La autora británica J. K. Rowling cuenta en el prólogo que El ickabog (2020, Penguim Random House-Salamandra) fue escrito y leído a sus hijos. Muchas versiones se fueron ajustando, hasta que finalmente se guardó en un cajón. Tuvo que llegar una pandemia para que la autora decidiera ir publicando los capítulos en un sitio de internet, a manera de fascículos como aquellos que se solían publicar en los periódicos.
Ahora, con la intención de
promover la creatividad y la lectura infantil, decidió convocar a un concurso
de dibujos, donde invitaba a niños de todo el mundo a mandar cómo visualizaban
a tal personaje o tal situación. El resultado es un exquisito libro, donde
queda en manifiesto no solo una fábula moderna sino la creatividad de niñas y
niños alrededor del mundo, desde España hasta México, desde Colombia hasta el Paraguay.
La historia comienza en un reino con
un rey que se considera generoso, donde su gente es feliz. Sin embargo, éste es
vanidoso y le gusta ser alagado, pero escucha fuertemente a dos de sus
consejeros, que harán todo para hacerse de riqueza y poder.
La oportunidad perfecta llega con
un relato que impresiona al rey: un campesino asegura que su perro fue devorado
por el ickabog, un ser que se esconde en un pantano y mata a todo aquel que lo
quiere enfrentar.
Motivado por sus consejeros, sale
a su búsqueda, pero en medio de la neblina solo se encuentra con miedo y temor.
Aquí comienza una serie de confusiones y enredos que provocan la miseria y el
temor en el reino de Cornucopia.
Los años pasan y gracias dos
jóvenes que de niños vivieron las desgracias que la persecución del misterioso
ser que ataca personas. Muertes, privaciones, abusos de autoridad y desapariciones,
todo se combina hasta que un personaje nuevo entra en escena y precipita el
cambio en la narrativa.
La autora inglesa nos regala así
una fábula, donde la amistad y la fidelidad se sobreponen a la avaricia y al
miedo; donde los personajes –brevemente descritos y con personalidades muy
marcadas- se combinan para generar esta visión de esperanza en medio de la
adversidad.
Los personajes “malos” dan el
tinte aleccionador a la historia. Mientras los amigos luchan contra los
estereotipos, los villanos conocerán los límites de sus propias mentiras.
Una historia fresca, sencilla, que
nos recuerda valores importantes y nos invita a reflexionar sobre la vanidad y
el sentirse adorado sin una razón.
Al final, el ickabog invitará a
una lección más grande: el valor que damos a las apariencias, la necesidad del
diálogo y la escucha, la oportunidad, simplemente, de ser mejores.
Una historia infantil con tintes para más grandes y todos aquellos que buscan disfrutar de la creatividad a medida que aprender más de nuestros propios miedos y fortalezas.
En este espacio comentamos previamente su trabajo en The casual vacancy (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2014/04/the-casual-vacancy-adios-la-magia.html), su discurso Very good lives (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2015/12/muy-buenas-vidas-un-discurso-diferente.html) y algo muy breve de la serie Harry Potter (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2010/01/me-considero-un-buen-lector-y-por-ello.html)
No hay comentarios:
Publicar un comentario