El autor mexicano José Manuel Villalpando ha explorado en
otras obras diversos pasajes de la historia de México para aportar nuevos datos
o una visión diferente de lo que conocemos.
Ahora presenta una obra de ficción histórica basada en un
encuentro real: el 10 de mayo de 1824 en el Royal Coffee de Londres, conversas
durante un tiempo Agustín de Iturbide y José de San Martín, libertadores de
México y Chile & Perú, respectivamente.
El encuentro está documentado por representantes de ambos gobiernos
en la ciudad inglesa, que de una u otra manera seguían los pasos de ambas
figuras importante para sus naciones, pero envueltos en diversos escándalos
políticos y de propias aspiraciones imperiales.
Los libertadores toman café (2020, Grijalbo) se plantea
entonces como una novela dialogada; o un diálogo teatral novelado… donde los
libertados dejan de ser meras figuras para convertirse en seres
multidimensionales, mientras son espiados por los representantes / espías de
los jóvenes gobiernos de Chile y México, así como un simpático camarero
dispuesto a ser servicial con los héroes, y a la vez discreto ayudante de los
funcionarios.
En la recreación histórica, figura un personaje mexicano que
favorece no solo el diálogo entre los próceres sino también de voz amable para
el hijo de Agustín de Iturbide; y en otro momento clave, el mismo Simón
Bolívar, el otro gran libertados de América.
La recreación de Iturbide y San Martín busca explorar las ideas
de independencia que cosecharon a lo largo de sus vidas, así como la contradicción
en la que ambos cayeron al ser exiliados de sus patrias recién separados de
España por sus ideales monárquicos o imperiales.
Figuras llenas de gloria y de miedo, así como de ambición y
de melancolía por sus tierras, los libertadores primero se alaban sus hazañas:
uno sabio dialogar que logró independizar a la Nueva España con un bando y un
llamado a la unidad –claro, prometiendo a cada grupo o figura relevante una
promesa viable- mientras el otro un gran soldado, ganador de amplias batallas y
político sin mucha flexibilidad.
Exploración del poder de los criollos, de los propios
españoles en las colonias, el papel de la Iglesia y de las grandes intrigas
internacionales, la obra mantiene el atractivo mezclando las posturas de los
libertadores, el “chismorreo” de los espías y las oportunas intervenciones del
camarero.
Cómica, llena de ironía y de ágil ritmo, el retrato de que
se logra de los libertadores que toman café –poco, para cuidar la salud y el
escaso dinero- nos lleva a conocer esos detalles personales como el número de
hijos, el papel de las esposas, las posturas de los gobiernos ante sus
ambiciosas próceres, mientras exploramos el papel de Bolívar como amante de la
libertad y del sistema republicano, con una interesante postura sobre la
monarquía y la presidencia vitalicia…
Entre la historia y la ficción, una excelente obra para
disfrutar de la historia y tomar mientras tanto un rico café. Provecho.
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