jueves, 30 de octubre de 2014

Cien años de soledad y un homenaje: discursos de Fuentes y García Márquez



Cien años de soledad es uno de mis textos favoritos. Es una novela, pero a la vez una de las piezas cumbre del Boom latinoamericano. 

Hace unos años, para el aniversario de la obra, la Real Academia Española publicó una versión especial: el texto revisado, y diversos ensayos de plumas tan grandes como Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes

Nace así una antología singular: Cien años de soledad y un homenaje (2007). 

De este último, “Para darle nombre a América” nos hace el recuento de cómo el autor mexicano conoce en una reunión al joven escritor Gabriel García Márquez. Nace ahí mismo una admiración literaria y personal que durará muchos años. 

Además del recuento de los primeros diálogos, Fuentes homenajea el poderoso texto con su estilo elocuente, gran documentación y con un lenguaje cuidado. 

En la segunda parte, “Ni en el más delirante de mis sueños…” el Nobel colombiano hace un recuento de lo que significa recibir el ejemplar 1 del millón impreso en esta edición conmemorativa. Aquí nos indica cuántas hojas fueron mecanografiadas y corregidas, los apuros que trajo a la familia la creación de la historia de los Buendía, mientras el presupuesto fue tan escaso que solo pudo enviar al editor la primera parte del texto. 

Y como respuesta, un mensaje urgente ansioso de leer la otra parte, acompañado de un giro para su envío. 

De esta forma, con su propio estilo anecdótico, casi coloquial y llegando a lo real-fantástico, el 
recuento del tiempo nos invita… “Así es como volvimos a nacer en nuestra vida de hoy (40)

Estos discursos pueden sonar breves, pero representan el estilo de estos grandes autores, que dialogan a veces consigo mismos, y otras entre ellos. La invitación definitiva es a leerlos.

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