Hay nobles objetivos en la literatura a lo de la historia,
sobre todo rescatar aquellas historias que trascienden en los países o que
conforman la sabiduría popular de un pueblo. Y más cuando el objetivo es
acercarlo a los infantes, a los jóvenes, a los futuros lectores que pueden
conocer y profundizar en sus raíces.
Con esa mirada, platica Jaime García Padrino en el Prólogo,
la Biblioteca Araluce retoma grandes obras de la literatura universal como el
Ramayana, La Odisea, La Canción de Rolando, para narrar e ilustrarlas al
alcance de los jóvenes.
Luis Alberto de Cuenca, en la Presentación, indica que Editorial Anaya publica la mencionada Biblioteca Araluce, donde los grandes
clásicos regresan a las imprentas para estar en las casas de una nueva
generación.
En este marco María Luz Morales adapta La leyenda de Sigfrido
(1999), con ilustraciones de HOMS. En la Introducción de la traductora, con
indica que “La leyenda de Sigfrido, el más popular y el más grande de los
héroes germánicos, forma la parte central, o nudo, de una gran epopeya de
aquellos países que lleva el nombre de Los Nibelungos y que fue escrita por
primera vez hacia el año 1200…” (15)
Retomado después de siglos de olvido y con la mano de
Wagner, la historia trasmuta y renace, para representar “una especie de lucha
entre el paganismo y el cristianismo” (17) Por ello hay diversas versiones de
esta historia, cuando cada narrador oral o escrito imprimían un sello distintivo
a la misma.
La versión de Morales busca contar toda la aventura del
héroe germánico en 16 capítulos: desde El tesoro del Nibelungo, la adolescencia
de Sigfrido, el origen del Dragón, hasta la traición que el héroe vive, el
lamento de la Reina y el amor de Atila, sin pasar por alto la existencia de los
nuevos Nibelungos y la venganza de Crimalda.
La historia tiene una sencillez narrativa para jóvenes,
diálogos cortos y significativos, descripciones poco abundantes, y una amplia
narración de los diversos hechos y acontecimientos que nutren la leyenda.
Lleno de las aventuras de la época, la guerra y las
traiciones alimentan el texto, que junto con el amor y la fidelidad de soldados
y amantes, complementan estos momentos donde los héroes son tan vulnerables
como las riquezas o los tronos que persiguen.
Sigfrido vive y muere en manos de sus amigos y enemigos,
constituyendo una de las grandes historias que dan origen a la cultura
germánica moderna.
Un texto que, si bien con una visión juvenil, logran
transmitirnos esos sentimientos de honor, justicia, amor, entrega y
responsabilidad que persiguen las leyendas de los pueblos. Vale la pena para
conocer la conexión y adentrarnos a la literatura universal.
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