Editorial Alfaguara ha impulsado la Serie Roja, una
colección de antologías diversas que van desde cuentos de ficción y clásicos,
hasta regionales. En todas se reconoce el esfuerzo por traer lo mejor de la
narrativa a nivel global y de todas las épocas literarias.
Con este objetivo, Cecilia Ansaldo Briones selecciona,
prologa y ofrece un estudio general en la Antología del Cuento Ecuatoriano
(2012), que comprende 22 cuentos de igual número de autores entre el realismo
indigenista y la ciencia ficción.
Entre los cuentos destaca una narrativa fluida, y dos
grandes estilos. Uno, que busca por un lado recrear el habla popular –lo
detecto a manera de obsesión regional en toda América Latina–, y por otro,
enfrentarse a un pasado colonial que ha dejado profunda huella en el actuar
diario. El otro estilo, nos permite un lenguaje más moderno, con regionalismos,
pero centrado en las pasiones y en los límites de la sociedad que ha vivido la
dictadura militar y el vacío que provoca la tecnología y la modernidad.
A mi gusto destacan:
- La maldición, Elisa Ayala González. Historia de un padre que maldice al hijo por desobediente (no quiere ir a la escuela) y la tragedia que se mezcla en la vida familiar.
- Se ha perdido una niña, José de la Cuadra. Con un estilo diferente, a manera de viñetas y subtítulos, que mezcla la vida del narrador personaje y, precisamente, una niña que ha desparecido del seno familiar.
- El cholo que odió la plata, Demetrio Aguilera Malta. Otra historia de corte indigenista, donde un campesino metida en aquello que pervierte el alma humana: lo material o la plata (el dinero).
- Los hijos blancos, Adalberto Ortiz. El tema de la intolerancia y el miedo a lo desconocido, a través de los hijos blancos de un par de descendientes de raza negra. Todo un ejemplo de cómo la comunidad puede odiar aquello que su saber popular no puede explicar.
- ¿Qué será de mí?, Raúl Pérez Torres. Un excelente ejemplo de historia moderna, lenguaje coloquial, enfrentamiento social e ideológico.
- Grafiti, Iván Égüez. Una excelente historia que enfrenta lo militar, el abuso infantil, la reacción social silenciosa.
- La historia de los libros comestibles, Abdón Ubidia. Otro magnífico ejemplo de narrativa ágil, entre real y fantástico, que plantea un emprendedor que al buscar otra forma de vender libros los hace comestibles. Una fábula moderna que invita no solo a valorar la lectura sino la visión comercial actual.
- La vida es sueño, Gilda Holst. Una historia de amor, o desamor, diferente y divertida.
- Profundo en la galaxia, Santiago Páez. Un excelente ejemplo de ciencia ficción, donde las preocupaciones actuales están vigentes en el futuro que cada vez está más cercano.
- El virus del génesis, Raúl Vallejo. Otra historia desde la visión de la ciencia y la computación: un poderoso virus busca atacar los ordenadores… y el caos que esto puede originar.
En sí, estamos ante una excelente colección de cuentos. Hay diversos
puntos de vista, narradores, técnicas, uso de lenguaje y de las descripciones. Un
excelente ejemplo de una narrativa que tiene matices propios, y a la vez,
comunes con la América Latina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario