Entre mis muchas obsesiones están “seguir” a un artista
musical que me guste o a un autor literario cuyo estilo o temática me atrapen. Tuve
un tiempo la fijación por leer “a los ganadores de diversos premios literarios”,
pero confieso que no todos me gustaron. Hasta que encontré el Premio TusQuets
de Novela.
En este espacio he presentado los resúmenes de Años lentos:
el rescate de una historia personal y regional (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2012/05/anos-lentos-el-rescate-de-una-historia.html),
Las poseídas: La rebeldía juvenil y los límites de lo humano (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2014/07/la-rebeldia-juvenil-y-los-limites-de-lo.html)
y Todo está perdonado (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2011/10/espana-desde-una-vision-fubtolera.html)
Pero también leí Balas de plata, Los ejércitos, Oscura monótona sangre. En todas
ellas he encontrado una dualidad entre la novela extensa y la breve; el estilo
clásico y el innovador; mas sobre todo, la búsqueda de nuestra propia humanidad
ante un mundo contemporáneo que se aferra a destruirnos.
Con esta perspectiva me acerqué a Los gatos pardos (2013) de
Ginés Sánchez; ganadora del IX Premio TusQuets Editores de Novela.
Este autor español nos presenta 4 divisiones (alboroto,
légamo, degüello y rambla) tres grandes historias que coinciden en un punto
dudo. Mientras tanto, nos invitan a reflexionar sobre la deshumanización del
poder económico, la corrupción, el comercio ilegal, el narcotráfico, y el vacío
de la vida contemporánea.
“Desde la carretera no oye los gritos. Pero los ojos tienen memoria.” (84) Con esta
poderosa frase Sánchez nos va presentado un universo decadente en lo moral y en
lo que podemos ver: la tortura por venganza, la prostitución por gusto, el
asesinato a sueldo, el juego de la ruleta rusa ante los ricos, un encuentro
fortuito que asemeja a la esperanza.
Con unos personajes bien trazados, arrancados de algo que
asemeja a la realidad periodística, el autor va presentando una narrativa
diferente: segmentos breves de texto, diálogos cortos pero decisivos,
abundancia narrativa, pincelazos de las ubicaciones geográficas que permiten
situar las historias en muchas ciudades de nuestro mundo.
Esas narraciones entrecortadas incrementan el ritmo
narrativo, y permiten “esconder” aquel elemento secreto que va a unir las
historias en un momento dado: una llamada, una visita inesperada, una
casualidad casi fatal.
Un excelente texto que nos aproxima a los límites de lo
humano, nos mantiene en la búsqueda del porqué y, casi sin querer, a mirar un
poco más de nuestra propia decadencia.
Invita en paralelo a reflexionar: ¿son los gatos "pardos" o somos nosotros mismos por nuestra historia, o bien nuestro futuro?
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