lunes, 30 de agosto de 2021

Nunca fui primera dama: Pasado y presente en Cuba

 Wendy Guerra es una autora cubana que atrapa. Sus personajes francos, director, acompañan su visión de una Cuba que parece detenida en el tiempo y, a la vez, que reta el futuro en cada página.

Siempre provocadora, sus personajes femeninos son producto de una época, rompen paradigmas y convenciones sociales, para expresar en una forma tan naturales como necesaria.

En Nunca fui primera dama (2017, Alfaguara) explora la vida de Nadia Guerra, una locura en La Habana que en busca de la historia de su mamá dará fe de la historia de la isla, de los personajes clave que llevaron la transición de una dictadura férrea a la esperanza, que derivó, paradójicamente, en otra.

Dividida en 4 secciones, la novela va de Cuba a la entonces Unión Soviética, de vuelta a Cuba; y ahí entre el presente y el pasado, hija y madre vivirán en carne propia la revolución en la isla.

El papel de la mujer queda evidente no solo en el título y su protagonista, sino en todos los personajes femeninos que desfilan. “Otra vez mi individualidad me duele, destila y fluye como un río de miedos que quiere encontrar su cause” (27) Esa búsqueda del propio ser es lo que da forma a la vida propia.

Y es que en la tradición del hombre, éste como género es quien lidera la guerra, pero no debe ser el único. “En eso se parece a mi madre que conserva lo ajeno y hoy sólo puede ser reconstruida desde los demás.” (204)

La historia aquí aparece en juicio. No solo el gobierno socialista cubano, sino la Unión Soviética y todo lo que ella representa, centrados en la famosa guerra fría que infundió medio durante décadas. Pero ¿qué sucede cuando esa política se desmorona? “El muro lo derrumban los fuertes; los débiles se desplomaron con él.” (74) Esa parece el resultado de la historia.

Me pierdo en ese mar de lágrimas, dejo de ser yo y empiezo a ser mi madre dilatada en lágrimas regadas por el sueño, lágrimas que me hunden en la nostalgia. Es una decisión: no voy a sitios donde la muerte me destroza. (206)

Los personajes femeninos que se buscan así mismas son capaces de elegir, por sí mismas, dónde quieren estar, dónde vivir y ser felices. Siempre por elección propia. “¿Somos felices desde donde elegimos estar?” (285) Y más adelante: “Estoy en paz, ya nada más pueden quitarme, me lo repito para poder avanzar sin temor. No tengo nada, no espero nada, me digo respirando profundo.” (298)

Autora con frases poderosas, Wendy Guerra nos puede llevar de las reflexiones a las profundas verdades. “Me ha develado la diferencia entre nostalgia y melancolía (...) La melancolía tira al fondo pero la nostalgia es un trampolín al siguiente peldaño de nuestra vida.” (267)

Como se ha mencionado en otras revisiones, un recurso es la visión de la historia pequeña frente a la Historia que se moldea en los libros. Y en medio, los personas que buscan sobrevivir y representarnos. “Nuestras vidas son parte del libro de silencio que nos han obligado a escribir sin palabras.” (286)

La historia de Cuba termina moldeando a las personas. Y cuando todo parece cambiar, ya nadie quiere el cambio. “El secuestrador ha muerto, la jaula queda abierta y no siento el impulso de salir sino el pánico a que alguien desconocido entre por esa puerta.” (301) Esa parece ser una triste realidad que apremia en el texto, pero simbólicamente en la misma vida real.

Como en América Latina, las dictaduras oprimen y hacen perder la individualidad. Alguno buscan recobrar el pasado para aprender y seguir adelante, pero otros prefieren seguir adelante sin mirar atrás. “Creo que a estas horas en esta ciudad soy la única persona preocupada por la memoria, este es y será un país que prefiere olvidar.” (301)

Con los intertextos de diarios, intervenciones radiofónicas, poemas, cartas, Wendy Guerra utiliza diversos recursos a su alcance para presentar una complejidad histórica y personal.

Una excelente novela para reconocer personajes femeninos completos, y a la vez, conocer aquellos detalles de la historia.

Aquí hemos explorado dos de sus novelas: ¿Qué nos queda?: Domingo de Revolución (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2020/04/que-nos-queda-domingo-de-revolucion.html) y Negra, una aproximación a la mujer, a Cuba… (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2016/06/negra-una-aproximacion-la-mujer-cuba.html)

lunes, 23 de agosto de 2021

El sueño del celta: los límites de lo humano

El sueño del celta (2010, Alfaguara) de Mario Vargas Llosa es una de esas novelas totales, que busca recrear una época a través de una figura que pareciera olvidada por la historia.

Vargas Llosa -escritor peruano ganador del Premio Nobel de Literatura, entre otros prestigiosos premios internacionales- retoma la figura del irlandés Roger Casement. Figura polémica, se interpreta como uno de los delatores de la barbarie cometida en el Congo Belga y en la Amazonía sudamericana.

Con su estilo narrativo completo, lenguaje duro, diálogos precisos y descripciones abundantes, la novela se divide en 4 fragmentos, cada uno centrado en un momento histórico: El Congo, La Amazonía, Irlanda y un epílogo.

¿Qué hace fuerte a este personaje? Como todos, desde la primera voz, su propia humanidad. Si bien es un férreo defensor el ser humano, es también una persona llena de miedos e inseguridades, de deseos por satisfacer. Y esa es la vía que sus detractores aprovechan: si bien es capaz de recrear las matanzas y vejaciones que los seres humanos sufren, también indican que es capaz de satisfacer sus más bajos instintos sexuales.

Con esa maestría de los personajes complejos, el autor peruano logra retratar una época donde los seres humanos podían ser tratados como meras mercancías y sometidos a los grandes castigos provocador por la corrupción y la avaricia.

Con el dominio del narrador omnisciente, los diálogos darán voz a ese amante de la ley, también de su prima y confidente; de los pocos amigos que mantiene; de su fiel abogado e incluso de aquellos detractores que serán capaces de señalar sus errores para salvar su propia vida.

Interesante aproximación a la historia, cargada de ese lenguaje que domina Vargas Llosa, de eses seres duros y casi canonizados, capaces de demostrar los límites de lo humano.

En este espacio hemos explorado su Teatro reunido: Vargas Llosa (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2019/01/teatro-reunido-vargas-llosa.html); parte de su fase de ensayista: El arte, la cultura, la pasión del toreo: Diálogo con Navegante (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2015/04/el-arte-la-cultura-la-pasion-del-toreo.html), Historia secreta de una novela (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2010/11/detras-de-las-novelas.html), y como narrador: La casa verde (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2010/11/la-casa-verde-personajes-y-espacios.html); ¿Quién mató a Palomino Molero? (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2017/06/quien-mato-palomino-molero-un-clasico.html) y Una fiesta, un asesinato, una historia para olvidar...  (La fiesta del Chivo, http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2010/02/una-fiesta-un-asesinato-una-historia.html)

lunes, 16 de agosto de 2021

5 fragmentos de una mujer: Las muertes de Natalia Bauer

Una autora mexicana (de antepasados suecos) que vale la pena leer es Aline Pettersson. Ha explorado cuento, novela, narrativa y ensayo, siendo una autora que domina con maestría la brevedad, logra construir personajes arrancados de la realidad.

En la novela Las muertes de Natalia Bauer (2006, Alfaguara) Pettersson nos invita a adentrarnos en la vida de una mujer que ante su enfermedad arranca la recuperación de su pasado.

En 5 fragmentos que conforman la novela, representan cuadros hacia el pasado, del más actual al más lejano, cada uno presenta una narrativa diferente. En Virgilio, domina la versatilidad que los correos electrónicos ofrecen; en Brian se conforman escenas particulares. Tierno saúz es la recreación de un diario y Guillermo tiene un narrador omnisciente que permite conocer el momento clave de la historia. Niágara, el último fragmento, busca representa una escena a manera de libreto teatral.

Esta estructura permite conocer los amores de Natalia, su profesión y entrega laboral; también su familia y sus amores, pero principalmente su compromiso político en el 68 y su salida de México.

Magnífico novela donde lo histórico es el pretexto para adentrarnos es un personaje completo y completo: el amor es tan valioso como la convicción, el sacrifico y el enfrentamiento son herramientas y a la vez, condena.

Recomendada para revalorar a una excelente autora que maneja personajes e historias aparentemente comunes pero cargadas de significado.

lunes, 9 de agosto de 2021

Mil y una muertes: Una fotografía y la recuperación de la historia

El autor nicaragüense Sergio Ramírez es uno de los grandes autores que manejan con maestría la polifonía. Y en sus propias palabras, domina también el juego de la historia (con minúscula) y la Historia (así, con mayúscula) Una se refiere a las pequeñas cosas que nos ocurren a las personas comunes; mientras la otra son aquellos acontecimientos que quedan grabados en las memorias y los libros. ¿Cómo se mezclan? Ahí la magia de la literatura y los vasos comunicantes.

Con el leitmotiv de Rubén Darío, Ramírez nos presenta la anécdota de un fotógrafo que será testigo de la historia en Mil y una muertes (2004, Alfaguara)

La novela se estructura en dos partes, que arrancada cada una con un testimonio de uno de sus personajes centrales: El príncipe nómada por Rubén Darío; y El fauno ebrio por José María Vargas Vila. Se incluyen los datos de impresión de cada uno, para dar veracidad a la autoría y a las palabras que ahí se incluyen.

De cada uno arranca un juego político de intricadas dimensiones, el sueño de un canal en Nicaragua que permita el viaje interoceánico, los sueños imperiales-europeos de conservadores centroamericanos, el amor y el alcohol.

El fotógrafo Castellón se obsesiona con retratar la realidad, aunque los crímenes queden plasmados con su contenido horrendo, y escenas idílicas montadas por las letras del modernismo.

A ritmo lento, con un dominio total del lenguaje, con diálogos precisos, y la recreación de un estilo completo y adornado, Ramírez nos presenta una gama de personajes entre Nicaragua y Europa, dispuestos a todo para alcanzar sus objetivos, y a la vez, con la idea obsesiva de una realidad que solo es suya.

Una novela para adentrarse en las historias que conforman la Historia, mientras conocemos las caras ocultas de personajes y descubrimos que no solo existe una muerte, sino muchas más.