domingo, 16 de febrero de 2014

Los detectives salvajes: literatura latinoamericana de vanguardia



Publicó cuentos, novelas y ensayos en vida. Póstumamente se publicó una de sus grandes novelas, según la editorial, inconclusa. De ahí fama internacionales, relecturas, ediciones en otros idiomas. Reconocimiento como una de las grandes letras hispanoamericanas de nuestro tiempo. Hoy, casi lectura obligada a los grandes lectores. 

Su primera gran obra fue Los detectives salvajes (2011) una versión moderna entre La Odisea y La región más transparente. En ella Roberto Bolaño nos lleva del tormentoso y polarizado México de la década de los 70s hacia Europa, Medio Oriente, Las regiones desérticas de Sonora, y de ahí un viaje que se prolongará por casi tres décadas.

El texto presenta tantos 2 protagonistas, Arturo Belano y Ulises Lima, jóvenes poetas que emulan el movimiento vanguardista de 1930 encabezado por el mítico personaje Cesárea Tinajero, de la cual solo existe un poema, y en una revista fotocopiada. Esta situación desemboca una serie de encuentros con múltiples personajes que viven en los márgenes culturales de la sociedad, donde las drogas y la música se fusionan con la ideología y la amalgama cultural de américa latina. Y entre ellos aparecen adultos que viven al margen artístico en él, que en medio de trabajos mal pagados, la libertad sexual e incluso la prostitución, derivan en esta odisea moderna.

De esta forma los personajes comienzan a vivir situaciones extremas entorno a la creatividad literaria, El estudio de la poesía y ña narrativa, la búsqueda de romper con las estructuras narrativas de su época.

Pero el viaje que empezó en DF huyendo de un “padrote” hacia Sonora para buscar a la poetisa perdida, se convierte en una huida por España, Francia, Alemania, Israel... donde los protagonistas se unen y se separan, conocen seres insospechados, todos mezclados con las artes, y se convierten en fugitivos de ellos mismos.
 
La historia de ese viaje, que también es un descubrimiento, nos permite adentrarnos en los sentimientos humanos, el asesinato, la locura, la identidad, la solidaridad, el amor...
 
La estructura se construye entre diarios, cartas e intertextos, que van de personaje a personaje, de época a época, siempre con un tono de narrador-personaje que nos delimita la visión de la narración.
 
A veces con diálogos largos, otras con divagaciones de los personajes que alcanzan la corriente de consciencia, ensalzado con intertextos y dibujos variados, la estructura narrativa se convierte en un vaivén de vasos comunicantes, donde una situación o una palabra se convierte en el disparador de otra historia.
 
Densa amalgama de emociones y conflictos, Bolaño va haciendo una novela total, donde la crítica al mundo literario y cultural culmina con dos grades situaciones... un Octavio Paz arrancado de la realidad en los últimos años de su vida y unos detectives que en forma salvaje se lanzan a buscar a una de las pudo ser la más grande poetiza mexicana...
 
Conocedor de la historia h los vericuetos de nuestra idiosincrasia, el chileno logra retratar una época y unos regala un excelente diario final, donde hace gala de una narración gil, en tono policial, que enfrentará a los protagonistas con una realidad intangible, y un descubriendo casi fatalista.
 
La novela representó para el escritor chileno el Premio Herralde de Novela  y el Premio Rómulo Gallegos.

¿Este recorrido de héroes que descienden al infierno moderno y logran salir de él después de un increíble viaje es recomendado? Por supuesto, pero requiere la paciencia y la concentración que toda novela total exige.

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