La tercera, es personal: Robin, la secretaria-ahora-socia de
Strike, recibe una pierna cercenada y arranca el misterio. Pero no solo esta
recepción lo hace personal: Robin está por casarse, pero de pronto los celos,
los continuos pleitos con su prometido (muchos de ellos por su jefe y su
trabajo) y su indecisión hacen suspender el enlace.
Así arranca una buena novela, ágil, con lenguaje directo,
abundantes diálogos, en sí un estimo muy similar a The cuckoo’s calling (2013,
reseñada en http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2014/09/la-llamada-del-cucu-retomando-la-novela.html)
y en The Silkworm (2014, reseñada en http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2015/08/la-seda-y-la-literatura-la-segunda-de.html)
Sin embargo, ahora se incluye la introspección del asesino:
sediento de venganza por su pasado con Strike, entramos a la mente del asesino:
qué lo motiva, por qué mujeres, porque su sed de sangre, y también, por qué
perseguir a la secretaria…
Otro elemento novedoso son los epígrafes al inicio de cada
capítulo de narración (no se las introspecciones del asesino), que van haciendo
una revisión de tracks clásicos del rock de Blue Oyster Cult y otros grupos de
rock & metal.
Las canciones también van en intertextos: mensajes que va recibiendo Robin con otros "regalos" inesperados...
Strike deduce tres posibles sospechosos: 2 excompañeros con
amplios antecedentes y su propio padrastro, que para él fue culpable de la
muerte de su madre. La policía niega a seguir sus pistas. Así que Robín y él
comienzan una investigación-roadtrip por todo el país… poco a poco se aclaran
pistas y se cierran otros círculos más personales.
Con los giros típicos del suspenso, diálogos inteligentes,
reflexiones sobre el deber, la ética, el cumplimiento, el amor… todo se va
conjugando en esta carrera del mal.
Los personajes son pintorescos y extremos, junto con los
protagonistas van haciendo este recorrido entre el bien y el mal, mientras el
tiempo de va acabando, el negocio de Strike casi en la quiebra de nuevo, y un
matrimonio que no sabemos si se realizará o no…
Una novela para leer a gusto, y con las dos previas para
entender la evolución de los personajes.
Ya completamente alejada de Harry Potter, J. K. Rowiling
confirma que es el pseudónimo detrás de Roberth Galbraith y agradece dejarla
crear algo diferente.
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