lunes, 4 de mayo de 2020

Nuestro mundo muerto: de Bolivia hacia el futuro


Una interesante colección de cuentos desde Bolivia es Liliana Colanzi, con la antología de cuentos Nuestro mundo muerto (2016, Almadía)

Los ocho cuentos que conforman la antología nos permite reconstruir un mundo en crisis, a manera apocalíptica y ante nosotros mismos como seres humanos.

Con un lenguaje franco, abierto, juvenil, la autora va construyendo diversos mundos. Entre lo grotesco y lo sexual, Colanzi va retratando momentos llenos de humanismo con un toque de fantasía sobre el apocalipsis o el fin de muestro mundo.


En El ojo, una chica y su controladora madre conviven todos los días, siendo la prudencia ante el otro sexo lo que controla vida… hasta que un encuentro sexual en un cine detonará el encuentro ante el Enemigo y la razón de existir de la chica.

Alfredito pareciera la historia de una ciudad o pueblo cualquiera, donde un día la narradora –una niña de unos 10, 12 años- mientras su nana la peina escucha que ha muerto un compañero de la escuela, Alfredito. Esto detonará una serie de reflexiones y, por qué no decirlo, de diálogos familiares y de amigos entorno a la muerta y a las posibilidades del más allá, donde el niño muerto será el centro.

En La Ola, se entreteje una historia de males y casi magia. Extraños sucesos cada cierto número de años, provocando pleitos y riñas familiares, enfrentamientos de pareja, discusiones inesperadas, incluso vergüenzas. La narradora, que va desde adulta a niña y de niña a adulta narra cómo corría a esconderse a la cama de sus padres para evitar la ola y sus efectos. Un día, confiesa que su padre es un asesino y cómo se ha transformado hasta olvidar quién es, eso la motiva a huir. En un taxi, un diálogo con un taxista provocará un giro inesperado en su propia vida, descubriendo la fuerza de la magia o de los maleficios. ¿Su vida es así por “la Ola”?

Meteorito comienza con la historia de un meteoro que termina estrellado con la Tierra, mientras una familia ve cambios inexplicables en ellos mismos, mientras las bolas de fuego y los efectos del cometa llevarán a un viaje sin retorno.

Caníbal –a mi gusto el mejor cuento de la antología, narra la vida de dos jóvenes que llegan a París. En la ciudad se ha detectado a un caníbal que ataca al azar y la ciudad está atemorizada. Lo que parece ser una pareja común amándose en la ciudad luz, resulta ser Vanessa y el narrador-protagonista, quien nos devela quién es su pareja y su trabajo. Ella sale a trabajar y mientras espera, la persecución del caníbal se intensifica, y poco a poco él mismo también comienza a preguntarse quién es Vanessa y qué hace. Lo importante es que le ha permitido viajar y disfrutar, no importa el precio. Y en realidad sí importará.

Chaco arranca con una disertación sobre el valor o la implicación de cada palabra, como solía decir el abuelo del narrador-protagonista. Él nos dirá que su abuelo vivía alcoholizado, al grado que su mamá y ella lo iban a buscar al bar de costumbre. Su madre tartamudea, y la narración nos recrea onomatopéyicamente esta situación, hasta que el protagonista decide huir. Se encuentra con un camionero que le dará un aventón a costo de un favor sexual, él accederá y lo que comienza como algo asqueroso termina siendo placentero, como la oportunidad de vivir con su salvador.

El cuento Nuestro mundo muerto, que da nombre a esta antología, es un relato fraccionado, lleno de diálogos y reflexiones frente a la humanidad que ya habita en otro planeta. La “Lotería Marciana” habría la posibilidad de viajar a un nuevo futuro, mientras el mundo terrestre continuaba muriendo. La posibilidad de generar nueva vida en otro planea será tan deseable como la protagonista quien también hará lo necesario para generar su propia nueva vida.

Cuento con pájaro nos acerca a las anotaciones de un diario, el de una mujer recién divorciada que busca nuevos horizontes en un pueblo lejano. La presencia de los nativos, con ese despectivo indio que se deja ver en otros de los cuentos, le da un toque de misticismo al lugar. Alejados de las grandes ciudad, con pocas noticias y lujos, la protagonista va conociendo a los diversos habitantes y vecinos de casa su tía, mientras recuerda al mejor aliado de la mujer moderna, el rivotril… Entre las expediciones y las vivencias en la hacienda los días comunes parecieran tornarse de locura y un viejo tic tac se impone…

Con estas historias, la autora logra crear mundos extraños que entre la magia y la ciencia ficción hablan de la decadencia humana y lo frágil de nuestras propias decisiones.

A ciencia cierta, nuestro futuro yace en nosotros mismos, o en otro planeta…

Una antología interesante para conocer a nueva voz narrativa, con la nota de que el lector se enfrentará a situaciones incómodas tanto en lo sexual como en el lenguaje, de manera tan real como la vida diaria de este mundo que parece estarse muriendo…

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