lunes, 16 de octubre de 2017

Persépolis: antes, durante y después de una creencia


Persépolis fue la capital del Imperio Persa, hoy testimonio de un país que busca un mejor futuro y recobrar el valor de su pasado.

Marjane Satrapi presenta en Editorial Norma, Persépolis (2014) que conjunta las 4 novelas gráficas que narran la vida de una niña que a sus 10 años vive la revolución islámica en Irán. Cada libro va representando una época de la vida de su protagonista y, en paralelo, del país que le ha tocado vivir.

En el libro 1, conocemos el antecedente de lo que hoy es Irán y antes fue el Imperio Persa, para explorar cómo era la vida islámica en la monarquía y después en la revolución. En el libro 2, la protagonista tiene la oportunidad de viajar al extranjero por una mejor calidad de vida, y ahí se encontrará con una cultura diferente. Ella buscaba huir de su país y no se había dado cuenta de que el país lo acompaña todo el tiempo: su lenguaje, su forma de pensar, su forma de actuar, lo que se considera correcto, lo prohibido, lo ideal.

En el libro 3, el amor se enfrenta a la creencia y al inevitable regreso. En el libro 4, la protagonista vuelve a su país y las diferencias son ahora más profundas: ha cambiado en el país, pero también ella.

Los 4 libros y su introducción se cuentan de una forma dinámica, siempre con imágenes significativas, con un lenguaje directo y sin rodeos, con una voz única: una mujer de creencias que se enfrenta a un país, a una creencia, a su familia, a sí misma.

El epílogo, conscientemente a color, es el cierre: cómo la autora ha dejado de ser un ser anónimo y busca explicar qué es su país hoy, cómo se vive y qué se quiere lograr en el futuro.

Más allá de una visión histórica, Persépolis es una visión personal del país y de las creencias, donde cuestionarse y buscar respuestas es importante, a la vez que se reflexiona sobre aquello que nos hace pertenecer a un lugar o a una creencia.

Una extraordinaria visión gráfica de un país que muchos desconocemos y que además está minada por estereotipos creados por los medios de comunicación. Una oportunidad de aprender e ir más allá de lo que conocemos, de romper nuestras propias fronteras y, por qué no, aprender del otro.

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