domingo, 17 de octubre de 2010

Construyendo un edificio

Ana García Bergua es una de las narradoras más reconocidas de México. Con grandes colecciones de cuentos y narravita en diversas editoriales, sorprende con sus situaciones comunes y su lenguaje sencillo, pero fortaleciendo su habilidad como narradora.

Con Edificio, García Bergua construye un mundo propio, departamento a departamento, cuarto a cuarto, puerta a puerta. Con un lenguaje coloquial, arranca situaciones comunes para plasmarlas en sus cuentos.

Destaca en esta colección, ¿Y si no abro los ojos? una historia donde el personaje duerme, y es tal su sueño que se niega a despertar incluso cuando creen que está muerto; a manera de la técnica de corriente de conciencia, él asegura que solo descansa, pero no sucede así para el resto del edificio.

En Los coches, se presenta a un singular vecino: posee y vende automóviles de lujo. El viejo portero Aristarco cuida y lava sus automóviles, sin conocer el secreto mejor guardado que la procedencia de los autos.

La adolescencia y el miedo al sexo opuesto se conocer en La bolsa, historia de un chico que va por las "cocas", y por todas las demás cosas que se le ocureen a su madre mientras su padre festeja algo, él nunca sabrá qué, pero hay un festejo importante.

En un franco tono satírico, Bigamia cuenta la historia de un hombre y las dos mujeres que viven con él... y de pronto cómo cada una exige su propio departamento, y después comienza la ironía: una lo deja, la otra también, y el se convertirá -tal vez- es el segundo hombre de una de ellas.

Los tormentos de Aristarco, último cuento de la colección, arranca un trozo de la realidad contemporánea: Cómo el viejo portero cuida celosamente a una e las inquilinas, incluso con obsesión que raya en el amor incondicional, hasta que descubre cómo sobrevive a los días. Resulta que a través de su gatita, conoceremos la reverencia y el odio, al grado tal que decidirá encerrarla como muestra del desamor... hasta que otra sorpresa se descubra en el edificio.

Una colección que vale la pena leer, ágil, divertida, y también que invita a la reflexión más profunda que pueda existir: Todos podemos estar en el mismo edificio, y conoceremos la puerta, pero no el interior de la habitación de cada uno de nosotros...

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