revisado por lo escrito. Y así fue: después del permiso pedido, viene la revisión obsesiva del autor. Lo bueno, se superó esta revisión y podemos disfrutar de ambos textos.

José Emilio en su presentación, parte de un ciudadano ficticio que pierde la vida, y en el recuento de los daños conocemos los peligros de los gatos del autor, los amigos/estudiosos de este cronista reconocido, sus logros o desatinos como poeta y como crítico de arte, su comparación con grandes autores como Salvador Novo, su enfrentamiento a la crítica.

Cada anécdota o vivencia se convierte en un juego irónico, en una alusión lúdica a la propia vida de Monsiváis. En otras palabras “este género único, suyo, nuestro y de todos: el ensayo-relato-cónica de Monisváis, singularidad que sin embargo cada día tiene más seguidores.” (24) Y está en lo cierto, si bien el crónica es un estilo difícil de seguir, el humor y otros recursos literarios se convierten en ese motivo para leerlo, es más, lo cotidiano como único e irrisible de nuestra propia cultura mexicana lo 
remarcan.

Por su parte, la aceptación del reconocimiento por parte del gran autor mexicano, “Monsi” comienza a remembrar autores, situaciones, textos que le hicieron un buen lector, un buen escritor. Su curiosa erudición va desde la poesía novohispana de Sor Juna Inés de la Cruz, hasta los textos eruditos de Alfonso Reyes. También retoma sus grandes temas anecdóticos: el cine, la televisión, las situaciones cotidianas, las canciones.

Pero también sustenta sus ideas: datos y cifras que hablan del gasto en la educación, la inversión en cada estudiante, los retos que México tiene con sus generaciones nuevas.

Otros temas del discurso –que vienen a ser, como dice el título, alusiones a nuestro pasado que parece desaparecer- están los autores, la imprenta, el zapping, el pesimismo...

Y dentro de su estilo, el premiado reflexiona “No me tocó la suerte de ser clásico, pero lo demás sí me lo adjudico mientras advierto el sinfín de rostros amigos y la buena voluntad que toda la Feria del Libro alberga (...) Y nadie rebaje a lágrima o reproche mi melancolía al advertir que, por lo menos hoy, no podré dedicarme a ella. Ya la recomenzaré el día de mañana.” (65) En su plena verdad, se equivoca ¡claro que es un clásico! Uno moderno que sirve para encontrar esas alusiones que nos dan forma a nosotros mismo.

El texto concluye con un texto adicional de Monsiváis, donde amplia los temas discursivos: la economía como motor de la situación cultural, el emporio de los medios, el papel de la publicidad, las tendencias académicas, la importancia formativa del cine, el abandono de la imaginación, la demografía, la cultura... todo forma parte de nuestra sociedad y nuestros retos.


Un texto que vale la pena para disfrutar a los autores y reflexionar sobre nuestro pasado y nuestro presente.