En el segundo tomo de las aventuras del investigador privado
Cayetano Brulé, el escritor chileno Roberto Ampuero nos invita a ir de Cuba a Chile a Estados
Unidos, y de regreso, para resolver el misterioso origen de una maleta llena de
dinero.
En Boleros en La Habana (2009) el autor nos presenta a ritmo
de bolero –y uno que otro danzón- una historia llena de corrupción, tráfico,
ingenuidad, pasión, amor por la música, y un paseo por las grandes ciudades de
nuestro continente: Valparaíso, La Habana y Miami.
La anécdota se pinta sencilla: un cantante de boleros que
sale de Chile para trabajar en Cuba se toma con una maleta de dinero y quiere
saber su origen. Esto lleva al detective a recorrer estas ciudades y mostrarnos
su lago contemporáneo.
Lo que se dice en política, lo que se vive en seguridad, el
ritmo de la música, todo se combina con una narrador omnisciente que va
narrando la historia, limitando la propia visión del protagonista.
A ritmo a veces lento, otras con abundantes e inteligentes
diálogos, la novela aprovecha el misterio para construir el suspendo.
De paso, nos presenta las calles decadentes de La Habana, la
política y la economía que obligan a la gente a trabajar de lo posible, a
denunciar al vecino, e incluso, a buscar qué persona acepta un casamiento para
salir del país.
Personajes bien definidos, diálogos inteligentes y un buen
sentido del humor, acompañan esta novela.
Si bien domina la narrativa de la novela negra, el autor no
permite que nos olvidemos de la situación del país, a medida que nos va
tejiendo el misterio.
Un texto valioso que ya forma parte de una afamada serie,
una manera interesante de conocer al autor y aventurarse al compás de un bolero…
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