Como mencioné en otra entrada, Fondo de Cultura Económica,
en su Colección Centzontle, se ha dedicado a recopilar ensayos destacados de
autores contemporáneos y modernos, que nos invitan a reflexionar y a hacer una
revisión de nuestro contexto social, político y cultural.
De esta colección ahora tomo a Norberto Bobbio, politólogo
italiano que falleció en 2004. Amante de
la democracia, y a la vez un ferviente crítico contemporáneo, su visión analizaba
en forma directa la vida política de su país, de Europa, y por así decirlo, del
mundo democrático.
En Democracia y secreto (2013), se reúnen diversos artículos
y ensayos entorno a la democracia y “el secreto”, que fue escribiendo a lo
largo de varias décadas, y que hoy quedan unificados gracias al prólogo de Marco
Revelli.
Haciendo gala de un lenguaje político, referencias históricas
y con el domino de un erudito del tema, Bobbio arranca señalando “existe un
poder invisible que se dirige contra el Estado y que se conforma en el más
absoluto secreto para combatirlo” (30). Entre esos atacantes está la mafia, las
asociaciones políticas, las sectas ideológicas y aquellos hombres que buscan el
poder sin medida.
Complementa su idea indicando “el poder invisible se forma y
organiza no sólo para combatir al poder público, sino también para obtener
beneficios ilícitos y recabar ventajas no consentidas por una acción a plena
luz”. (31) Con esta visión, gobiernos han desarrollado estrategias contra “los
enemigos del pueblo, que terminan siendo los propios ciudadanos que critican al
poder y buscar el crecimiento de toda la sociedad.
Esta idea invita a reflexionar sobre el valor de la
democracia, y las acciones que nuestros gobiernos están dispuestos a realizar
con tal de mantener “el orden y las instituciones” de un país.
Sin embargo, Bobbio señala que “en un régimen democrático es
absolutamente inadmisible la existencia de un poder invisible que actúa en
paralelo respecto al Estado, a la vez en su interior y en su contra, en algunos ámbitos en
convivencia y en otros en competencia, que hace uso del secreto no precisamente
para eliminarlo, pero tampoco para servirlo” (34) Esto parece retomar y combatir la antaña frase
“el fin justifica a los medios”, en fin, no por combatir un mal vas a crear un
mal paralelo.
¿Alguna coincidencia más de 20 años después de ser escrita
esta idea?
El texto va explorando casos históricos y contemporáneos,
indicando las formas de manifestarse como grupos favoritistas al Estado,
aquellos que se oponen a todo orden, incluso las formas ocultas de enfrentarlo
a través de leyes o redes de espionaje. Señala también que el ejemplo perfecto
de esta actuación en el gobierno totalitario (generalmente un dictador
militar), pero también aquellos que disfrazados de democracia imponen leyes no
claras a sus gobernados.
¿Algún caso de libertad de expresión y el Internet que se
les venga a la mente?
En este sentido “precisamente porque la democracia presupone
la máxima libertad de las personas individualmente consideradas, éstas deben
ser protegidas, en su esfera privada, de un control excesivo por parte de los
poderes públicos.” (Bobbio, 68) Si hay que supervisar, señala el autor
italiano, pero dentro del poder legal.
Un texto de 76 páginas que nos invita a conocer más de
nuestra democracia, a actuar en ella y , en especial, a ser verdaderos
ciudadanos que velan por el bienestar de su sociedad.
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