martes, 2 de octubre de 2018

Siete poetas norteamericanas, siete miradas de lo femenino

“El poema es una parte de la realidad con la potencia de transformar la realidad misma.” (Miller, 5) poderosa frase sobre uno de los géneros literarios que más ha permanecido en el gusto de los lectores.

Y es que la poesía puede ser hermosa, llena de significados, o bien plagada de denuncias y amores contrariados. También puede ser rigurosa en su forma e idealista sobre su contenido. Lo cierto es que la poesía puede retratar una época, o disolverla en la historia.

En esta ocasión, el texto que comentamos es una antología de siete autoras norteamericanas, denominada precisamente Siete poetas norteamericanas, Poesía moderna (2010), y forma parte de la colección Material de Lectura, editado por la Universidad Nacional Autónoma de México.


De acuerdo con la reseñadora y traductora Beth Miller, las siete poetas “han contribuido a la evolución de la conciencia del movimiento feminista contemporáneo.” (3) Lo cierto es que cada una maneja recursos poéticos diferentes, capaces de reflexionar sobre los mandamientos de la mujer, su alegría, su pertenencia.

La antología de 21 poemas retrata lo femenino o el feminismo… según la lectura, para encarar una dualidad entre el cuerpo propio y el ajeno, la felicidad de ella o del otro, la patria o la creencia religiosa.

Por un lado, las autoras exploran el deseo y el amor desde la visión femenina, por otro, retoman la expresión feminista de una época para denunciar la pertenencia o exaltación del pene, las reglas para ser alegres o bondadosas, o bien los sueños y la propia historia que enfrentan.

Desde la introducción, Miller hace una clara reseña de las autoras, que se convierte en una invitación a conocerlas, a disfrutarlas. En verso libre, poemas cortos o largos, lenguaje sencillo y con recursos, todo se conjuga para explorar las diferentes visiones retratadas por sus creadoras.

Las autoras antologadas son: Erica Jong, Denise Levetov, Marge Piercy, Sylvia Plath, Adrienne Rich, Anne Sexton, y Diane Wakoski.

Jong, con su poema Los mandamientos, reflexiona sobre lo que debe y lo que no debe hacer una mujer si quiere ser poeta: “Si una mujer quiere ser poeta, / debe dormir cerca de la luna a cara abierta; / debe caminar a través de sí misma estudiando el paisaje; / no debe escribir sus poemas con sangre mensual. (…) no debe escribir odas a sus abortos; no debe hacer caldos de vieja carne de unicornio.” (7) Y en Envidia del pene, comparando la labor creativa del hombre y la mujer, dice: “Envidio a los hombres que pueden anhelar / con infinita vaciedad / el cuerpo de una mujer (…) Pero ya que soy mujer, / debo no sólo inspirar el poema / sino también escribirlo a máquina, / no sólo concebir al niño / sino también darlo a luz (…)".

Con Denise Leveton, entre la hora de dormir y el dolor del matrimonio, destaca Nuestros cuerpos, donde hombre y mujer se funden entre el amanecer y la puesta de sol.

Para Piercy “La más clara alegría / es el cese de un gran sufrimiento. (…) Respirar es bailar. / Muda y enteramente / como la albahaca en la ventana / levanto la nariz al solo.” (16)

En Plath “La bondad se desliza por mi casa.” (18) para enfrentarla al hombre de conquistar, mientras clava, anestesiada, como mariposa desesperada.

Para Adrianne Rich, su denuncia es “Soy una mujer en la plenitud de la vida con ciertos poderes, / y esos poderes severamente limitados / por autoridades cuyas caras raramente veo.” (21) Y también plantea que “yo soy la mente viva que no pueden describir / en su idioma muerto / el sustantivo perdido, el verbo que sobrevive / sólo en infinitivo / las letras de mi nombre están escritas entre los párpados / del recién nacido” (23)

Diane Wakoski representará el vacío que puede vivir una mujer ante una sociedad dominantemente masculina: “Un hombre me preguntó / la historia de mi vida. / Dije / que yo no tenía / historia. / Que todas mis historias eran vidas, / como hongos, / aparentemente sin raíces (…)” (37)

Esta antología es una excelente oportunidad para conocer una visión, desde sus autoras, del mundo que les rodea. Y claro, conocer autoras que pocas veces leemos en México.

La colección Material de Lectura de la UNAM incluye más de un 130 títulos, dónde éste se convierte en un testimonio mudo de la calidad poética de una época, de un país, que a pesar de los grandes avances democráticos y sociales, aún conlleva una viaje lucha de género, que hoy más que nunca, se vive en las calles, en el discurso, en el sentir.

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