La antología poética Material de lectura 219 de Gioconda Belli, publicada
por la UNAM, ofrece una visión íntima y visceral del cuerpo femenino, la
identidad y la experiencia de ser mujer. Contiene una nota introductora de Ileana Rodríguez: Alfarera
de sí; nutrida de tiempo, que da el panorama de esta importante autora nicaragüense.
Perseguida por el gobierno de su país y
viviendo en el exilo, a través de una poesía fresca, atrevida y sensorial,
Belli celebra su sexualidad y su cuerpo, explorando temas como el deseo, la
maternidad, el amor y la política desde una perspectiva profundamente personal
y feminista.
“Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres
humanos.
Tejió delicadamente mis
nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me
hacen mujer todos los días
por las que me levanto
orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.” (9)
Esta antología de 20 poemas se distingue por su
lenguaje corporal y sensorial, donde la autora utiliza imágenes de pliegues,
hondonadas y hormonas que irrigan los nervios para describir la geografía de
sueños e instintos de una mujer orgullosa de su sexo.
“Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido:
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio, me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la “niña buena”, la “mujer decente”
la Gioconda irreprochable.” (10)
La poesía de Belli se caracteriza por su
corporeidad, donde el cuerpo se convierte en un catalizador de emociones y
experiencias.
“Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire
que te nutre
acarrea también parásitos,
moscardones,
menudos insectos que
buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es
sólido y grande en ti.
No pierdas la compasión,
pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a
esconder quién eres,
lo que te obligue a
ablandarte
y te prometa un reino
terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.
Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar
sola,
a dormir en la
más absoluta oscuridad sin miedo,
a que nadie te
tire sogas cuando ruja la tormenta,
a nadar contra
corriente.
Entrénate en
los oficios de la reflexión y el intelecto.
Lee, hazte el
amor a ti misma, construye tu castillo,
rodéalo de
fosos profundos,
pero hazle
anchas puertas y ventanas.” (14-15)
La autora
reescribe mitos tradicionales, como la figura de Eva, para reivindicar la
maternidad y la feminidad, desafiando las visiones condenatorias de la
tradición religiosa y celebrando su deseo maternal.
Escrito en la pandemia hacia abril 2020 la
autora dice: “Todas tuyas son mis noches, / En estos días de encierro. / Los
días son todos míos / De mi boca relamiendo / El largo del largo tiempo… Me
encierro en palabras bellas / Acepto la incertidumbre / Siempre la vida es
incierta / Hoy más incierta que nunca… Para el cine y el distraje / Las noches
mías son tuyas. / Lávate bien esas manos.” (20-21)
La obra de
Gioconda Belli se erige como una celebración de la mujer y su identidad,
invitando al lector a reflexionar sobre la complejidad y riqueza de la
experiencia femenina.
“Poeta dentro
de mi soledad, / testigo de este mundo soez, / Me arrastro con mis alas pesadas
hacia la cumbre desde donde me lanzaré como Ícaro una y otra vez. / Porque
quizás. / Porque tal vez. / Porque no me resigno.” (26)
A propósito del
8 de marzo:
“Amanece con
pelo largo el día curvo de las mujeres,
¡Qué poco es un
solo día, hermanas,
qué poco, para
que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!
De la cuna
donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos
―toda la
atropellada ruta de nuestras vidas―
deberían
pavimentar de flores para celebrarnos
(que no nos
hagan como a la Princesa Diana que no vio, ni oyó
las floridas
avenidas postradas de pena de Londres)
Nosotras
queremos ver y oler las flores.
(…)
antas flores serían necesarias para secar los
húmedos pantanos
donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;
arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,
de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.
Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.
Queremos flores hoy.
Cuanto nos corresponde.
El jardín del que nos expulsaron.” (27-28)
sobre la mujer:
“La madre de mis hijas
contempla la sólida nobleza de la mayor,
la tenaz perseverancia de la segunda
la rebelde independencia de la tercera.
Ve tres mujeres florecidas
en ruta cierta al esplendor.
Ve a las que son madres
entregarse rotundas al oficio de los hijos
y piensa
que entre todo lo que hizo mal
o dejó de hacer
algo haría bien,
algo.” (31)
a su país, desde el exilio:
“Tantas veces me he propuesto olvidarte
como si fueras un amante cruel de esos que le
cierran a uno
la puerta en las narices
o uno de aquellos que cuanto más se aman
más olvido prodigan
pero nada de lo que hago lo consigue
viene el verdor la lluvia el viento
el revoloteo de los papeles en las calles
el roble derramando sus flores como cáscaras de
seda en las aceras
el rostro del chavalo con el trapo
su sonrisa que cruza y trasciende la pobreza
viene el atardecer sobre el perfil puntiagudo
del volcán a lo lejos
las nubes derramando pintura roja y púrpura
sobre el cielo
el hablar deslenguado rápido juguetón de la
gente
y todo lo que maldigo y desdigo de vos se me
deshace
y me irrumpe el amor como si me corrieran
caballos en el pecho
y te contemplo atravesada de ceibos y corteses
de madroños caobas y palmeras
y te amo patria de mis sueños y mis penas
y te llevo conmigo para lavarte las manchas en
secreto
susurrarte esperanzas
y prometerte curas y encantos que te salven.
Palabras digo puesto que son ellas la argamasa
de mi vida
y a punta de palabras te imagino una y otra vez
renacida
genial, despojada de cuanta polilla te corroe
día a día los
cimientos.
Arranco de tu pelo a los que te venden te roban
y te abusan
te cuento cuentos en la esquina de mi almohada
te arropo y te tapo los ojos
para que no veas los verdugos que llegan a
cortarte la cabeza.
Tierra
Paisaje
Yo moriré
Morirán mis angustias
pero vos seguirás
anclada en el mismo lugar
acurrucando mis memorias
y mis huesos.” (34-35)
Una excelente aproximación a esta gran autora
que, desde el exilio, continua asombrándonos con lo lírico de su narrativa, y
la fuerza de sus palabras.
Ida Vitale es una poeta, crítica y traductora
uruguaya nacida en 1923, miembro destacado de la Generación del 45, que se
exilió en México entre 1974 y 1984 debido a la dictadura, y luego vivió en
Austin, Texas, hasta 2016, para finalmente regresar a Montevideo.
“Mira,
sin olvidar fatalidades, / la creciente, mas disminuida, especie. / Ánclate en
lo que tantos desdeñan, / discreta ignora lo que mundo busca, / para así
transitar, ya sin enfado, / tu bandera sin viento que desciende.” (42)
Su obra, reconocida con el Premio Cervantes y
otros galardones, explora temas como el tiempo, la muerte y el lenguaje,
caracterizada por un estilo que busca la esencia de las cosas y una profunda
conexión con la naturaleza, la ciencia y la filosofía.
“Busca ese nombre y se le esconde en el orden
del diccionario. / Olió la hoja y su recuerdo, / saltó la palabra a sus labios
/ y las letras danzaron, / unidas por un instante, / antes de volver a ser
libres.” (37)
En particular exploramos la antología publicada
a raíz del Premio Internacional Alfonso Reyes 2014, en Monterrey, México, que
distingue a aquellas personalidades que cuentan con una amplia trayectoria
humanística, y cuyo talento se ha enfocado, como el de Alfonso Reyes, a
difundir nuestra cultura -y la del mundo- mediante la palabra escrita.
“La resolana que vibra,
un breve sol en el seto,
un ts ts que al aire libra
su peligro secreto
y ya la flor disminuye ante el prodigio de
pluma
que surge y deslumbra y huye
y sólo alcanzo por suma
terca de años, en que presa
del hechizo, sigo en vano
la milagrosa destreza
que lo suspenda en mi mano
y entonces por un segundo
sentir cómo late el mundo.” (27)
Presenta una compilación de 28 poemas en “Ida
Vitale, Poemas” (UANL, 2015) también destaca:
“Expectantes
palabras,
fabulosas
en sí,
promesas
de sentidos posibles,
airosas,
aéreas,
airadas,
ariadnas.
Un
breve error
las
vuelve ornamentales.
Su
indescriptible exactitud
nos
borra.” (20)
Memoria
y vida otro de sus temas, destaca en:
“Corta
la vida o larga, todo
lo
que vivimos se reduce
a
un gris residuo en la memoria.
De
los antiguos viajes quedan
las
enigmáticas monedas
que
pretenden valores falsos.
De
la memoria sólo sube
un
vago polvo y un perfume.
¿Acaso
sea la poesía?” (22)
Una
breve pero rica antología que nos permita aproximarnos a una autora uruguaya revalorada
en los últimos años.
Verónica Gerber Bicecci escribe en Otro día… (poemas
sintéticos) (Editorial Almadía, 2023), particularmente en el prólogo: “En 1919
José Juan Tablada publicó Un día… (poemas sintéticos), una alabanza a la
naturaleza compuesta de haikus y estampas circulares diseñadas por él mismo.
Decidí reescribir sus poemas para imaginar un día distinto, casi un siglo
después, en el que más que una oda, lo urgente es reflexionar sobre la
inminencia de una catástrofe ecológica. También sustituí sus dibujos por las
fotografías que se mandaron al espacio en el Disco de oro en 1977 (una de las
pocas pruebas de la vida en la Tierra que sobrevivirá cuando hayamos
desaparecido). Estas imágenes están intervenidas con acetona para emular los
trazos originales de Tablada y, al mismo tiempo, emborronar la memoria que
contienen.”
…Los gansos “No alimente aves, / las buenas intenciones /
deforman sus alas.”
Este singular libro presente entonces una reinterpretación
del texto de Tablada, con una edición llena de colores, fotografías y diseño
particular, cierra con un epílogo de Tania Ganitsky.
…El bambú “Crece con prisa / hacia el cielo, como quien /
quiere escapar.”
Dividida en los segmentos la mañana, la tarde, el crepúsculo,
la noche, los haikús nos invitan a reflexionar, a mirar la naturaleza, a
contemplar…
El caballo del diablo “Trae noticias: / el futuro habita en
/ los puntos ciegos.”
Las cigarras: “En la ola de / calor activan su / banda
sonora.”
Hotel: “El destierro es / buscar una cama en / un no
lugar.”
Mariposa nocturna: “Soy de un lugar / en el que el tren
no se / detiene nunca.”
Las luciérnagas: “Extintas en / la luz artificial / de la
ciudad.”
Un excelente ejercicio para conocer las letras de esta
importante autoría mexicana.