martes, 27 de julio de 2010

Cuba: El idilio amoroso y el cambio social

Hacía mucho tiempo que no me ría, lloraba y cantaba con un texto... pero Zoé Valdés me recordó lo fácil que es lanzarte a la imaginación a partir de la escena de una película, del fragmento de un libro o de un poema, de los versos de un buen bolero o canción de carnaval, y la revisión de una época que hoy sólo existe en viejas fotografías o películas cinematográficas.

Escritora cubana pero radicada en Francia desde hace años, Valdés tiene más de 15 novelas, poesía y ensayos, donde plasma su visión de la mujer moderna y plantea diversas viñetas de la vida cubana; claro, antes, durante y después del actual gobierno.

Si bien tenía importantes libros publicados, salta a la fama internacional en 1996 cuando se le declara Finalista del Premio Novela con su texto Te di la vida entera. En ella, plantea la vida de una humilde chica que se vislumbra con la Habana de la década de 1950 -Cuca para sus amigos-, quien se enamora del prototipo del galán: Juan, para todos el Uan; y por azares del destino esperará por el durante 30 años.

De esta forma, con un lenguaje que recrea ese hablar festivo y entrecortado de la isla más grande del Caribe, Cuca será testigo de los grandes salones de baile, de la entrada de Fidel y su compañía al poder, de los cambios que viven la ila durante el régimen, y poco a poco ve como su mundo se transforma ante sus ojos, al grado que desconoce a su hija, fruto de ese amor apasionado que Cuca tendrá con el Uan.

De esta forma, nos adentramos en el ritmo de los grandes boleros, mientras escuchamos a Edith Piaf, Beny Moré y otros grandes artistas de la época, repasamos películas y libros famosos, y de pronto, nos topamos con la primera relación sexual, lo lesbiánico, el amor sin compromisos y, por qué no decir, con la vida en el mundo de la revolución que impulsa las grandes faenas comunitarias mientras limita el acceso a los alimentos y al dinero.

Poco a poco, la miseria invade a toda la amalgama de personajes, quienes ven cómo su mundo se transforma hasta estar reducido a los harapos que deben cortar finamente para imaginar que consumen un rico filete.

Narrada a veces en primera persona, otras con la visión de una narradora omnisciente, e incluso con cambios de narradores personajes, el texto se enriquece con los intertextos de poemas y libros, a medida que "el habla cubana" se deja sentir en el libro.

La novela cobra otra dimensión cuando hablamos de una especie de recursos fantáticos -Cuca se hace amiga de una curacha rusa y un ratón de Angola, referencias innegables a las aventuras políticas cubanas- y casi oníricas relacionadas con el Uan y el viejo edificio donde habita su hija.

Vale la pena reírse, llorar e incluso bailar con Cuca y los personajes de la novela, donde a fin de cuentas, todos dan la vida entera; por amor o por ambición, pero dan la vida entera.

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