sábado, 28 de diciembre de 2019

Una visión de la mujer: Carta a sor Filotea de la Cruz


Sor Juana Inés de la Cruz ha inspirados novelas, ensayos, películas, series de televisión, editoriales, coloquios y mucho más. Mexicana que tiene un lugar en las letras y en la cultura novohispana, comparable a los grandes escritores del Siglo de Oro Español, dicen los biógrafos que fue una mujer sencilla, seguidora de las directrices oficiales y parte del sistema religioso de su época.


Lo cierto es que pocas veces la leemos más allá de su poesía, su otro gran texto comentado por Octavio Paz y otros grandes escritores, es el texto “Carta a sor Filotea de la Cruz”. En una sencilla y completa edición de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Colección Pequeños Grandes Ensayos (#19, 2008), la presentación corre a cargo de Sara Poot Herrera, y se incluye una cronología y una biografía mínima de la autora.

La carta, históricamente, se puede ubicar en el apogeo de las letras de la autora, cuando todavía se consideraba negativo tal productividad y causó la reprimenda de un superior y este texto se convirtió en su respuesta.

En sí, es un texto erudito: las citas a las sagradas escrituras, los estudiosos de las mismas, incluso fragmentos en latín de diversas fuentes. El grado de conocimiento de autores de la época compite con el nivel de dominio del lenguaje, la narrativa certera, las frases largas, las abundantes comas y el uso de recursos literarios y estilísticos, hacen de este texto no solo una carta, sino un ejemplo de dominio claro de temas y lenguaje.

Según el texto, se pregunta –en pocas palabras– si conviene para una mujer escribir sin pretensión, pero sí con fortaleza, sin el afán de competir con las escrituras sagradas ni los grandes escritores de la época. Ya sea por necesidad o por demostrar su fortaleza o la fuerza de espíritu, el escribir se convierte no solo en una forma de expresión sino en una adoración divina. Entonces ¿es erróneo? Si lo ha sido ¿es un reto aquellas que en la historia lo han hecho?

La pregunta o el reclamo no se dirige a una personal, sino al sentir de una época.

Revisa, con ello, la figura de la mujer en la historia, en momentos clave de la historia, incluso en los libros bíblicos. Una exaltación a la habilidad de escribir y de decir, sobre todo, con libertad.

Abre preguntas, y las contesta con erudición. Plantea retos y los enfrenta con seguridad. La carta, a fin de cuentas, es un reclamo con la humildad letrada de una persona que entiende y enfrenta a su época

Un texto para reflexionar y entender la época, y por supuesto, conocer y reconocer el valor histórico de sor Juana y de su pensamiento.

lunes, 23 de diciembre de 2019

2x1: cuentos de “Material de lectura”


De las colecciones de amplia tradición en México, resalta una de la Dirección de Literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llamada “Material de lectura”. La fama de esta colección ha recorrido varias décadas, y sus continuas reediciones nos permite tener acceso a material, a veces difícil de conseguir, pero en especial a un precio accesible.

Comentamos dos de sus números de la línea cuento contemporáneo: María Luisa Bombal (2010, #13) y Francisco Hinojosa (2018, #134)

          

La antología de María Luisa Bombal incluye una aleccionadora introducción de Lilia Osorio, llamada El espejismo amoroso, y después los cuentos completos El árbol, La última niebla y un fragmento de la pieza más conocida de la autora: La amortajada.

En la introducción se confirma que Bombal tiene mucho y versos textos, pero es el cuento largo La amortajada que le dio fama y un lugar en las letras hispanoamericanas. En ese texto define una visión particular de la mujer: una especie de víctima de su época, busca sobresalir ante todas las circunstancias de su sociedad, e incluso sobrevivir a pesar de las situaciones negativas que le tocan vivir.

Eso sucede en El árbol, donde ésta se convierte en el receptor de la situación oprimente que le ha tocado vivir a la protagonista; mientras en La última niebla, ésta se convierte en el pretexto para que una narradora en primera persona describa su alrededor y aquello que le ha tocado vivir.

Entre la melancolía, la figura oprimida femenina y en sí una desesperada crítica al lugar que le ha tocado vivir a la mujer, Bombal nos narra con amplias descripciones y diálogos precisos aquello que considera configuran la personificación femenina de una época, tal vez, que se repite en el tiempo.

En la antología de Francisco Hinojosa, se incluya una nota introductora de Martín Solares, donde el escritor recrea uno famoso texto del antologado, para indicar al lector que está a punto de entrar a un universo donde se disfruta la lectura y nadie se quiere salir…

Se reúnen aquí tres cuentos: Informe negro, A los pinches chamacos, y La muda boca. El primer cuento recre, como su nombre lo indica, un informe que incluye un misterio, y a través de la numeración del 1 al 100 buscará aclarar la situación indicada. El segundo cuento, recrea en primera persona las limitaciones y situaciones que vive un niño que está por convertirse en adolescente, y “estorba” por acá o no puede hacer algo por “allá”; hasta que tres amigos –que incluye una mujer- se enfrentan a un clóset y a un misterio que cambiará sus vidas.

La muda boca está narrado con muchos paréntesis aclaratorios, recrea la aventura de un becario en París y las múltiples situaciones que enfrenta… hasta que las ratas aparecen en su vida.

En sí la antología nos permite conocer el estilo del autor mexicano, y saber por qué se ha consagrado como uno de nuestros grandes narradores.

Un par de antologías que vale la pena para conocer a los autores, y disfrutar un poco cuento contemporáneo latinoamericano.

En este espacio hemos comentario otros textos de la colección: Siete poetas norteamericanas (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2018/11/siete-poetas-norteamericanas-siete.html) y fragmentos de ensayos de Margo Glantz (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2019/09/una-recuperacion-de-la-memoria-ensayos.html)

lunes, 9 de diciembre de 2019

2x1: Cuentos de “Vientos del pueblo”


En la pasada Feria del Libro de Monterrey 2019, en ese recorrido obligatorio en algunos stands, mi esposa entró a Fondo de Cultura Económica (FCE) y se topó con una singular serie: cuentos de afamados autores en edición individual ilustrada, y a un precio accesible de 11 a 20 pesos. Así que nos surtimos.

Los dos primeros son unas joyas del cuento mexicano: El Rayo Macoy (FCE, 2019) de Rafael Ramírez Heredia; y El crítico (FCE, 2019) de Antonio Malpica. Ambos con ilustraciones de José Hernández.


El Rayo Macoy, Ramírez Heredia nos presenta la historia de un boxeador, desde sus humildes comienzos entregando pan en una bicicleta, hasta sus problemas personales y financieros, una historia con común como nuestros boxeadores nacionales.

Y contada con su natural estilo, el lenguaje se combina con un estilo narrativo lento, con un narrador tan sincero como honesto, que crea los rincones mexicanos desde la fonda hasta los lugares de vicio.

Una excelente historia de un gran narrador que supo retratar los barrios mexicanos con historias arrancadas de nuestra realidad.

Por su parte, Malpica usa en El crítico el estilo grotesco, entre miedo y suspenso, casi sobrenatural, para contar una historia detectivesca: ha habido muertes de escritores, con textos profundamente corregidos, nadie lo sabe, hasta que muere un reconocido autor, que incluso ha aspirado al Nobel de Literatura.

“El crítico” ha escrito a la policía, enviando un texto del gran autor con múltiples correcciones. Esto provoca una singular reunión en una conocida librería de la Ciudad de México, donde los grandes de las letras comentan el tema… hasta que encuentran el porqué de los asesinatos…

Un final sorpresivo –como todo buen cuento- remata este singular relato, que además de manejarnos el suspenso nos provoca una cargada crítica literaria y un estupendo manejo de la ironía.

En sí, un par de excelentes cuentos con grandes ilustraciones de Hernández, que logran hacer obras singulares. Una muy buena colección que vale la pena seguirle la pista.