Como buen ejemplo de la literatura breve, Arturo Pérez-Reverte toma el hecho histórico de "La noche triste" en Ojos azules (2009), cuando Cortés es vencido por los mexicas en Tenochtitlán y debe huir para salvar la vida.
Describiendo la ciudad y la situación de horros y miedo que envolvía a los españoles, el ruido del tambor nos lleva a un soldado (precisamente de ojos azules) a vivir ese momento. Me recuerda, con su debida distancia, a "Visión de Anáhuac" de Alfonso Reyes, con la gran diferencia que el español ve con una mirada de conquistador derrotado y el regiomontano universal visualiza casi idílicamente una ciudad llena de caminos, agua y lo místico de una cultura ahora extinta.
Acompañado de dibujos, el texto es ágil y lo convierte en una pieza breve pero interesante.
Si les gusta el autor (conocido ampliamente por sus libros de suspenso y aventuas del Capitán Alatriste) ¡hay que leerlo!
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