lunes, 25 de febrero de 2019

Dos vidas, dos mujeres: La cazadora de astros


Reconocida como una de las voces más importantes de la literatura latinoamericana, Zoé Valdés nos obsequia una novela que puede alcanzar lo místico: La cazadora de astros (2008)

Editada en español por Plaza Janés, esta obra de la escritora cubana retrata entre sus páginas a una de las autoras femeninas más reconocidas del arte, Remedios Varo. Tan enigmática como su expresión artística, se dice que Remedios se perdió en una playa, entre los astros que tanto buscó retratar en su pintura.

En esta narración, la autora entremezcla dos vidas separadas por el tiempo: una escritora cubana envuelta en un mal matrimonio vive en París, tiene diversas aventuras –incluyendo unas sesiones casi inocentes de fotografías al desnudo- a medida que no sabe a dónde o con quién ir. En paralelo, se retoman los años más importantes de Varo y su andar errático por la Europa de las entreguerras.


El texto está dominado por diversos recursos narrativos que le permiten atemporalidades y momentos específicos de los personajes femeninos: cartas, fragmentos de diarios, notas, reseñas; a medida que nos comparte notas periodísticas, descripciones y amplios diálogos que van conformando el universo de los personajes.

La escritora que narra, prácticamente la protagonista, va recuperando los trozos de su vida a medida que nos presenta su Cuba contemporánea: las carencias, los privilegios, el servicio exterior, las denuncias, los espías, los compromisos, el juego de vivir fuera de un Estado que lo puede saber todo. Sus viajes a la isla también nos retratan los fragmentos de la vida cotidiana de las décadas de los ochenta y noventa.

Mientras tanto, se explora de una forma casi onírica a Remedios Varo: su amistad con grandes autores europeos y latinos de la Vanguardia, sus vivencias paupérrimas pero llenas de amor, su expresión artística, su poner visualizador, y claro, sus obsesiones que se transfieren como letimotivs en las pinturas.

Historia y expresión humana se entremezclan en esta poderosa obra donde los personajes femeninos son todo menos estereotipos: sus universos propios que se enfrentan, cada quien a su manera, a la sociedad que les ha tocado vivir.

El descubrir a una llevará a un descubrimiento propio. Y delinear a una mujer, llevará a delinear a la otra. Pasado y presente en un solo momento, un solo astro que todo lo ilumina y lo aclara.

Una excelsa novela para reconocer a una figura importante del arte contemporáneo, y a la vez, esos personajes femeninos poderosos, que pueden vivir fuera de las páginas.

La edición se acompaña de epígrafes, agradecimiento de Valdés, la pintura “La cazadora de astros”, la bibliografía consultada y una breve pero significativa entrevista de Varo con un personaje desconocido. Sobre el surrealismo y, entre líneas, el propio vivir.

En este espacio se ha reseñado Una novelista en el Museo del Louvre: entre la erudición y la aventura (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2017/06/una-novelista-en-el-museo-del-louvre.html), Cuba: El idilio amoroso y el cambio social (novela Te di la vida entera) (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2010/07/cuba-el-idilio-amoroso-y-el-cambio.html), Cuerdas para el lince, una antología poética (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2017/07/cuerdas-para-el-lince-una-antologia.html)

lunes, 18 de febrero de 2019

Desde el desierto: la Scherezade de Piñon


Nélida Piñon, nos obsequia una visión diferente, erótica, misteriosa, llena de vida y de temor sobre Scherezade en Voces del desierto (2006)

Editada por Alfaguara, traducción de Mario Merlino, esta novela consagra la riqueza del lenguaje de la autora brasileña, quien narra rayando en lo lírico. Pocos pero significativos personajes se conjugan en la narración: Scherezade (su protagonista), Dinazarda (hermana de Scherezade y en ciera manera su antagosnita), el Visir (padre de ambas, al servicio del califa), el Califa (enigmática figura que aquí tiene poca voz y mucha acción), Jasmine (una de las mujeres del harem que será clave en la historia) y Fátima (quien cría a la protagonista)


Desde la primera frase, nos enfrentamos a un personaje que rompe con los paradigmas: “Scherezade no teme a la muerte. No cree que el poder del mundo, presentado por el Califa, a quien su padre sirve, consiga decretar mediante la muerte el exterminio de su imaginación.” (9) Y es que la hija de Visir nace en uno de los poblados del desierto, que harán en ella profunda huella a través de las historias de Fátima, la criada que le orienta en vida. Posteriormente, gracias al trabajo de su padre, se mucha con Dinazarda al palacio real, donde aprenderá aquello destinado a los varones o a los ricos, situación que aprovechará en su momento.

La anécdota se asemeja a Las mil y una noches, y si bien leemos de Aladdín o se Simbad, lo importante en esta novela no son esas historias que la protagonista sabe narrar e hilar cada noche para salvar su vida, aquí lo valioso con las reflexiones que el narrador deja entrever.

Dominando las descripciones y las introspecciones de los personajes, ese poderoso narrador omnisciente compite en calidad narrativa con la protagonista, dejando ricas visiones del presente.
En esta ocasión, en voz y pensamiento del propio Califa, recobramos la historia de sus héroes y parientes, quieren expandieron las fronteras del reino, y de su propio padre quien lo hizo poderoso. Ahora a él le toca hacerlo aún superior en lo político y, por qué no, en todos los aspectos que Alá le permitan.

Sin embargo, ese crecer de amigos y enemigos, su propia esposa le falta al respeto al estar con uno de los hombres de confianza. Eso hace al Califa –de acuerdo con su propia narración- en desconfiar de toda mujer y ejecutar la sentencia que marcaría al reino por muchos años: matar a toda doncella que deje de serlo en sus aposentos, entregada al verdugo, porque no merecen vivir.

Hasta que conoce a Scherezade. Le llama la atención su seguridad, la forma en que mueve su cuerpo para satisfacer los actos netamente carnales, pero más aún su habilidad de contar historias. Consciente de ese poder, cada noche le perdona la vida para escuchar un poco más.

Salvando su vida, las hermanas comienzan a entreteje una red de cuerpos, historias y trampas donde las voces se combinan con los olores, los juegos, los retos al monarca –que eventualmente descubre todos- pero que decide jugar con ellas para dar una oportunidad.

De esta manera, aunque salvando la vida, la protagonista quiere retomar el desierto y aquel amor que le tiene Fátima, sabe que no puede solicitarlo y posiblemente nunca tendría el permiso, porque vale la pena modificar esa costumbre salvaje de eliminar a las mujeres. Sabe que hay más. ¿O no? “¿Qué será de ella entonces, sin rumbo y sin historias, en caso de que el soberano le perdone la vida? ¿Acaso la imagen de una mujer convertida en cisne, tortuga, anémona? Bien sabe que no hay piedad en aquel corazón.” (241)

Llena de temores, las hermanas involucran en el juego a Jasmine, quien ofrece un cuerpo similar a Scherezade, aunque no su destreza verbal. Si bien es una obligación del propio cuerpo que el Califa se empeña en desempeñar, poco a poco los juegos eróticos van ganando terreno entre las historias hilvanadas, hasta construir un universo propio donde todos juegan, disfrutan, erotizan.

En esos tintes la novela destaca: capaz de combinar las reflexiones, los juegos líricos, las situaciones narrativas, haciendo que aquello que aparentemente no tiene vida, logren prolongar –precisamente- la vida cada vez más.

Un tirano en su expresión más completa y, a la vez, profundamente humano que rompe con el estereotipo clásico. Así el Califa podría dejar el papel de machista-todopoderoso para construir en su momento una sentencia, en su propio pensamiento, nos permiten identificar otro futuro: “Gracias a su tiranía, responsable de un hecho inicialmente deshonroso, la historia de su pueblo se consagraría para siempre. Una edificación verbal más poderosa que cualquier mezquita o palacio erigidos con piedra, cal y sudor.” (312)

Más que una novela feminista, el texto se convierte en un profundo ejercicio sobre el valor de la mujer, el profundo de dolor de una persona con poder, y en la habilidad de cambiar, que requiere muchas veces aún más poder y conocimiento que las simples decisiones tiránicas.

Una excelente novela para profundizar en una historia clásica, un ejemplo de la riqueza narrativa e Piñon, que consagran ese poder narrativo que tiene y que la hacen una de las mejores voces de la literatura brasileña y, claro, latinoamericanas.

lunes, 11 de febrero de 2019

Una novela negra desde Argentina: Que de lejos parecen moscan


Una singular historia de crimen, venganza, persecución, violencia, delirio, una excelsa novela negra por el argentino Kike Ferrari.

A través de Alfaguara Negra (Narrativa Hispánica), el autor presenta Que de lejos parecen moscas (2018), frase persuasiva arrancada de un diálogo en la misma narración: seres que en el espejo retrovisor son muchos y alejados parecen moscas, como seres insignificantes que sirven de fondo.

En la narración, el señor Machi es un dandy, conocedor de su negocio y dispuesto a todo con tal de conseguir lo que quiere. Pero esa firmeza de carácter y de espíritu es, precisamente, lo que le ha generado tanto enemigos, que de pronto se reproducen como moscas.

Un día, en su BMW, aparece el cuerpo de una mujer, y con ello, una especie de urban-road-movie que va por los rincones de Buenos Aires, una ciudad llena de contrastes y de personajes –igual que el protagonista- dispuestos a todo.

En trece capítulos, tal vez hacia el buen augurio, el protagonista trata de aclarar los anónimos que van llevando de una pista a otra, mientras busca en su pasado, para saber quién se ha atrevido a darle una estocada al emperador.

Éste, mientras presenta un fuerte conflicto con su familia y se droga para entender la violencia que ahora le toca recibir, va manejando su automóvil y con ello tratando de encontrar el rumbo de su propio presente.

Una narración trepidante, personajes estereotipados pero cargados de emocionalidad, unos diálogos arrancados de la realidad, y un ritmo vertiginoso, cual automóvil a más de 180 kilómetros por hora, hacen de esta novela un excelente ejemplo de la novela negra contemporánea.

Si bien un crimen detona la narración, la búsqueda de respuestas y las reflexiones del emperador, crean una especie de encantamiento con este antihéroe, al cual puedes odiar desde que dice “Querés”… e intrigarte con él frente a unos ojos fríos…

Excelente narración para conocer a Ferrari y buscar más de estas historias, de estos personajes, de estas situaciones que parecieran tan reales como una noticia del periódico, aunque el autor nos aclare que “lo que acabás de leer es una obra de ficción, cualquier parecido con personas o situaciones de la vida real bla, bla, bla.

lunes, 4 de febrero de 2019

Y seguimos con cuentos “El último de la estirpe”


En este espacio se habrán dado cuenta que busco autores “diferentes” o reconocidos por la crítica, pero no necesariamente best-sellers. Otras veces, las ofertas en las librerías invitan a conocer nuevos autores, que con editoriales afamadas llegan con uno o varios de su extensa obra al español. Y además de precios muy accesibles. De esa manera, gratas sorpresas de calidad literaria invitan a engrosar el librero familiar.

Tal es caso de la antología de cuentos El último de la estirpe (2016) de la autora suiza Fleur Jaeggy, quien escribe en italiano y tiene más de 50 años de una exitosa carrera literaria.

Por TusQuets Editores (Colección Andanzas, 870) conocemos en español su obra, principalmente de novela y cuento.

20 cuentos conforman esta colección, que entre 2 y 10 páginas encierran universos propios, capaces de transportarnos a diferentes ambientes y momentos en las vidas de sus protagonistas.


Destacan a mi gusto:
·       Soy el hermano de XX. Que narra en primera persona la biografía “de un hermano”, y los sentimientos más trascendentales que sobre otro ser podemos tener.
·       El gentilhombre y el lagarto. Una visión onírica donde se explora qué es el vacío y la alusión de la soledad.
·       Agnes. Un viaje espiritual con tintes cristianos, donde se recuerda a un ser fallecido 5 años atrás.
·       La sala aséptica. Una breve pero profunda reflexión sobre la vejez en primera persona.
·       Un encuentro en el Bronx. Entre el frío y el calor, un fugaz encuentro de dos personajes y el pasado que encierra un hola y un adiós.
·       Trópicos. La relación, desde la visión del protagonista, entre su hermana y él, la distancia, los años y la familia que gira entorno a ellos.
·       Gato. Un agudo observador, un singular gato.
·       Nombres. Dos personajes recorren algunos puntos de Europa, los horrores de la Segunda Guerra Mundial, y el delicado juego de la victimización.
·       El ángel suspendido. En medio de la Alemania Democrática y la Navidad, un niño explora el momento a su alrededor, las esperanzas y las desesperanzas de su vida.
·       F. K. La protagonista llega a un departamento, busca a una amiga, la vecina le abre. Comienza a recobrar el pasado. Y el presente, incierto.

El cuento que da nombre a la antología, retrata las familias centenares que en chalets o castillos cuelgan sus retratos, crecen sus negocios, pierden sus fortunas, buscan un sentido a su ser.

Con descripciones breves, frases cortas, personajes definidos a pinceladas, los elementos narrativos de Jaeggy se conforman como potencializadores de la experiencia humana.

Personajes que muchas veces carecen de nombres, pero que representan edades, géneros o inquietudes de la vida cotidiana.

Una excelente colección de cuentos, breves muchos de ellos, que logran despertar una sonrisa, una reflexión, un sentimiento diferente del siguiente.