En la inauguración del Teatro María Antonieta Rivas Mercado
en el verano de 2013, Juan Villoro realizó una divertida conferencia, que a los
pocos meses salió en una edición de Almadía que se denominó “Conferencia sobre
la lluvia” (2013).
La conferencia, como otros textos de Villoro, es ágil,
creativa, dinámica y un amplio sentido del humor. Lo que comienza como una
reflexión sobre los libros y una analogía con la lluvia, se convierte en una
revisión de sus relaciones con las mujeres, con otros amantes de libros y,
claro, con los propios libros.
Primero aclarará, una lluvia es una analogía de la
abundancia de ideas y de libros, aunque “Hoy en día hasta un empresario habla
de “lluvia de ideas”. Las metáforas se abaratan. No hablaré de “lluvia de ideas”
(P18) Por eso mismo aclara que “La literatura es un lugar en el que llueve. He dedicado
buena parte de mi vida a coleccionar chubascos literarios” (P19) Coincido con
el: hay que dejar que llueva y que no moje todos los días… aunque haya charcos donde
se acumulen los libros.
Contada en primera persona, con múltiples referencias
culturales y contextos sociales, el narrador-personaje sabe los límites de su
discurso: “La conferencia es un género menor, pero permite que ciertas ideas
entren al corazón de los oyentes” (P20) Y vaya que nosotros mismos lo dejamos
entrar, prestamos los oídos a la lluvia que nos caerá, como Noé mismo pudo
hacer.
La conferencia deja entrever un futuro próximo: “Tal vez, en
el futuro, todos los libros se descarguen en una tableta encendida y sus letras
caigan como una lluvia solitaria… [pero] los volúmenes impresos en
papel obligan a que las personas se conecten; pasan de una manos a otras” (P21)
Casi como una visión, podrá haber medios digitales, pero el físico siempre es
positivo, al cabo “Todo lo que nos rodea ya es un libro, y la biblioteca es su
resumen” (P23)
Y sobre la misma biblioteca nos dice “Una biblioteca es una
lluvia que se detiene” (P28) Se detiene para que los lectores busquen en su
abundancia nuevas aventuras, reflexiones e inquietudes. Al cabo, agua no falta.
Libros tampoco.
De pronto la conferencia deja el tema de los libros y la
biblioteca para hablar de su relación con Soledad, su manejo y su locura por
los libros, que además de clasificarlos prácticamente no quiere que los toque
(a lo mejor tampoco a ella) pero todo tiene un límite. Esa relación, como una
sequía, termina y le da la oportunidad de conocer el amor de nuevo. “Laura me
eligió como se elige un libro en una biblioteca. No sé qué clase de texto fui
para ella” (P40) Esa nueva relación le permite buscar una nueva aventura, y
disfrutarla: “Laura era un libro que yo abrazaba sin comprender su significado.
Un libro único, valiosísimo, escrito en una lengua desconocida” (P46)
Después entra un intertexto fantástico, una edición de “Las
mil y una noches” que de tan rara que no quiere prestarla… un verdadero amor
por los libros. “Entre perder una amistad y perder un libro, cualquier
bibliófilo prefiere perder una amistad” (P46) ¡Qué cierta puede ser esta idea!
Además de reflexionar sobre la lluvia, la abundancia, el
amor, las obsesiones y mucho más, la conferencia de pronto dará comienzo y el
texto toma un giro inesperado…
Estamos ante una excelente narración para disfrutar y recapacitar,
para pensar ¿qué significar para nosotros el mundo de los libros? Ánimo, aunque
caiga un chubasco o un aguacero, la invitación es clara: hay que leer. Coincido
al 100%.
Juan Villoro es un excelente autor mexicano, novelista, cuentista, ensayista y amante del soccer. En este espacio comentamos la colección de enayos "Dios es redondo" en http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2012/02/este-es-el-titulo-de-una-coleccion-de.html
Juan Villoro es un excelente autor mexicano, novelista, cuentista, ensayista y amante del soccer. En este espacio comentamos la colección de enayos "Dios es redondo" en http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2012/02/este-es-el-titulo-de-una-coleccion-de.html
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