Es bien sabido que Carlos Monsiváis, en palabras de Octavio
Paz, es un género literario. Su mezcla de crónica y narración, su sentido
analítico y crítico, la visión que incluye y enfrenta, su enfrentamiento a lo infundado
y a los cánones sin sentido, hacen de sus textos una fuente de conocimiento y
de reflexión.
Ahora comentaremos Misógino – Feminista (2013), una
antología que recorre 35 años de carrera y pensamiento en 20 artículos. De ellos,
algunos publicados en la revista Debate Feminista, y otros publicados en otros
espacio.
Esta antología, para quien le gusta profundizar en el sentir
de la mujer, de esa figura emblemática de nuestra cultura, es perfecta.
En sí los textos, presentados en orden cronológico, son
construidos con el sentir de Monsiváis: datos duros, observaciones críticas,
punzadas de humor y cinismo, que se combinan con reflexiones que nos permiten
decir ¿es lógica la devoción hacia la mujer – la esposa ante la amante – el sentir
de la patria?
Con su erudición, este autor mexicano nos lleva al cine, a
la literatura, a la televisión ¿qué papel han jugado estos medios en la
mitificación del papel de la mujer en la sociedad mexicana?
Otros artículos exploran el inicio de la lucha feminista, la
historia del voto, las jóvenes – las esposas – las madres, incluso su repercusión
en la política y en la constitución de la familia mexicana.
Destacan a mi gusto dos grandes revaloraciones: Rosario
Castellanos y Frida Kahlo. La primera, por ofrecer una visión diferente de la
autora chiapaneca; la segunda, por el recuento histórico de esta figura que
pasó de ser la esposa de Diego Rivera, a pintora, a icono cultura, a símbolo
pop del feminismo.
También pone en la mira dos figura del feminismo: Nancy
Cárdenas, que sin escandalizar apoyó las causas de la minoría, aun a costa de
su propio sentir. Susan Sontag, aquella escritora que logra elevar el SIDA a
pandemia y a una revisión del dolor de otros. Ambas mujeres, ambas grandes
pensadoras.
Entre las temáticas que se trabajan a manera de ensayo no
pueden faltar los grandes temas de nuestra sociedad: la homosexualidad y el
lesbianismo, el aborto, la religión, el mundo del siglo XXI y, claro, cómo en
México tal o cual postura sigue generando debate, sentimientos encontrados,
miradas y chismorreos, y ante todo, críticas y señalamientos.
Lo cierto es que encontrar a una mujer es tarea fácil. Son más
de la mitad de la población mexicana. Pero tener una actitud de iguales y, en
especial, de lucha para que sea igual, no lo es. Este texto nos lleva,
precisamente, a reflexionar sobre los extremos de la misoginia y del feminismo:
opciones encontradas que buscan un término medio.
Cada texto es una época, una visión, un tema a debate. Y curiosamente
aquellos de 1973 o 1978 lejos de estar perdidos en el tiempo, son perfectamente
vigentes. ¿Hemos evolucionado? Me atrevo a decir que poco.
Estamos rodeados por mujeres, diría como hombre, felizmente
rodeado por ellas. Y que cada uno sea parte de la integración y la valoración
adecuada de la mujer. No es solo una moda, es realmente una obligación para
nuestra sociedad y cada uno de nosotros.
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