lunes, 1 de marzo de 2021

Demasiado amor: una aproximación a la mujer contemporánea

Demasiado amor (2001, Alfaguara) es una novela escrita por la autora mexicana Sara Sefchovich, quien ha escrito pocas pero significativas novelas. En este espacio hablamos de La señora de los sueños (La mujer y sus sueños: una novela de Sara Sefchovich http://literaturaexperienciaviva.blogspot.com/2018/07/la-mujer-y-sus-suenos-una-novela-de.html) donde se pretende construir un mundo tan real como ficticio a través de la escritura y la reflexión una mujer aparentemente normal que a través de la lectura se libera de lo cotidiano.

En Demasiado amor, la protagonista Beatriz lleva en una vida normal y de pronto descubrimos una doble cara: por un lado, una tradicional empleada de oficina, recta, cumplidora, puntual y comprometida. Por otro, una singular manera de ayudar a su hermana y a su propio sueño.

Este único sueño es tener un hostal o un hotel en algún rincón lejano, compartido con su hermana, deciden ir más allá de lo común y de esta manera todo el dinero que pueden es ahorrado para vivir en Italia, en una ciudad donde puedan vivir plenamente, lejos de tanta cuestión que se vive en el país. Violencia, falta de oportunidades, carencias, todo lo quieren dejar atrás.

Con gran esfuerzo logran que la hermana tome todos los ahorros y se vaya a Europa a una casa de huéspedes que podría funcionar para cumplir su sueño. La comunicación por teléfono es cara, así que el contacto entre hermanas es a través de cartas. Este intercambio epistolar con la hermana en el exilio voluntario revela que la necesidad de dinero porque cada vez hay más posibilidad de cumplir el sueño, pero ésta requiere una inversión que hace nuestra protagonista en medio de la tranquilidad de la soledad y la necesidad, recurre a uno de los oficios más antiguos del mundo.

Casi involuntariamente comienza a enredarse con diversas personas y a ver que dar el amor que tienen su cuerpo puede ayudar a cumplir el sueño, entonces sin proponérselo se convierte no en una prostituta sino una dama de compañía que esperan en un popular restaurante de México a que alguien le invite de comer o algo más. Así comienza una exploración de diversos personajes masculinos deseosos de recibir ese amor, algunos muy necesitados, otros ricos, y cada uno de ellos constituye la oportunidad no de ejercer un oficio sino de reunir el dinero que necesita para su hermana.

Aquí da un giro la novela porque estas aventuras le hacen toparse con un singular ingeniero, alguien tan dispuesto como ella a dar algo más que su cuerpo, a dar amor. Comienza entonces una especie de novela-en-el-camino en donde viajan a través de todo México y comienza una recuperación increíblemente detallada de todo aquello que nos hace ser un país: lugares históricos, parajes naturales, arte, expresión religiosa, comida, sitios peculiares, creencias, todo en cada uno de sus capítulos se convierte en un listado gigantesco de oportunidades para querer imitar y recorrer esos caminos de México.

Y es que este peculiar personaje a veces no habla, únicamente escuchamos la voz de nuestra protagonista dispuesta a contar sus aventuras sexuales, pero también el amor que tiene con este ingeniero en cada rincón del país, en cada platillo, en cada oportunidad demuestra que existe algo más que amor. Y es que su compañero tiene también demasiado amor que quedar y no es suficiente con un fin de semana.

Poco a poco Beatriz consigue, podríamos decir, un patrocinador, quien se convertirá en una pieza clave incluso para que le lleve sus fiestas y demostrar de esta manera una afición qué no tiene, porque su amor no es una mujer sino otro hombre. Por eso su casa, además de sus citas, se convierte en un refugio para su amigo, quien aprovecha sus posibilidades para remodelar la casa, así ambos pueden compartir el amor entre estas cuatro paredes.

Su casa se transforma y mientras esta transformación se da, la hermana también conoce a alguien y aparentemente se queda con él y con un buen y próspero negocio. En una de las cartas la hermana se entera cómo obtiene el dinero, pero ella le dice que no es algo malo, es simplemente la manera de construir los sueños propuestos.

Entre los capítulos de esta novela hay más que fuerte figuras femeninas, hay un profundo amor por México, por todo aquello que nos hace ser un mexicano. Esto con una reflexión tan profunda y una descripción tan amplia que no se disfruta únicamente la lectura, sino que se antoja cada uno de los postres o de las comidas que ella se describe, hay tanta pasión como amor que físicamente ella puede dar.

El aparente ritmo lento de la novela se combina con estas cartas con diversas fechas que nos ayudan a ver el paso del tiempo entre los personajes. Se remarca también los personajes femeninos autónomos que buscan no depender de otra persona sino de realizar sus sueños y de creer en ellas mismas, y es que en el país hay mucho más que dar no sólo lo visible sino los olores los sabores y el amor y, a veces, demasiado amor.

Una excelente novela para disfrutar de un personaje femenino de la mano de una autora imprescindible en la literatura mexicana, ampliamente recomendada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario