En el ámbito de las colecciones cortas, la UNAM lleva muchos años presentando Material de lectura, una colección de poesía, narrativa o ensayo que nos permite conocer en escasas páginas, a grandes autores. En este resumen tenemos a:
Coral Bracho (UNAM, 2021, Material de lectura 220), con una nota introductoria de Verónica Murguía, es una antología que explora la complejidad del lenguaje poético y sus múltiples capas de significado. Aborda temas como la percepción, el deseo y la búsqueda de identidad, utilizando un estilo lírico y evocador que invita a la reflexión profunda. La poeta juega con las palabras y los sentidos, creando imágenes que desafían la interpretación lineal y sugieren una comprensión más rica y multifacética del mundo. La introducción de Murguía contextualiza la obra, destacando su importancia en la poesía contemporánea mexicana y su capacidad para abrir nuevas posibilidades en el uso del lenguaje.
Un ejemplo de su poesía: “En esta oscura verdad / que abre sus mantos y sus ebrias marcas para protegernos, / para decir que sí, / que caiga esa lluvia fina frente al umbral; / que caiga como aleteo, como irrupción brevísima.” (10) y más adelante: “Jamás imaginaron aquellos intuitivos filósofos / de la economía decimonónica / que la riqueza exorbitante / de algunos, a fuerza / del trabajo y la penuria de otros, / llevaría tan de prisa a la esclavitud, / a desmontar las leyes, / a derretir el hielo de los polos, / a acabar con los bosques…” (15)
Destaca de la autoría el manejo del lenguaje como lo hace en: “…la luz inquieta y deseable (en tus muslos candentes la lluvia incita)” (18) y “Recorrer (con las plantas ungidas: pasos tibios, untuosos: las faldas rozan en la bruma) / los pasajes colmados y palpitantes; los recintos…” (19)
Destaca un fragmento de Diario: “-¡Qué hermoso! / exclamaste de pronto. Y sin mirar, / sin entender, te volviste hacia aquel oscuro, / y ya implacable, silencio.” (37)
Con estos ejemplos los invito a disfrutar esta poesía de una autora importante de nuestra época.
Carmen Boullosa (UNAM, 2021, Material de lectura 221), con una nota introductoria de Julio Trujillo, se adentra en la complejidad de la literatura y el lenguaje, explorando la relación entre el escritor, el texto y el lector.
La introducción de Trujillo contextualiza el enfoque de Boullosa, destacando su capacidad para jugar con los límites del lenguaje y la narrativa, y la manera en que su obra invita a una lectura profunda y crítica. “Quién haya dicho que la poesía es inofensiva, miente, pues “ofender” es chicas, atacar, según la raíz latina del término, y esta selección de textos de Carmen Boullosa, sin duda nos ataca como una carga de artillería poética que no ofrece concesiones ni tregua alguna.” (3)
En esta antología, Boullosa ofrece una reflexión sobre la creación literaria y la experiencia de leer, invitando a los lectores a cuestionar la naturaleza del acto de leer y cómo la literatura puede transformar la realidad. Incluye fragmentos de antologías publicadas: Ésta es la Salvaja, La Salvaja, La patria insomne, y La impropia.
La autora combina en sus escritos la reflexión filosófica con la poesía, creando un espacio para explorar la subjetividad y las emociones humanas. “Agua profunda, / corriente que, sin ver jamás el monte, / sin conocer la selva, / diriges a tierra el mar, el ciego,…) (8) y más adelante “no hay tiempo, no hay premura alguna, / eres cuanto espacio es posible: / no hay distancia”. (8)
La fragilidad del sexo se mezcla con el deseo: “Noches de velos ariscos, tus ojos: / mi carne, toda un lento eyacularse; / frente a ellos se muere, / se cierra más allá del tacto, / se niega toda puerta, / y como un misterio te encuentra, / dentro de sí, / oración milagrosa, / vedada alteración sin nombre / que me obliga a entregarme.” (8-9) Más adelante retoma “Luz de luz t dice tu tronco extenso / y tu perfume, tu olor a cándida hierba, a lilas, a tu boca fresca, / te llama esquivamente por tu nombre.” (9)
Destaca el uso de figuras literarias, donde la comparación y la metáfora se conjugan: “Tu claro aliento, olor a yerba quemada, / lícito perfumerío de especias / que conviertes en copas de árboles inmensas / a toda la noche.” (12) y continúa “Follaje, / tomento del mundo: / haces carne del desierto / y el alma del mar inhabitable.” (13)
El dolor ante la ausencia, lo marca y lo amplifica, lo denuncia: “Mi fiel, murió. / También a él me lo matearon. / Primero, lo tomaron cautivo, / lo secuestraron; / Según costumbre / al serles inútil, me lo eliminaron, / a él, único, mi ilustrado oriente.” (31)
Su lenguaje también nos permite dibujar situaciones, casi olerlas y vivirlas, en lo común, en lo cotidiano: “¡Ay! ¡Se me quemó el arroz! / Estoy devastada. / El olor me ha dejado el alma / hediendo a trapo de cocina jediondo, / nunca seco, nunca limpio, siempre a mano.” (36) El enfrentamiento a la realidad es pleno: “Ahora sólo tenemos deudos. / Los padres entierran a sus hijos. / Los nietos entierran a sus padres / después de exhumarlos. / Los derechos humanos desentierran / para identificar / cadáveres perdidos en la maraña. / En la mesa común, solo hay arroz quemado / y silencio.” (37)
Otra autora para disfrutar y enfrentarnos a los que parece no gustarnos.
Javier Sicilia (UNAM, 2022, Material de lectura 222) con una nota introductoria de Pura López Colomé, es una colección que reflexiona sobre el dolor, la muerte y la violencia en la sociedad contemporánea. Sicilia -conocido por su activismo y su poesía comprometida-, utiliza este trabajo para abordar las tragedias que enfrenta México, especialmente la violencia relacionada con el narcotráfico.
A través de su escritura, busca dar voz a las víctimas y explorar el impacto de la violencia en las personas y en la cultura colectiva. La introducción de Pura López contextualiza la obra, destacando la relevancia de la poesía de Sicilia como una forma de resistencia y una manera de tratar los temas dolorosos de la realidad social.
El canto de amor destaca, casi religiosamente: “A pesar de las sombras / del trasquilado tiempo / el instante en que tú y yo estamos juntos / es una anunciación / el mundo se pasmaba / y tú u yo entrelazados íbamos / por los misterios de la noche / apartando los velos / hacia adentro…” (16)
Retoma un profundo conocimiento de lo religioso, lo católico: “Habla Jesús (No te vayas, María, no me dejes. / Lo que tomas de mí es poca cosa: / no se descifra el día con mirarlo / ni se sacia el deseo en la distancia. “ (19)
Aquí también lo cotidiano se mezcla con la pasión, cada rincón es un recuerdo: “Intentamos volver / de la ruina volvimos cada noche / de las ciudades intentamos volver / esperamos volver… a veces reconozco / el aroma del vino de la infancia / el sabor del hogar / el libro abierto / -había siempre un libro / desde entonces bebíamos tus ojos- / desde entonces volvimos / intentamos volver desde las ruinas / de la ciudad volvimos / esperamos volver / recordando tus ojos…” (34)
Eso cotidiano que nos marca, encierra también el dolor, la ausencia: "No hay agua aquí ni árboles
ni siquiera un vestigio de su paso,
sino calor y cemento,
cables y edificios
y la calle que sube serpenteando
hacia otra calle.
Si hubiera un árbol,
si tan sólo un árbol,
me echaría a su sombra a sentir,
pero hay tanto calor
y los pies se me incendian en los
zapatos;
si sólo hubiera un árbol en la calle,
si tan sólo una brisa donde mirar su
espalda alejándose, alejándose;
si hubiera un árbol…” (39)
La antología cierra con un profundo dolor:
“Ya no hay más que decir
el mundo ya no es digno de la Palabra
nos la ahogaron adentro
como te asfixiaron
como te desgarraron a ti los pulmones
y el dolor no se me aparta
solo pervive el mundo por un puñado de justos
por tu silencio y el mío
Juanelo.” (42)
Una fracción de su vasta obra, conocer a un autor-activista que continúa asombrándonos.
Tedi López Mills (UNAM, 2022, Material de lectura 224), con una nota introductoria de Pablo Piceno, es una antología que se adentra en las reflexiones sobre el lenguaje, la poesía y el acto de leer en sí mismo.
La introducción de Pablo Piceno contextualiza la obra, destacando la manera en que López Mills logra fusionar lo personal con lo universal en sus textos.
Lo cotidiano cobra una significación especial: “Lo más extraño de la nieve / es no haberla visto / pero convocarla / como un hábito del asombro / o una condición de ciertas palabras.” (15)
López Mills utiliza su poesía para explorar temas de la memoria, la identidad y la percepción del mundo, invitando al lector a una profunda introspección.
“Y si cambio de ritmo, can-can diezmado por la canícula de un incendio / tan simbólico que apesta a viejo, a ropa de muerto, a miedo en trance / por su invasora mañana, pandilla en fresco, punta de lanza, lánguidamente / lastrando con alguna ley cotidiana, tácita, la mezcolanza de rasgos entre agua / y piel, tobillo, codo, pantorrilla, y hacia abajo los perros de un infierno oculto…” (18)
A través de su estilo único, la autora crea una atmósfera en la que el lenguaje se convierte en un vehículo para cuestionar la realidad y las construcciones sociales.
“Éste es el periódico, / ésta es la página en blanco y negro / (me dice mi amigo del perro cojo) / Ésta es la foto de un cubo que es una casa / en un barrio que se llama El Paraíso / donde muchos cubos iguales son casas como esa cosa.” (27)
Versos largos, temas variados, algunos de pocos versos en las estrofas, otros largos… una variación de factores completan esta antología de poemas entre 1994 y 2018: Segunda persona, Horas, Luz por aire y agua, Contracorriente, Muerte en la rúa Augusta, Amigo del perro cojo, Lo que hicimos.
Otra invitación a conocer a esta importante autora mexicana.




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