Sor Juana Inés de la Cruz ha inspirados novelas, ensayos,
películas, series de televisión, editoriales, coloquios y mucho más. Mexicana que
tiene un lugar en las letras y en la cultura novohispana, comparable a los
grandes escritores del Siglo de Oro Español, dicen los biógrafos que fue una
mujer sencilla, seguidora de las directrices oficiales y parte del sistema religioso
de su época.
Lo cierto es que pocas veces la leemos más allá de su
poesía, su otro gran texto comentado por Octavio Paz y otros grandes
escritores, es el texto “Carta a sor Filotea de la Cruz”. En una sencilla y
completa edición de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Colección
Pequeños Grandes Ensayos (#19, 2008), la presentación corre a cargo de Sara Poot
Herrera, y se incluye una cronología y una biografía mínima de la autora.
La carta, históricamente, se puede ubicar en el apogeo de
las letras de la autora, cuando todavía se consideraba negativo tal
productividad y causó la reprimenda de un superior y este texto se convirtió en
su respuesta.
En sí, es un texto erudito: las citas a las sagradas
escrituras, los estudiosos de las mismas, incluso fragmentos en latín de
diversas fuentes. El grado de conocimiento de autores de la época compite con
el nivel de dominio del lenguaje, la narrativa certera, las frases largas, las
abundantes comas y el uso de recursos literarios y estilísticos, hacen de este
texto no solo una carta, sino un ejemplo de dominio claro de temas y lenguaje.
Según el texto, se pregunta –en pocas palabras– si conviene
para una mujer escribir sin pretensión, pero sí con fortaleza, sin el afán de
competir con las escrituras sagradas ni los grandes escritores de la época. Ya sea
por necesidad o por demostrar su fortaleza o la fuerza de espíritu, el escribir
se convierte no solo en una forma de expresión sino en una adoración divina. Entonces
¿es erróneo? Si lo ha sido ¿es un reto aquellas que en la historia lo han
hecho?
La pregunta o el reclamo no se dirige a una personal, sino
al sentir de una época.
Revisa, con ello, la figura de la mujer en la historia, en
momentos clave de la historia, incluso en los libros bíblicos. Una exaltación a
la habilidad de escribir y de decir, sobre todo, con libertad.
Abre preguntas, y las contesta con erudición. Plantea retos
y los enfrenta con seguridad. La carta, a fin de cuentas, es un reclamo con la
humildad letrada de una persona que entiende y enfrenta a su época
Un texto para reflexionar y entender la época, y por
supuesto, conocer y reconocer el valor histórico de sor Juana y de su
pensamiento.