De esas veces que vas a una librería y hay una mesa de
ofertas. Buscas editoriales conocidas, porque es altamente probable que los
autores sean poco conocidos o bien textos no tan comunes de autores
importantes. Y si luego estás de viaje, pues debes decidir rápido y según los
precios. ¡Zas! Serendipity a la vista.
Y es que en esos encuentros fortuitos me encontré con la
antología de cuentos Vampiros y Limones (2014), de la autora norteamericana Karen
Russell. Simplemente, una excelente casualidad que invita a conocer más de esta
portentosa narradora.
¿Y por qué portento? Russell es capaz de retomar personajes
clásicos, como el vampiro, para imprimirle una nueva personalidad, una nueva
visión. Además, en cada cuento domina una figura animal, que en un punto narrativo
se torna fantástico, increíble, impredecible, como todo buen cuento debe ser.
La antología la conforman 8 narraciones, las cuales penden
entre el cuento largo y la novela corta. Destaca el título que da nombre a la
antología: Vampiros y Limones, donde un par de viejos vampiros descansa en un
limonario, a plena luz del día, recordando su creación, sus aventuras y cómo un
limón puede o no saciar su sed de sangre. Una perspectiva diferente y única de
un personaje clásico.
También destaca una excelente historia: Devanando para el
imperio. Aquí un misterioso grupo de tejedoras de seda (con todo el proceso de
las orugas, el tratamiento para extraer el hilo, conformar el hilo y construir
las hermosas telas) van llegando de todos los rincones del imperio nipón. A través
de su protagonista, el cuento presenta a manera de denuncia la necesidad de
algunas familias de “vender” a sus hijas con la esperanza de que vayan de lo
rural o a las grandes oportunidades en la gran ciudad; pero la extrañeza de la
situación y la melancolía de casa pronto se ve superado por las condiciones de
vida de las otras tejedoras. Un giro misterioso y una gran rebelión terminan de
construir este ambiente fantástico entre las orugas y cómo se obtienen las más
hermosas telas del imperio.
Con un verdadero tono irónico y de amplio conocimiento
histórico, El estable al final de nuestro mandato es otro toque de genialidad
narrativa… Los expresidentes norteamericanos reencarnan en caballos… y a veces
sus esposas también. Diferentes épocas, perspectivas e incluso tamaños físicos
variados como tipos de caballos existentes, van nutriendo este establo
singular, donde los enfrentamientos y compromisos políticos están a la orden
del día.
Los nuevos veteranos es una desgarradora historia tan mágica
como posible: un grupo de veteranos jóvenes regresa a casa, todos han vivido
una experiencia traumática donde muere uno de ellos. Su madre, para que siempre
lo recuerden, hace que el pelotón y su propia hija –hermana del fallecido- se
tatúen el rostro del soldado muerto en acción y un fragmento de ese momento
fatídico en que estalla una bomba. Las remembranzas, la esperanza de un futuro
diferente, el sentimiento de culpa y el falso amor patrio parecen conjuntarse
en unos personajes que se conforman solos y que viven fuera de las páginas,
como el propio tatuaje parece hacer.
En sí la colección de cuentos es destacada: cada historia
tiene un elemento que destaca del anterior, siempre con argumentos diferentes,
con personajes y diálogos apegados al momento histórico y a esa dimensión que
los hace profundamente humanos. Vale la pena conocer este mundo fantástico y
considerar que los limones pueden ser otro tipo de fuente de vida.
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