Como un buen regalo del día del padre, llega a mis
manos este testimonio/entrevista/relato llamado Los rostros de la salsa (2020,
Tus Quets Editores, Colección Andanzas) sobre un movimiento musical latino que
toma lo mejor del son cubano con el sonido de los barrios latinos de Nueva York.
El afamado escritor cubano Leonardo Padura, apasionado de
la música, retoma entrevistas de más de una década para responder: ¿Qué es la
salsa? ¿Un género, una onda, un refrito, un movimiento o simplemente algo que
se le pone al pescado? ¿Qué elementos tiene como característicos?
¿Quiénes son sus exponentes, sus productores, sus conocedores? Y claro ¿Quiénes
son detractores?
A través de músicos, productores, autores,
testigos y protagonistas, vamos conociendo la evolución del son cubano hasta la
década de 1960, cuando en la búsqueda de un nuevo sonido y de una expresión
diferente, Willie Colón y Rubén Baldes, crean una revolucionaria visión musical
que derivará en un par de álbumes que cambias la historia.
Y ya no es La Habana, no Santo Domingo o Miami,
sino Nueva York y la sangre latina/caribeña que provocan esa revolución musical.
Entre sus autores y detractores, el texto se
convierte en una pieza cultural para conocer de música, percepciones
personales, compromisos políticos y artísticos, amistades y desavenencias, todo
al ritmo latino.
Lo cierto es que destaca la voz sincera de los
entrevistados, y del propio autor que busca la objetividad propia del
periodista, mientras se adentra en las cuestiones propiamente musicales, la
producción y el manejo del mercado, el clímax y el ocaso de un género que, para
algunos, da paso a líneas musicales netamente comerciales y, en cierta manera,
degradantes de este fiel compromiso inicial.
Mientras se exploran los álbumes clave (que
incluso viene en un riquísimo capítulo llamado Discografía básica de la salsa) el
texto incluye una excelente presentación de Raúl Fernández (“Que le pongan
salsa”); así como un prólogo para esta nueva edición y el prólogo de la nueva
edición (entre 1997 y 2020 pueden pasar muchas cosas)
Las entrevistas incluyen esos diálogos
transcritos entre Padura y Rubén Blades, Mario Bauzúa, Willie Colón, Johny
entura, Johnny Pacheco y Juan Formell.
También podemos disfrutar la visión de Cachao
López, Wilfrido Vargas, Pap Lucca, Adalberto Álvarez, Juan Luis Guerra, Nelson
Rodríguez y Radamés Giro.
Los puntos de vista de autores y productores se
entrelazan entre el apoyo y la explotación, entre lo artístico y lo comercial,
entre una visión de protesta y una simplemente rítmica.
Cierra, a manera de epílogo, el capítulo “Diez
razones y cinco opiniones para creer (o no) en la existencia de la Salsa.
A decir, es un excelente texto entre periodístico
y narrativo, que retrata no solo una época sino una expresión netamente de Latinoamérica,
producto de la amalgama cultural de nuestros países, fusión musical y de
estilos, siempre pegajosa, siempre viva, que vale la pena explorar y a
disfrutar, y claro, incluye el “soundtrack” perfecto.
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