lunes, 6 de septiembre de 2021

Kim Ji-young, nacida en 1982: la búsqueda del propio ser

Kim Ji-young, nacida en 1982 (2022, Alfaguara) es una novela de Cho Nam-joo, autora coreana que fue capaz de retratar la vida actual en Corea enfocada en la figura de la mujer. 

País de grandes retos y ejemplo mundial de crecimiento, Corea representa el cambio de lo milenario a lo moderno. Pero algunas cosas parecieran no haber cambiado en la misma forma.

La novela arranca en 2015, cuando la protagonista comienza a dar signos de una enfermedad mental: así misma se confunde con otras mujeres, siendo sus diálogos dirigidos a la familia desde otros puntos de vista. Físicamente está bien, pero mentalmente ha comenzado una degradación.

A partir de ahí la narrativa incluye 5 rangos de años y una nota de año posterior al arranque de la novela ¿Relevante información? Sí, porque servirá para resolver el final planteado por la autora.

Algo interesante de la narrativa es que de pronto hay notas al pie, como si se leyera un ensayo o un libro de situaciones que buscan un respaldo: tasa de crecimiento, situación de género, acceso a estudios, costos y sueldos, entre otros. Esto imprime un refuerzo de realidad y una mezcla de ficción estilizada. A la vez le imprime una sensación de extrañeza frente a una protagonista fuera de lo común.

Kim Ji-young, que se plantea como un nombre sumamente común en su país, no lo es. De una familia de limitados recursos económicos y educativos, logra romper los paradigmas y estudia. No solo estudia sino que trabaja. Y su mamá es el sostén de la familia, hábil para los negocios, siempre buscando dónde invertir y no tener el dinero asentado en un lugar.

Esto genera un presente interesante para la protagonista: se enfrentará a situaciones donde ser mujer es restrictivo frente a los varones: tienen mejores becas, les va mejor en los colegios, logran mejores sueldos y tienen más privilegios que las mujeres. Ellos pueden comer primero, pedir que se les atienda, en fin, ser considerados superiores.

Esta es una de las enseñanzas que más quedan grabadas en esta ágil novela. Su ritmo evoluciona con años formativos de la protagonista, y va dejando que la voz narrativa nos construya ese contexto: un país de grandes cambios ha permitido en el avance en muchos aspectos, pero mantiene otros socialmente estables y, por qué no, estancados.

La novela nos permite adentrarnos es costumbres que en apariencia están tan distantes de América Latina como el propio país peninsular; sin embargo, la realidad es que están tan cercanos a nuestra propia sociedad como las pocas oportunidades que parecen existir para mujeres que buscan un mejor futuro.

Entre la crítica y la sátira, la anécdota de Kim Ji-young resulta ser una fábula tan actual y vigente como la violencia y los problemas económicos, y retrata una realidad que será difícil de vencer.

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