domingo, 27 de abril de 2014

A propósito del Día internacional del libro…



Qué es mejor ¿Tener un cerro de libros sin leer, o sin leer más allá del cerro? ¿Comprar un libro o una película? ¿Ver la película o leer el libro?

Lo que bien es cierto… todo cuesta, pero leer y disfrutarlo, no tiene precio.

Que tus hijos te pidan un libro sobre un dulce o un juguete invaluable. Ver a la gente haciendo fila para comprar un libro, a la gente leyendo en el transporte público, saber que hay lista de espera para un libro nuevo, no ve nada mal.
 
Saber que prestas un libro a un amigo y luego se compra la serie… ¡excelso! Dicen que es tonto el que presta un libro, y más el que lo devuelve, pero si tienes la dicha de compartir un libro, adelante.

Novela, cuento, teatro, poesía, ensayo, histórico, enciclopedia, todo, todo, todo se vale. Incluso bestsellers, libros raros, ediciones o traducciones diferentes… cada uno esconde algo mágico, algo invaluable.

Frente a las diversas opciones para leer (prestar, rentar, comprar, intercambiar, bajar, grabar) triste es saber que en México la gente lea menos de 1 libro en el año. Mi máximo han sido unos 18 al año, me encantaría leer más, así que buscaré nuevas opciones para lograrlo.

Fantástico quien tiene un estante lleno de libros, pero más el que DE VERDAD LOS LEE TODOS. Ya sea por orden de compra, por autor, por premio, por editorial, por la programación que sea, pero que lea.

Triste que detengan una puerta, excelente recargarte en una para leer. Fantástico tener libros electrónicos, triste que no se pague por ellos para reconocer el trabajo del escritor, del editor, del vendedor. Triste llegar a una tienda que no tiene libros, o peor aún que preguntas por un libro que sabes que existe y el dependiente con cara de “aquí tengo el nuevo bestseller de…” (pero bueno, todavía peor un vendedor de libros que ni siquiera sabe el valor de algunas joyas que te encuentras por 20 pesos, por 3 dólares, o 1 euro en el área de “liquidaciones”).

“Priceless” quien regala libros; tener acceso a bibliotecas que urgen a tener sus puertas abiertas (no hay que ser mayor de edad ni pedir permiso); prestar una Tablet para el fragmento, tomar de la librería o bajar un capítulo gratuito para enganchar la lectura…

En los libros hay viajes, maravillas, sentimientos que no crees tener; la invitación a reír, llorar, cantar, extrañar, maravillarse, mucho más; la sensación de transportarte al pasado o al futuro, enfrentando en formas diferentes al presente. T

¿Que si me gusta leer? Mis hijas repiten mucho una frase de película… y la copio, “no me gusta ME ENCANTA”. Te invito también a leer, a disfrutar, a ir más allá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario