miércoles, 1 de junio de 2016

Negra, una aproximación a la mujer, a Cuba…



Wendy Guerra se ha convertido en una de las mejores exponentes de la literatura cubana actual. Ganadora de premios, multitraducida, controversial y venerada. Paradójicamente, no publica en su isla natal. Negra (2013) es una novela que se puede leer, disfrutar, reflexionar, analizar, en fin… 

Presenta la vida de Nirvana, una singular mujer que no acepta su condición de mujer sumisa ni su aparente limitación política. A la muerte de su madre, descubre su historia, aquella casi prohibida que se relaciona con la Cuba de la década de 1970, posterior al triunfo de la revolución. 

Eso la lleva a París, y de vuelta a su isla. Se toma con singulares personajes que invitan a explorar su historia, pero también su propia sexualidad y realidad política. 

Busca el amor en un hombre o en una mujer, en Francia o en la isla caribeña, en el trabajo del campo o en la ciudad, pero enfrentada a su propia condición de mujer “negra”, no de color ni de afroamericana, negra. 

La sinceridad de su propia vida la enfrentan a esos personajes que por su convicción política, afiliación partidista o vicios, le harán pensar en su condición de mujer, en su propia satisfacción, en su actuar. 

Una narrativa llena de epígrafes, narradores, canciones, recetas, menjurjes, incluso rezos y santería, entre la magia negra y el vudú, que van nutriendo las páginas de esta historia. Un capítulo no se parece a otro, aunque los saltos temporales también brindarán una caligrafía diferente a esta historia.

Al compás de un bolero o de un son, la protagonista busca emprender su propio negocio ante lo negativo de la legislación, ve en el cine una oportunidad de descubrir a su madre, pero también a enfrentarse en las calles de La Vieja Habana los recovecos de personajes que se traicionan, que se denuncia, que buscan sobrevivir. 

Una novela ágil, compleja sí por sus personas e historias, pero llena de una vida propia. Mordaz, crítica, política, amorosa, incluso con suspenso y romance, todo se conjuga para mostrarnos una visión de Cuba, de la mujer, de una modernidad apremiante. 

Llena de referencias culturales y sociales, múltiples visiones de la literatura y del arte, incluso de la historia que creíamos cerrada, se vuelven a abrir...

Una excelente autora, una novela que vale la pena.

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