Inmaculada tentación y otras fábulas crónicas (2015) es lo
más reciente publicado por el zacatecano Gonzalo Lizardo, autor con una
particular voz crítica, recreativa, precisa.
En esta docena de relatos, Lizardo saca lo mejor de su voz
narrativa, como ya lo había hecho en Corazón de mierda y Jaque perpetuo (Entre
lo grotesco y la atemporalidad (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2010/03/jaque-perpetuo-un-juego-temporal.html)
e Invocación de Eloísa (http://literaturaexperienciaviva.blogspot.mx/2013/04/una-de-adolescentes-invocacion-de-eloisa.html)
Los temas parecieran comunes: el amor, la adolescencia, la
viejez, la soledad, la historia, la entrega… pero se convierte en una amalgama
de sensaciones y situaciones que van desde la época de la Colonia hasta el
futuro tecnológico.
Destacan a mi gusto:
Video Alzheimer, ejemplo de la maestría del autor para crear
una historia en pocas palabras, plagado de cultura pop, de sapiencia, y un
enorme conocimiento de cine y literatura.
Doña Ludivina y los mil gatos, una original historia de
aventura adolescente y mascotas mecánicas.
La pasión de Barrabás, que plantea un interesante “twist” a
este personaje bíblico.
Sangre y laberinto, un texto casi experimental en forma de
cuento y en forma de diálogo teatral, aquí las pasiones se combinan con las
acotaciones, y el hombre y la mujer se enfrentan sin piedad a su naturaleza.
Novela negra con mujer azul, una excelente historia de amor,
suspenso y film noir, que va desmenuzando la historia.
Inmaculada tentación, el viaje a una celda religiosa en
medio de la Colonia, frente a una moderna historia de deseo y tentación. “…platica
que su marido anda de viaje y me pregunta si no quiero acompañarla a su casa,
para seguir hablando de Gabriel de Ovale y su coscolina mujer, del diablo y el
pecado, de la culpa y la redención, e Eva y María y la serpiente, mientras
bebemos un vino tinto y devoramos la manzana que desde el origen del tiempo
cultivé para ella. Sí. Y también para su esposo.” (111)
En sus páginas encontramos diversos narradores:
omniscientes, testigos, personajes. También descripciones abundantes y diálogo
precisos, y en sí, una voz que busca gritar su pensamiento: “No estaría nada
mal. Somos como un laxante. Estamos aquí para expulsar la mierda del mundo,
para romper corazones y patear las bolas de todos los boludos y boladas que se
nos atraviesen.” (120)
Con todo ello, las fábulas aquí presentadas permiten
degustar una literatura variada, que nos obliga a mirar la historia y a
nosotros mismos. Muy recomendable.