Canek Sánchez Guevara, cubano de nacimiento y mexicano de profesión, fue periodista, escritor, diseñador gráfico y fotógrafo, que en vida fue publicando aisladamente algunos cuentos, pero su obra antológica quedó póstuma.
Su novela corta 33
revoluciones da vida a una antología homónima (2016) que compila 9 cuentos, de
diversa temática pero gran fuerza narrativa.
La edición de
Alfaguara incluye una presentación de su padre, donde explica el proceso
creativo y perfeccionista del autor, y un interesante glosario de
español-cubano, que nos permite explorar sin miedo las acentuaciones y
acepciones que el cubano da a ciertas palabras.
En El misterio del
dedo ausente la narrativa es un diálogo entre dos personas que nos recuerda la
ausencia de la nariz de Gogol; Confesiones de un artista ensangrentado (o cómo
se construye un edificio roto) se presenta a manera de viñetas, diversos momentos
en la vida de los habitantes de la isla, entre las vejaciones, los comités del
partido, los miedos y las esperanzas.
La espiral de Guacarnaco
es un cuento que retrata un “dandy” cubano, que, entre lo cool y el inglés, demostrará sus encantos con los turistas; mientras Los supervivientes repasan temas filosóficos, y entre las actividades diarias repasan la cultural, el sentir, las vivencias que pueden darse entre el balcón y la playa, mientras se concluye que “Miseria y libertas son una misma e indivisible cosa: van de la mano como una pareja condenada a convivir y a odiarse, a sufrir juntos por separado.” (116)Complementan la
antología La casa gana, La llamada de Cristo, La veintidós y Los frikis.
La novela corta 33
revoluciones retrata en igual número de viñetas, la historia de unos
habitantes de la isla que, por diversas razones decide salir de ésta en una
barcaza, y cuando todo parece salir bien, el mar traiciona, y provoca giros
como los discos de vinil, a 33 revoluciones por minutos.
La antología nos
permite conocer a un narrador que todavía tenía mucho que dar, y que a través de
una narración honesta logra una profunda reflexión sobre nuestra vida
cotidiana, qué nos preocupa y qué nos llevará a pensar en el futuro. El valor
del hogar, de la libertad, de una vida tranquila, forman parte de todo aquello
que nos fortifica pero que a la vez no invita a tomar decisiones difíciles.
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