lunes, 3 de mayo de 2021

Wonder: entre la inocencia y el temor, una lección de vida


La novela juvenil Wonder (La lección de August, 2013cumple con capítulos cortos, pocos personajes, situaciones comunes, y una gran historia dispuesta a presentar la inocencia y el temor a lo desconocido.


La novela se centra en August quien padece un síndrome que le ha desfigurado el rostro. Después de muchas operaciones y años estudiando en casa, la familia decide -y él de acuerdo- que finalmente vaya a la escuela.


Así comienza la gran aventura de August ese niño que ha pasado en su vida en casa ahora se enfrenta muchos adolescentes que también buscan crecer y enfrentarse a lo desconocido.

En sus cumpleaños, según recuerda, todo es en familia; su vida física y mental se ha ajustado a sus deseos; y poco a poco las cosas van evolucionando. Ahora en la escuela los compañeros se fijan en qué maleta llevan, cuál es tu personaje favorito, cuál es tu programa especial, y claro, en donde pasas el fin de semana y con quién se juntan.

Todo es parte de la aventura de ser adolescente y para el protagonista aún más por ser señalado, a veces en secreto, otras indiscretamente; a veces, se reflexiona, los adolescentes pueden ser crueles y August va a tener que enfrentar solo o con sus amigos -aquellos que verdaderamente son sus amigos- esta aventura.


Un aspecto interesante de la novela es que reconstruye el punto de vista de los personajes principales del mundo de August: el protagonista, su hermana, sus amigos y con cada uno va tomando la voz a manera de marcadores para contar la historia de este peculiar niño, que si bien tiene un problema en el rostro su inteligencia y sus emociones son como la de cualquier otro. Esta polifonía imprime un ritmo diferente a la novela, complementando situaciones o dando más información para entender las reacciones.



De esta manera la autora estadounidense R. J. Palacio nos presenta personajes que si bien unidimensionales van representando las diversas visiones de amistad solidaridad arrepentimiento inocencia incluso entre ser niño y ser adolescente


Vía, hermana de agosto, también vive un proceso en su propia escuela. Como su hermana conocer cómo reaccionar a las posturas de la familia, cómo explicarle a sus amigas que tiene novio o que alguien que le gusta, pero con un hermano peculiar; así, ella se siente en una familia extraña, que a momento no sabe si mostrar o mantener, en cierta manera, oculta.

 

Los padres también se convierten en eje de la historia: qué están dispuestos a hacer o a ceder, cómo reaccionar ante hijos diferentes, los sacrificios laborales y personales, en fin, una dimensión humana que se explora entre los capítulos.


A un ritmo certero, la novela comprime un año de la vida de quienes forman parte de la vida de August, quien logra ganarse el respeto de toda su generación siendo simplemente él; así la lección de la novela no es un buen respeto a los demás sino también importancia de ser un mismo ante cualquier circunstancia o adversidad.

 
Wonder va retratar el mundo adolescente (los que comienzan, los que ya prácticamente son adultos) y lo difícil de los padres que deben tomar decisiones de hasta donde involucrarse, intervenir, que limitar que promover. Lo cierto es un retrato de una generación de padres preocupados por ver crecer a sus hijos en un buen ambiente, enseñarles las características de la vida sin una idea de sufrimiento o simplemente aleccionador.


Estamos ante un buen libro juvenil que retrata un momento en mi vida y una extraordinaria forma de vivirla. Una buena recomendación para lectores de todas las edades.


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