martes, 11 de septiembre de 2018

Ninguna eternidad como la mía: el amor y el rompimiento de paradigmas


Ángeles Mastretta, mexicana universal, se ha consagrado con diversas novelas y ensayos por décadas. De su amplia obra, se presenta Ninguna eternidad como la mía (2005, Ediciones Cal y Arena), un cuento largo – novela larga que presenta la vida de Isabel.

Isabel nace en una provincia de México, y con el esfuerzo de sus padres, se traslada a la mítica Ciudad de México con una viaje amiga familiar. Proveniente de una familia de fuertes tradiciones, rompe un primer paradigma en la segunda década del siglo XX: vivir lejos de sus padres, sí con chaperona, pero libre.

Esta libertad hace que Isabel disfrute tenazmente de las duras clases de ballet de una maestra francesa: ella sabe de amor y de desamor, y sabe que una bailarina debe ser señorita para alcanzar sus sueños.

Isabel va respetando los paradigmas sociales impuestos, hasta que llega el amor. Un amigo bailarín –que a su vez irrumpe con su homosexualidad declarada- detecta que la protagonista ha conocido el amor y la entrega, y enamorada de un poeta y conquistador, ve su transformación.

La maestra también nota su felicidad, y solo le recomienda no tener el corazón roto, porque su baile ha mejorado exponencialmente.

Entre el amor y la pasión, Isabel continuará rompiendo esquemas, y posiblemente, su oportunidad de ser gran bailarina. Hasta que su amor se enfrenta a las viejas recomendaciones: puede ser sustituida por un mejor trabajo, por el deseo de no tener un compromiso, por no enfrentarse al amor correspondido.

Isabel tendrá que decidir entonces cómo continuar bailando y valorar lo que se ha vivido. Aceptar el desamor puede ser tan fuerte como reconocer el amor. “Espero que ningún desamor sea tan largo. Pero mi breve paso por el cielo, ese sí que duró tantísimo. Tengo a estos volcanes de testigos. Ninguna eternidad como la mía.” (65)

Una clara revisión del papel de la mujer en nuestra sociedad: qué se espera de ella, qué actitudes y valores debe tener para ser respetada, qué paradigmas debe mantener a pesar de su propio deseo.
Una novela corta ágil, con personajes bien definidos, abundantes diálogos y la oportunidad de disfrutar a una narradora consagrada.

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