Luis Sepúlveda es un escritor chileno especial. Narraciones,
cuentos, novelas, editoriales, anécdotas, cuadernos de viaje, todo se convierte
en una visión particular del mundo. Lleno de añoranza y de enseñanza, sus
textos nos invitas a realizar más de una lectura.
En el género de la fábula, La historia de la gaviota y del
gato que le enseño a volar, le catapultó a la fama internacional. Ahora,
aprovechando la voz de los animales y su enfrentamiento con el mundo humano,
nos presenta “Historia de un perro llamado Leal” (2016).
De su más ferviente tradición narrativa, Sepúlveda explora
el cono sur, a sus habitantes nativos y el enfrentamiento “con el hombre blanco”,
y el conflicto de intereses entre lo legal y lo tradicional. Con descripciones
mínimas, diálogos acertados y una narrativa combinada: la visión del perro
protagonista, y el narrador omnisciente que va dando cause a la historia.
Aquí, los capítulos cortos, los dibujos y las múltiples
palabras nativas nos crean un ambiente diferente, que casi puede tocarse y
sentirse con la piel.
En la historia, el perro sin nombre debe seguir el rastro de
un indígena que correo por el bosque. En la otra, el propio perro describe
dónde nace y cómo llega a este punto.
Una narración como Sepúlveda la sabe hacer: directa, sin
grandes artificios, dominando el suspenso y el conflicto de la historia,
enfrentándonos a nuestras ambiciones y a la terquedad humana de destruir todo
lo que no entiende.
Una nación breve en longitud, pero grandiosa en
interpretación. Para lectores jóvenes y adultos apasionados del tema. Simplemente,
para disfrutar y reflexionar en dónde reside realmente nuestra lealtad.
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