Con novelas cuentos y ensayos en su haber, Melchor explora en
Temporada de Huracanes (Random House, 2017) cómo los personajes van en una
espiral descendiendo hasta el infierno, mientras se enfrentan a su miedos, sus
pasiones, su contexto.
Con el trasfondo de cualquier puedo en México, donde hay
sendas limitaciones de estudio y económicas, donde la ciencia no existe y su
lugar lo ocupa la santería o la adivinanza, donde la miseria y las drogas
legales e ilegales combinan… todo ello va poniendo el escenario para estos
personajes atípicos.
Algunos en el seno familiar, los muchos en grupos
disfuncionales, donde la promiscuidad y lo prohibido conviven, los personajes
buscarán salir de sus círculos en busca de un mejor futuro o simplemente para
huir de su vivencia diaria.
Detona la historia la muerte de La bruja, y así comienza una
especie de descenso al infierno, donde una historia da pie a la siguiente, y
con las características de narrar la contraparte de la historia. Narrando en
primera persona, y con las referencias a otros, vamos conociendo el
enfrentamiento al desconocido, el misterio de la muerte, los excesos, la
religión, y el corto presente que rodea a cada uno.
Personajes descritos con magistralidad, diálogos y
descripciones precisas, un ritmo que avanza en forma lenta como un huracán,
pero con la fortaleza de historias crudas, el lenguaje duro de la escritora van
dando forma a un territorio casi sin nombre, pero con la oportunidad de
trascender cuando deja huella en quienes marca.
Una novela mexicana que vale la pena leer y disfrutar, a
veces invita a girar la cara, pero siempre a seguir leyendo.